Pedro Echeverría V.
1. “Nosotros respetamos al Ejército Mexicano y a la Armada de México… nuestro pleito única y exclusivamente es con la Policía Federal Preventiva y con la SIEDO”, aseveró quien se identificó como Servando Gómez Martínez, La Tuta, señalado por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) como coordinador operativo de la organización delictiva La Familia. Convocó La Tuta al presidente Felipe Calderón a concretar un pacto nacional y un consenso, a fin de terminar con los ataques contra integrantes de la Policía Federal (PF) Dado que “tenemos códigos de respeto a nuestras familias”, demandó a la PF respetar a sus familias. Las autoridades andan tras nosotros porque es su trabajo, pero que no molesten a nuestras familias; que me agarren a mí, a mis muchachos, a los que están dentro, a los que sí reciben paga y que todo mundo sabe quiénes somos.
2. Este pésimo gobierno burgués de Felipe Calderón, para tapar los funestos resultados de su gestión, ha llevado a la muerte a casi 12 mil ciudadanos; unos que por falta de empleo se metieron al narcotráfico; otros inocentes –muertos por estar cercanos a los intercambios de balas- y otros que por falta de trabajo ingresaron al ejército y la policía. Todos mexicanos de origen humilde que deberían estar produciendo en una economía para beneficio de la población. Pero dado que este régimen, con el importante apoyo de los medios de información, escogió esta política de poner al ejército en las calles para “acabar” con la delincuencia organizada, argumento muy socorrido usado como cortina de humo de los ricos para seguir sometiendo a la población. ¿Qué porcentaje de la población prefiere el “combate contra el narco” al combate al desempleo y la miseria?
3. El llamado Partido Delincuencia Organizada (PDO) ha invitado al gobierno panista y a la fuerza priísta a firmar un pacto respetuoso de las familias en esta guerra en la que grupos de narcotraficantes: en el gobierno, en las calles y en los campos productivos, están confrontados. Si Calderón no ordena respetar a las familias de los partidarios de La Tuta imagínense cuantas familias de altos funcionarios del gobierno de Calderón y de los del PRI, que pertenecen al PDO 1 y al PDO 2, podrían ser también sacrificados. La realidad es que hay más de 50 grupos de narcotraficantes compitiendo por exportar mayores cantidades de droga a los EEUU, pero los líderes poderosos, los que controlan en todo el país, en el gobierno y en el ejército, quizá no sean más de seis. Son tan famosos éstos que también podrían ser precandidatos.
4. Con estos de miles de millones de pesos que dilapidan gobierno y partidos en campañas políticas, viajes y compensaciones, se ha comenzado a reconocer en México que del presupuesto público sale una enorme cantidad de dinero, pero que lo que gastan los candidatos es 10 veces superior y que el origen de ese dinero es el narcotráfico. ¿Quiere decir esto que PDO es el partido más poderoso del país? ¿Que si por ahora no pueden lanzar un candidato propio –como el famoso Joaquín Guzmán Loera, el Chapo- continuarían en esta ya larga transición que se inició con Carlos Salinas? La realidad es que lo que se despilfarra en las campañas políticas no tiene comparación en el mundo. Se reparten en las poblaciones tráileres llenos de mercancías, de cemento, láminas y motores de agua en el campo y muchas cosas más en las ciudades para comprar votos.
5. Pregunto: ¿La lucha contra el narcotráfico en México es por el mal que le hacen a los niños mexicanos en las escuelas o en los barrios, o por la introducción de droga a los EEUU? ¿Qué relación existe entre el desempleo y los salarios de hambre que sufre el 50 por ciento de la población y los productores de droga y la distribución al menudeo? ¿Qué cantidad de estupefacientes se dedica al menudeo en México y cuál es la cantidad que se introduce a los EEUU? ¿Estamos cuidando a los mexicanos o las fronteras de los yanquis? ¿Vale la pena que hayan muerto casi 12 mil mexicanos jóvenes –la mayoría inocentes- en enfrentamientos violentos cuando esta guerra no tiene salida? ¿Por qué Calderón –como jefe del ejército- y sus funcionarios patriotas no van a la cabeza para demostrar su valentía? Espero datos duros, ciertos, que demuestren lo que pregunto.
