Se agrieta el PRD

La demarcación más perredista del país, la más movilizada, la de mayores recursos en la ciudad, es también la más peleada y hoy por hoy, la que tiene en vilo el proyecto lopezobradorista en la capital del país. En Iztapalapa se juegan dos proyectos de partido

Carina García / El Periódico


Marginación, desabasto de agua, grietas e inseguridad pública distinguen a la delegación Iztapalapa. Hasta hace apenas un mes, también le caracterizaban los colores negro-amarillo.

Ahora podría convertirse en un tapiz multicolor entre amarillo, rojo y naranja, por la confrontación en urnas de PRD, PT y Convergencia, partidos que el año próximo cumplirían una década de alianzas electorales.

Esta vez pelearán con todo por los votos de la demarcación más pobre, más poblada y con más presupuesto del Distrito Federal.

Esa delegación es vital para el PRD a nivel nacional y para garantizar el control político de la ciudad.

En 2006 uno de cada cinco votos capitalinos emitidos por el entonces candidato presidencial de la Coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, provino de esa demarcación.

Además, durante casi diez años, de 1997 a 2006, Iztapalapa ha aportado 6 diputados federales y 8 locales al PRD, lo que le ha permitido control legislativo.

Esa tendencia podría cambiar ahora, pero tampoco está claro quién ganará.

A 14 días de las elecciones del 5 de julio priva la confusión, tras el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que dio un viraje a los resultados del proceso interno para elegir candidato a jefe delegacional.

Así, ya no será Clara Brugada, de la corriente perredista Izquierda Unida (IU), sino Silvia Oliva, de Nueva izquierda (NI), expresión que dirige el senador René Arce, la aspirante del PRD.

Oliva tendría el registro oficial –al cierre de esta edición aún en análisis por el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF)-- y a ella se sumarían los votos a la jefatura delegacional que este 5 de julio reciba el PRD, aunque en mantas, gallardetes y boletas sea la foto de Brugada la que aparezca.

Pero, según la estrategia diseñada por López Obrador para evitar la “imposición” del Tribunal, otro será el candidato apoyado por su movimiento: Rafael Acosta, Juanito aspirante de la alianza PT-Convergencia.

Quien quiera apoyar a López Obrador deberá emitir un voto diferenciado: por Acosta a jefe delegacional, pero optar, en su caso, por PRD, PT o Convergencia a diputados locales y federales

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