PGR y SSPF, ¡¿años de tolerar al narco…?!

A Puerta Cerrada / Marcela Gómez Zalce

• Joyas electorales
• De arrojos y chispitas


Nada tan limitado como vencer mi estimado, la verdadera gloria está en convencer. Arrecia el sospechosismo alrededor de los operativos que han derivado en detenciones de altos mandos policíacos y funcionarios clave en entidades justo en el timing electoral y en analogía con la campaña del PAN que, de manera absurda y grotesca, señala que quien no esté del lado de Felipe, El valiente, está del lado del organizado crimen.

Luego entonces, my friend, la percepción de varios gobernadores y del jefe de Gobierno capitalino dibujada en el discurso de este último en la encerrona de (la república bananera) del mentado CNSP llevado a cabo ayer en Palacio Nacional, se exteriorizó con la molestia en la selectividad de la información que quedó demostrada entre los sugestivos casos de Morelos y Michoacán.

Ebrard, elegido para representar a Chiapas, Michoacán, Baja California Sur, Guerrero, Zacatecas y, of course, el DF, manifestó la genuina preocupación de trabajar en coordinación (léase respeto al pacto federal) con el (des)gobierno de Calderón en esta mal llamada guerra contra el narcotráfico donde, by the way, continúa incierto, endeble y precario el marco legal del rol protagonizado por nuestras fuerzas armadas.

El perverso botoncito michoacano pendió todas las alertas en estados donde se acumula una atractiva reserva de votos (Veracruuuuuuz) que serán necesarios para medio tripular el próximo Congreso, desde donde saldrán los flotis legislativos para la vapuleada Patria en cuya lista se da por descontado otro reformón fiscal que sustituya al chisguete que no alcanza para enfrentar los retos del tsunami económico, cuya caída (libre) del PIB, según algunos pronósticos de analistas, podría estar a finales de año cerca del techo del 9%... y del desempleo —granada deschavetada para la seguridad nacional– mejor ni hablar.

Felipe & his fearless squad están apostando su resto para que el top of mind ciudadano esté en la arena azul de la lucha contra los traviesos y así evadir la peligrosa arena (movediza) económica.

Nuevo León es joya emblemática que los ilustres panistas pelearán cuerpo a cuerpo… no, no, detención a detención, para arrebatarle la plaza al PRI que ya advirtió que quien esté libre de culpas aviente la primera indagación. Aunque resultó por demás impresionante que Felipe, envalentonado declarara ayer que se está pagando el costo de años de tolerar al narco (¿?)

¡¡Chingoooooón!!

Finalmente, Felipe ya le encontró la curva al círculo vicios… perdón, virtuoso que desarrolló el crossover de un (influyente billonario… según Time& Forbes) revoltoso como El Chapo Guzmán. Veamos.

Joaquín se desarrolló a sus anchas con su salida de Puente Grande (¿me estás oyendo, Tello?) en el sexenio de Vicente Fox, donde ciertas áreas claves de la seguridad estaban en manos de Eduardo Medina Mora y Genaro García Luna, yes?

Y ya en este (des)gobierno, Felipe los designó como titulares de la PGR el primero, y el segundo en la SSPF, donde antes desfilaron por el tristemente célebre Cisen y la ídem cueva (recientemente decapitada) de los mAFIosos.

O sea, clarísimo, ¿no? Y si no, pues ahí le va.

Las estructuras de Eduardo y Genaro, en absoluta complicidad, permitieron que El Chapo consolidara su ameno grupito de la extinta “Federación” que después de su fractura combinada con la genialidad federal de los mexicanos extraditables… derivó en el desmadre criminal que con el cochinero de la Operación Limpieza balconeó los mega cañonazos de dólares repartidos entre… las estructuras de Eduardo y Genaro. Vamos bien, ¿verdad?

Y es ahí, mi estimado, el epicentro de tolerancia de lo que sucede en territorio nacional salvo algunas focalizadas excepciones, como los espacios de los Arellano & associates… porque lo demás han sido variantes del mismo núcleo de barones de la droga que entre pleitos, divisiones, deslealtades y traiciones están en feroz batalla por control de plazas… que pasan directamente por el túnel del mosaico de colores electoral.

Así que es una excelente noticia la de Felipe de reconocer que se está pagando el costo de años de tolerar al narco y que ya no habrá lugar para titubeos… porque eso pasa por los despachos de sus traviesos funcionarios que, con esa firmeza y arrojo presumido por el inquilino de Los Pinos, no les debe dejar dudas de que su cacareada valentía es en serio... y se descarta la posibilidad de una chispita de irreflexiva, peligrosa y autoritaria necedad electoral.

¿O… no?

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