ABN
Un atentado con explosivos fue ejecutado este domingo contra la sede de un sindicato en Tegucigalpa, capital de Honduras, poco después de terminada una asamblea para reforzar la lucha contra el régimen de facto que derrocó al presidente legítimo Manuel Zelaya.
La explosión en el local del Sindicato de Trabajadores de Bebidas y Similares (STIBYS) no provocó heridos, pero sí daños materiales en el lugar, constató Prensa Latina.
En el lugar se encontraban reunidos miembros del Frente Nacional contra el Golpe de Estado, pero cuando se produjo la explosión ya habían abandonado el sitio.
El atentado con explosivos es el primero desde el inicio del golpe militar producido el pasado 28 de junio contra Zelaya.
Durante la reunión, los dirigentes y miembros del Frente acordaron reforzar la resistencia pacífica contra el régimen de facto.
Asimismo en esta jornada también se conoció que hacendados hondureños tratan de aprovechar la crisis institucional creada por los golpistas para arrebatar tierras a pequeños productores agrícolas.
Uno de los líderes del movimiento Campesino del Aguán, Adolfo Ruiz, declaró al diario costarricense La Nación, que “los terratenientes quieren legalizar la invasión, el asalto a la comunidad”, con el pretexto de que la población posee armas y hay presencia de venezolanos y nicaragüenses.
“Desmentimos eso. Nosotros peleamos por la reforma agraria. Como comunidad defendemos el derecho constitucional; hay un rompimiento del orden y decimos que el único presidente legítimo es Manuel Zelaya”, subrayó el dirigente.
El conflicto entre hacendados y campesinos lleva varios años en pie, con el saldo de varios muertos de ambos bandos, pero ahora cobra fuerzas por el golpe militar y el quebrantamiento del Estado de Derecho.
Entre los denunciantes de los atropellos figura el sacerdote jesuita Ismael Moreno, quien dio cuentas de las persecuciones a los campesinos en un contexto de indefensión, pues aunque ellos están pertrechados, “en cualquier momento se produce una matanza”.
Delegados de la Federación Internacional de Derechos Humanos, del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional y el Servicio Paz y Justicia, entre otras entidades, visitaron esta semana Honduras y registraron distintas violaciones a los derechos humanos.
Un atentado con explosivos fue ejecutado este domingo contra la sede de un sindicato en Tegucigalpa, capital de Honduras, poco después de terminada una asamblea para reforzar la lucha contra el régimen de facto que derrocó al presidente legítimo Manuel Zelaya.
La explosión en el local del Sindicato de Trabajadores de Bebidas y Similares (STIBYS) no provocó heridos, pero sí daños materiales en el lugar, constató Prensa Latina.
En el lugar se encontraban reunidos miembros del Frente Nacional contra el Golpe de Estado, pero cuando se produjo la explosión ya habían abandonado el sitio.
El atentado con explosivos es el primero desde el inicio del golpe militar producido el pasado 28 de junio contra Zelaya.
Durante la reunión, los dirigentes y miembros del Frente acordaron reforzar la resistencia pacífica contra el régimen de facto.
Asimismo en esta jornada también se conoció que hacendados hondureños tratan de aprovechar la crisis institucional creada por los golpistas para arrebatar tierras a pequeños productores agrícolas.
Uno de los líderes del movimiento Campesino del Aguán, Adolfo Ruiz, declaró al diario costarricense La Nación, que “los terratenientes quieren legalizar la invasión, el asalto a la comunidad”, con el pretexto de que la población posee armas y hay presencia de venezolanos y nicaragüenses.
“Desmentimos eso. Nosotros peleamos por la reforma agraria. Como comunidad defendemos el derecho constitucional; hay un rompimiento del orden y decimos que el único presidente legítimo es Manuel Zelaya”, subrayó el dirigente.
El conflicto entre hacendados y campesinos lleva varios años en pie, con el saldo de varios muertos de ambos bandos, pero ahora cobra fuerzas por el golpe militar y el quebrantamiento del Estado de Derecho.
Entre los denunciantes de los atropellos figura el sacerdote jesuita Ismael Moreno, quien dio cuentas de las persecuciones a los campesinos en un contexto de indefensión, pues aunque ellos están pertrechados, “en cualquier momento se produce una matanza”.
Delegados de la Federación Internacional de Derechos Humanos, del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional y el Servicio Paz y Justicia, entre otras entidades, visitaron esta semana Honduras y registraron distintas violaciones a los derechos humanos.
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