6. La realidad es que parte de la población, justamente, tiene una enorme desconfianza en esta política semifascista de Calderón. Durante casi tres años se ha entretenido al pueblo hablando de narcotráfico y de secuestros en todos los medios de información cuando el problema de México es de desempleo, de miseria, de desplome productivo y de carencia de inversiones en servicios sociales. Los únicos que gritan fuerte, a los cuatro vientos, que el problema del país es de inseguridad son los grandes ricos aterrorizados y los medios de información a su servicio. No encuentran el clima de paz que necesitan para gastar, o guardar sus riquezas, a pesar de que viajan de manera permanente por el extranjero. Al otro 80 por ciento de la población del país le importa un bledo la “inseguridad”: ellos quieren empleo, salario justo y servicios sociales.
7. Si Calderón y el PRI –con quien cogobierna- no retiran al ejército de las calles, pueblos y ciudades, seguirán muriendo otros tantos miles de inocentes sin que la llamada “delincuencia Organizada” se acabe. Hay varios millones de jóvenes y adultos desesperados por un ingreso familiar; otros millones de estudiantes rechazados que no encuentran empleo y con perspectivas cerradas; ¿no es acaso una enorme base para que el narcotráfico y la llamada delincuencia escoja a sus cuadros? Pero también existe entre la clase empresarial y política de todos los partidos, así como en los medios de información una espesa red delincuencial que se mueve con gran habilidad en diferentes esferas: a la luz del día se mueve con gran elegancia en los pasillos de la política y por la noche, en la oscuridad, se reúne con los jefes de la delincuencia de cuello blanco.
1. “Nosotros respetamos al Ejército Mexicano y a la Armada de México… nuestro pleito única y exclusivamente es con la Policía Federal Preventiva y con la SIEDO”, aseveró quien se identificó como Servando Gómez Martínez, La Tuta, señalado por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) como coordinador operativo de la organización delictiva La Familia. Convocó La Tuta al presidente Felipe Calderón a concretar un pacto nacional y un consenso, a fin de terminar con los ataques contra integrantes de la Policía Federal (PF) Dado que “tenemos códigos de respeto a nuestras familias”, demandó a la PF respetar a sus familias. Las autoridades andan tras nosotros porque es su trabajo, pero que no molesten a nuestras familias; que me agarren a mí, a mis muchachos, a los que están dentro, a los que sí reciben paga y que todo mundo sabe quiénes somos.
2. Este pésimo gobierno burgués de Felipe Calderón, para tapar los funestos resultados de su gestión, ha llevado a la muerte a casi 12 mil ciudadanos; unos que por falta de empleo se metieron al narcotráfico; otros inocentes –muertos por estar cercanos a los intercambios de balas- y otros que por falta de trabajo ingresaron al ejército y la policía. Todos mexicanos de origen humilde que deberían estar produciendo en una economía para beneficio de la población. Pero dado que este régimen, con el importante apoyo de los medios de información, escogió esta política de poner al ejército en las calles para “acabar” con la delincuencia organizada, argumento muy socorrido usado como cortina de humo de los ricos para seguir sometiendo a la población. ¿Qué porcentaje de la población prefiere el “combate contra el narco” al combate al desempleo y la miseria?
