Pedro Echeverría V.
1) El sólo hecho de votar por algunos candidatos avala y justifica al sistema corrupto. Tu voto cuenta y el sistema electoral puede decir que ganó la democracia, aunque tú sepas que es un gran fraude y un engaño.
2) Si tú acudes a la casilla y anulas tu voto estás reconociendo que el sistema económico y político funciona, pero que no te gustan algunas cosas de los partidos y los candidatos.
3) Si tú no acudes a las urnas, decides abstenerte de votar y buscas organizarte para luchar, entonces quieres cambiar todo y, aunque por ahora no se logre, estás dispuesto a batallar. Por último,
4) Si te vale todo un carajo, porque todos los sistemas son una basura, por lo menos debes joder al poder donde este se encuentre.
Durante medio siglo, 14 elecciones nacionales y otras tantas estatales, sólo voté (al parecer ilusamente) en 2006. En los hechos las izquierdas nunca habían votado, hasta que en 1977 Reyes Heroles y López Portillo las metieron al sistema otorgándoles subsidios, cargos electorales y privilegios. ¿Cómo animarse a votar si el 60 por ciento de la población del país vive en la pobreza y el 30 por ciento en la miseria? ¿Cómo votar si todos los candidatos y partidos prometen y jamás han cumplido? ¿Cómo votar si las pocas familias que acumulan gigantescos capitales siguen dominando la política? ¿Cómo votar si durante 30 o 40 años los mismos personajes del PRI, del PAN, del PRD saltan de un cargo a otro? Además siempre estuvimos convencidos las izquierdas que por encima de los votos siempre ha estado el movimiento social de los trabajadores.
*** IMPORTANTE *** Revoluciones es un proyecto de información alternativa sin fines de lucro, para mantenernos en línea requerimos de tu apoyo. Puedes ayudarnos haciendo un deposito bancario, por mínimo que sea, hazlo en el banco HSBC, al número de cuenta 6271254999 a nombre de Samuel R. García o en transferencia electrónica abonando al número Clabe: 021180062712549990. Gracias.
1) El sólo hecho de votar por algunos candidatos avala y justifica al sistema corrupto. Tu voto cuenta y el sistema electoral puede decir que ganó la democracia, aunque tú sepas que es un gran fraude y un engaño.
2) Si tú acudes a la casilla y anulas tu voto estás reconociendo que el sistema económico y político funciona, pero que no te gustan algunas cosas de los partidos y los candidatos.
3) Si tú no acudes a las urnas, decides abstenerte de votar y buscas organizarte para luchar, entonces quieres cambiar todo y, aunque por ahora no se logre, estás dispuesto a batallar. Por último,
4) Si te vale todo un carajo, porque todos los sistemas son una basura, por lo menos debes joder al poder donde este se encuentre.
Durante medio siglo, 14 elecciones nacionales y otras tantas estatales, sólo voté (al parecer ilusamente) en 2006. En los hechos las izquierdas nunca habían votado, hasta que en 1977 Reyes Heroles y López Portillo las metieron al sistema otorgándoles subsidios, cargos electorales y privilegios. ¿Cómo animarse a votar si el 60 por ciento de la población del país vive en la pobreza y el 30 por ciento en la miseria? ¿Cómo votar si todos los candidatos y partidos prometen y jamás han cumplido? ¿Cómo votar si las pocas familias que acumulan gigantescos capitales siguen dominando la política? ¿Cómo votar si durante 30 o 40 años los mismos personajes del PRI, del PAN, del PRD saltan de un cargo a otro? Además siempre estuvimos convencidos las izquierdas que por encima de los votos siempre ha estado el movimiento social de los trabajadores.
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