43%: “Nava es una imposición del presidente Calderón”

Mal mes resultó julio para Felipe Calderón. Primero, su partido obtiene desastrosos resultados tanto en la elección de diputados federales, como en las locales que se llevaron a cabo simultáneamente; después, su secretario de Desarrollo Social le informa que el número de personas que viven en pobreza extrema no sólo no ha disminuido, sino que ahora son 5 millones más que al inicio de su mandato; a su secretario de Hacienda le fallan las cuentas y ahora tiene que hacer un recorte presupuestal sobre los ya muy pocos recursos fiscales libres que le quedaban al Presidente para poder reactivar la economía y, como colofón, se le atora otra vez el asunto de la refinería de Tula.

En medio de todo esto y ante la renuncia de Germán Martínez a la presidencia nacional del PAN, se abre la convocatoria para elegir nuevo presidente y sólo se registra César Nava, el que fuera secretario particular de Calderón hasta que decidió mandarlo a la contienda por un distrito federal. Por supuesto el grupo opositor a Calderón dentro del panismo aprovecha el río revuelto y se le planta en frente señalando a Nava como una imposición desde Los Pinos, y al proceso para elegir al nuevo dirigente panista como una elección amañada en la que más de la mitad de los consejeros ya están cooptados a favor del enviado.

Verdad o no, dadas las características personales de Nava y su trayectoria política, así como el evidente debilitamiento de la figura presidencial por el tan complicado escenario estival, el hecho es que los señalamientos del grupo opositor son creíbles para la opinión pública, y por supuesto para un importante número de panistas de base.

Según lo que medimos en esta encuesta, la opinión pública no termina de concretar a qué se debe la derrota electoral del PAN, divididos entre cuestiones que tienen que ver con la economía y la seguridad pública por un lado, y por el otro, con una mala selección de candidatos y una estrategia electoral fallida.

En lo que sí parecen coincidir los públicos es que, ante tan difícil situación, la pretensión de que Nava sea el presidente nacional del PAN es, por decir lo menos, temeraria.

Milenio

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