3. El llamado Partido Delincuencia Organizada (PDO) ha invitado al gobierno panista y a la fuerza priísta a firmar un pacto respetuoso de las familias en esta guerra en la que grupos de narcotraficantes: en el gobierno, en las calles y en los campos productivos, están confrontados. Si Calderón no ordena respetar a las familias de los partidarios de La Tuta imagínense cuantas familias de altos funcionarios del gobierno de Calderón y de los del PRI, que pertenecen al PDO 1 y al PDO 2, podrían ser también sacrificados. La realidad es que hay más de 50 grupos de narcotraficantes compitiendo por exportar mayores cantidades de droga a los EEUU, pero los líderes poderosos, los que controlan en todo el país, en el gobierno y en el ejército, quizá no sean más de seis. Son tan famosos éstos que también podrían ser precandidatos.
4. Con estos de miles de millones de pesos que dilapidan gobierno y partidos en campañas políticas, viajes y compensaciones, se ha comenzado a reconocer en México que del presupuesto público sale una enorme cantidad de dinero, pero que lo que gastan los candidatos es 10 veces superior y que el origen de ese dinero es el narcotráfico. ¿Quiere decir esto que PDO es el partido más poderoso del país? ¿Que si por ahora no pueden lanzar un candidato propio –como el famoso Joaquín Guzmán Loera, el Chapo- continuarían en esta ya larga transición que se inició con Carlos Salinas? La realidad es que lo que se despilfarra en las campañas políticas no tiene comparación en el mundo. Se reparten en las poblaciones tráileres llenos de mercancías, de cemento, láminas y motores de agua en el campo y muchas cosas más en las ciudades para comprar votos.
5. Pregunto: ¿La lucha contra el narcotráfico en México es por el mal que le hacen a los niños mexicanos en las escuelas o en los barrios, o por la introducción de droga a los EEUU? ¿Qué relación existe entre el desempleo y los salarios de hambre que sufre el 50 por ciento de la población y los productores de droga y la distribución al menudeo? ¿Qué cantidad de estupefacientes se dedica al menudeo en México y cuál es la cantidad que se introduce a los EEUU? ¿Estamos cuidando a los mexicanos o las fronteras de los yanquis? ¿Vale la pena que hayan muerto casi 12 mil mexicanos jóvenes –la mayoría inocentes- en enfrentamientos violentos cuando esta guerra no tiene salida? ¿Por qué Calderón –como jefe del ejército- y sus funcionarios patriotas no van a la cabeza para demostrar su valentía? Espero datos duros, ciertos, que demuestren lo que pregunto.
6. La realidad es que parte de la población, justamente, tiene una enorme desconfianza en esta política semifascista de Calderón. Durante casi tres años se ha entretenido al pueblo hablando de narcotráfico y de secuestros en todos los medios de información cuando el problema de México es de desempleo, de miseria, de desplome productivo y de carencia de inversiones en servicios sociales. Los únicos que gritan fuerte, a los cuatro vientos, que el problema del país es de inseguridad son los grandes ricos aterrorizados y los medios de información a su servicio. No encuentran el clima de paz que necesitan para gastar, o guardar sus riquezas, a pesar de que viajan de manera permanente por el extranjero. Al otro 80 por ciento de la población del país le importa un bledo la “inseguridad”: ellos quieren empleo, salario justo y servicios sociales.
7. Si Calderón y el PRI –con quien cogobierna- no retiran al ejército de las calles, pueblos y ciudades, seguirán muriendo otros tantos miles de inocentes sin que la llamada “delincuencia Organizada” se acabe. Hay varios millones de jóvenes y adultos desesperados por un ingreso familiar; otros millones de estudiantes rechazados que no encuentran empleo y con perspectivas cerradas; ¿no es acaso una enorme base para que el narcotráfico y la llamada delincuencia escoja a sus cuadros? Pero también existe entre la clase empresarial y política de todos los partidos, así como en los medios de información una espesa red delincuencial que se mueve con gran habilidad en diferentes esferas: a la luz del día se mueve con gran elegancia en los pasillos de la política y por la noche, en la oscuridad, se reúne con los jefes de la delincuencia de cuello blanco.
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