Computerworld / Steven J. Vaughan-Nichols, traducción Francisco Fagúndez
Durante la noche del 16 de Julio, mientras los dueños del Kindle dormían, Amazon secretamente borró las copias compradas por los usuarios del aparato. Pero no cualquier copia, sólo las de George Orwell 1984 y La Granja de los Animales. La mayoría de los usuarios que están molestos sobre esto, están sorprendidos de que Amazon haya unilateralmente borrado sus libros.
Amazon, al vender el dispositivo al cliente, se reserva el derecho de propiedad de las obras literarias compradas y bajadas en linea por el usuario. En otras palabras Amazon es y será dueña de los libros. Nunca pertenecerán al lector. Aunque la librería se lo advierte al comprador antes de la adquisición, promete que antes de borrar una de las obras le avisará al cliente. Esta vez no fue así.
Evidentemente manejaron el problema equivocadamente. Por lo menos, Amazon debió notificarle a sus compradores. La librería alega que los usuarios trataron de vender copias de esos libros o intentaron sacar copias, que también esta prohibido por la famosa DRM(digital rights management, administración de derechos digitales), trampa que no deja al usuario hacer otra cosa que leer el libro y más nada.
Pero, es peor que eso. Ahora, que se sabe que Amazon puede borrar los libros via internet inalámbrico sin el consentimiento o conocimiento del cliente, quién detiene a Amazon u otras compañías similares o gobierno de borrar cualquier otra información y reemplazarla por versiones editadas a su conveniencia.
Es una escena que pudiera muy bien haber salido del libro 1984, el trabajo del protagonista es cambiar las noticias y registro para que el Gran Hermano te haga creer lo que el quiere. Orwell escribió, "Aquel que controle el pasado controla el futuro, quien controle el presente controla el pasado". Si confiamos en compañias como Amazon que reclaman controlar los derechos sobre nuestros libros, estamos abriendo las puertas para dejar un futuro Gran Hermano controle no solo lo que leemos pero, eventualmente, lo que pensamos.
Me gustó la idea de tener un Kindle. Ya he tenido libros electrónico en mi computadora y en mi iPodTouch ( también hay un Kindle Touch). Olvidenlo. Con la falta de libertad para verdaderamente controlar y ser dueño de cualquier propiedad intelectual, regalada o comprada, los dispositivos como el Kindle y otros son simplemente trampas atractivas.
Durante la noche del 16 de Julio, mientras los dueños del Kindle dormían, Amazon secretamente borró las copias compradas por los usuarios del aparato. Pero no cualquier copia, sólo las de George Orwell 1984 y La Granja de los Animales. La mayoría de los usuarios que están molestos sobre esto, están sorprendidos de que Amazon haya unilateralmente borrado sus libros.
Amazon, al vender el dispositivo al cliente, se reserva el derecho de propiedad de las obras literarias compradas y bajadas en linea por el usuario. En otras palabras Amazon es y será dueña de los libros. Nunca pertenecerán al lector. Aunque la librería se lo advierte al comprador antes de la adquisición, promete que antes de borrar una de las obras le avisará al cliente. Esta vez no fue así.
Evidentemente manejaron el problema equivocadamente. Por lo menos, Amazon debió notificarle a sus compradores. La librería alega que los usuarios trataron de vender copias de esos libros o intentaron sacar copias, que también esta prohibido por la famosa DRM(digital rights management, administración de derechos digitales), trampa que no deja al usuario hacer otra cosa que leer el libro y más nada.
Pero, es peor que eso. Ahora, que se sabe que Amazon puede borrar los libros via internet inalámbrico sin el consentimiento o conocimiento del cliente, quién detiene a Amazon u otras compañías similares o gobierno de borrar cualquier otra información y reemplazarla por versiones editadas a su conveniencia.
Es una escena que pudiera muy bien haber salido del libro 1984, el trabajo del protagonista es cambiar las noticias y registro para que el Gran Hermano te haga creer lo que el quiere. Orwell escribió, "Aquel que controle el pasado controla el futuro, quien controle el presente controla el pasado". Si confiamos en compañias como Amazon que reclaman controlar los derechos sobre nuestros libros, estamos abriendo las puertas para dejar un futuro Gran Hermano controle no solo lo que leemos pero, eventualmente, lo que pensamos.
Me gustó la idea de tener un Kindle. Ya he tenido libros electrónico en mi computadora y en mi iPodTouch ( también hay un Kindle Touch). Olvidenlo. Con la falta de libertad para verdaderamente controlar y ser dueño de cualquier propiedad intelectual, regalada o comprada, los dispositivos como el Kindle y otros son simplemente trampas atractivas.
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