En respuesta al desplegado de Grupo Televisa en su contra, Carmen Aristegui defendió su labor periodística y la importancia de que la principal televisora del país se habrá al debate de esta clase de temas, ya que de lo contrario deja abierta la puerta para las suspicacias.
Hoy Televisa desplegó un texto en el que acusa a Aristegui y a Jenaro Villamil de mentir entorno a la supuesta relación de la empresa con Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México, como lo diera a conocer el reportero de Proceso en su libro “Si yo fuera presidente: El Reality Show de Enrique Peña Nieto”.
La comunicadora señaló que el espacio cedido a Villamil para presentar su libro no fue ningún pago de cuentas por la "defensa" que él hiciera de su salida de W Radio, cuyo responsable de la línea editorial es Grupo Prisa.
Destacó que a la desaparición al aire de su espacio en W pasó "un largo" año sin tener un espacio radiofónico, aunque se mantuvo en televisión en el canal de CNN en Español, situación que no había enfrentado antes en su carrera.
Al respecto, comentó que la falta de acuerdos entre ella y la radiodifusora, que propició su salida, se debió esencialmente a la cobertura que hacía de la llamada "Ley Televisa", y que afecta los intereses del grupo televisivo, y no a carencias de "rentabilidad", "trabajo en equipo" y "derecho a la información plural" como dice la empresa.
Destacó los constantes roces que había entre Televisa y Grupo Prisa por la línea editorial del programa, y de la cual lamnetó la ruptura con Prisa a raíz de que el grupo "cedió a las presiones" de la televisora para sacar su emisión del aire.
También mencionó que en la cobertura que hacia en su espacio radiofónico se abordaban temas como la reforma electoral, el caso de la periodista Lydia Cacho, entre otros, que no eran del total agrado de la televisora de San Ángel.
Respecto a la nota final del texto, en el que se le acusa de hacer de "la diatriba a Televisa su modus vivendi" y menciona su pasada relación laboral con W Radio, Aristegui comentó que eran argumentos de "mal gusto" e "irrelevantes" ante la discusión.
A su vez, Villamil retó a Televisa a realizar un debate para mostrar los elementos que fundamentan su investigación y que la televisora muestre abra todos los contratos que se han firmado con el gobierno de Peña Nieto, y de todos los gobiernos del país.
Respecto a la acusación de que Carlos Salinas de Gortari fungió como asesor de directivos del grupo, el reportero aseguró que lo "tranquiliza mucho" saber que el ex presidente no esté detrás de Televisa.
También comentó que sus "errores", los cuales destaca Televisa en el desplegado, no son otra cosa que yerros tipográficos y que la confusión de relacionar a sus ejecutivos Leopoldo Gómez y Bernardo Gómez como hermanos fue corregido en tiempo y forma en la propia revista Proceso. (El Semanario Agencia, ESA)
Hoy Televisa desplegó un texto en el que acusa a Aristegui y a Jenaro Villamil de mentir entorno a la supuesta relación de la empresa con Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México, como lo diera a conocer el reportero de Proceso en su libro “Si yo fuera presidente: El Reality Show de Enrique Peña Nieto”.
La comunicadora señaló que el espacio cedido a Villamil para presentar su libro no fue ningún pago de cuentas por la "defensa" que él hiciera de su salida de W Radio, cuyo responsable de la línea editorial es Grupo Prisa.
Destacó que a la desaparición al aire de su espacio en W pasó "un largo" año sin tener un espacio radiofónico, aunque se mantuvo en televisión en el canal de CNN en Español, situación que no había enfrentado antes en su carrera.
Al respecto, comentó que la falta de acuerdos entre ella y la radiodifusora, que propició su salida, se debió esencialmente a la cobertura que hacía de la llamada "Ley Televisa", y que afecta los intereses del grupo televisivo, y no a carencias de "rentabilidad", "trabajo en equipo" y "derecho a la información plural" como dice la empresa.
Destacó los constantes roces que había entre Televisa y Grupo Prisa por la línea editorial del programa, y de la cual lamnetó la ruptura con Prisa a raíz de que el grupo "cedió a las presiones" de la televisora para sacar su emisión del aire.
También mencionó que en la cobertura que hacia en su espacio radiofónico se abordaban temas como la reforma electoral, el caso de la periodista Lydia Cacho, entre otros, que no eran del total agrado de la televisora de San Ángel.
Respecto a la nota final del texto, en el que se le acusa de hacer de "la diatriba a Televisa su modus vivendi" y menciona su pasada relación laboral con W Radio, Aristegui comentó que eran argumentos de "mal gusto" e "irrelevantes" ante la discusión.
A su vez, Villamil retó a Televisa a realizar un debate para mostrar los elementos que fundamentan su investigación y que la televisora muestre abra todos los contratos que se han firmado con el gobierno de Peña Nieto, y de todos los gobiernos del país.
Respecto a la acusación de que Carlos Salinas de Gortari fungió como asesor de directivos del grupo, el reportero aseguró que lo "tranquiliza mucho" saber que el ex presidente no esté detrás de Televisa.
También comentó que sus "errores", los cuales destaca Televisa en el desplegado, no son otra cosa que yerros tipográficos y que la confusión de relacionar a sus ejecutivos Leopoldo Gómez y Bernardo Gómez como hermanos fue corregido en tiempo y forma en la propia revista Proceso. (El Semanario Agencia, ESA)
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