* Cualquier tipo de voto es inútil
* Después del 5 de julio, el destino de México en manos de 500 parásitos en el congreso y 128 en el senado
* Se habla de todo, menos de la verdadera organización ciudadana
Samuel R. García / uzkediam@gmail.com
Las próximas elecciones federales, más allá del resultado que arrojen, nada van a cambiar de las distintas realidades que se viven en nuestro país. Los pobres nos seguiremos haciendo más pobres y los ricos van a seguir aumentando su riqueza, suena fatal pero hay que decir las cosas como son.
Aunque se logre colocar a ciertos candidatos “del partido menos peor” en el senado o en el congreso, de nada va a servir. Así no se construye la democracia, ¿con lo “menos peor”?, eso no es concebible para los mexicanos que hemos estado luchando por un cambio ordinario en nuestra nación. Incluso, suponiendo que ganan algunos de los candidatos “menos peores”, ¿qué garantía tenemos de que van a poder colocar en la agenda nacional nuestros intereses?, peor todavía, de llegar a colocar en la agenda uno o dos temas que son prioridad para el pueblo, ¿la derecha dejaría que se hagan reformas a favor del pueblo mexicano? El circo, la maroma y el teatro seguirán adelante y el show de la democracia simulada seguirá su curso.
Es evidente que sólo cambiarán los nombres, en algunos casos -es México después de todo- nada más van a brincar de una cámara a otra e irán de partido en partido, ni siquiera cambiarán los nombres. Esos títeres seguirán cumpliendo su tarea central: fingir que en México hay democracia. También, lo que los candidatos “ganadores” van a defender a capa y espada, van a ser los intereses de las grandes corporaciones, van por todo y con todo, no les importa si usted y yo estamos sumergidos en pésimas condiciones de vida.
Ampliar lo que hasta aquí he venido comentando no vale la pena, siempre es lo mismo, corrupción, tranza y más tranza, para llegar a lo mismo. Buscamos culpables, queremos señalar a los malos de la película, pero por lo regular no nos atrevemos a asumir la parte de responsabilidad que toca a cada uno de nosotros asumir como ciudadanos que somos.
Muchas personas han estado diciendo que la idea de no votar, o de ir a las casillas para anular el voto, es una estrategia de la derecha. Pero muchos ciudadanos desde el fraude de 1988 y peor aún, con el otro fraude de 2006, a partir de ambas experiencias, decidimos mejor ya no volver a votar nunca y no seguirle el juego al sistema de partidos. ¿Eso nos hace cómplices de la derecha? Optar por la organización ciudadana y la lucha social fuera del actual sistema de partidos ¿nos hace víctimas y/o seguidores de la derecha?
Hay quienes ahora mismo se desgastan tratando de argumentar a favor o en contra del denominado voto blanco. La verdad es que no tiene caso ahondar más en eso, simplemente todo se resume en un hecho altamente comprobable: en 2006 el voto fue para la izquierda, quizás como nunca antes en la historia de México, el abstencionismo fue reducido y la gente salió a votar a las urnas, ¿quién ganó al final?, la derecha, con trampa, pero ganó. Ahora, en 2009, sin caer en ánimos derrotistas, el panorama es peor, ni por error la ciudadanía va a votar (la poca que se atreva a ir a las urnas), menos por una izquierda dividida, tibia y mediocre. Ya del PRI, PAN y chiquipartidos mejor ni hablamos, es obvio que el pueblo sabe que esas opciones no sirven para nada.
Concluyo diciendo a todos ustedes que no se dejen engañar, las cosas no son como las están pintando y debo confesar que hasta compañeros de medios alternativos han caído en la trampa. Se debe de hablar de todo menos de lo que se debe, me refiero a la verdadera organización ciudadana, hoy lo que menos importa es organizar a la gente desde abajo, desde las familias, hasta las colonias, barrios y municipios más pobres. Todos buscan el voto porque de alguna u otra manera eso deriva en obtener el hueso para alguien, ya sea alguien que se las dé de muy izquierdoso, hasta aquellos que cínicamente son de la derecha ratera.
No te dejes engañar, con o sin abstencionismo gana la derecha, con o sin voto nulo gana la derecha, aunque vayas y votes por los menos peores va a ganar la derecha y se va a mofar de ti. La única manera de que el pueblo triunfe, inclusive manteniendo un sistema de partidos pero que sea plural y no simulado, es dándole el poder al pueblo mexicano. Se requiere darle la oportunidad a políticos de verdad, a ciudadanos responsables y a gente que busca, más que el poder, la oportunidad de servir a la nación y sacar adelante las necesidades básicas y elementales que nos siguen haciendo falta a millones de mexicanos.
*** IMPORTANTE *** Revoluciones es un proyecto de información alternativa sin fines de lucro, para mantenernos en línea requerimos de tu apoyo. Puedes ayudarnos haciendo un deposito bancario, por mínimo que sea, hazlo en el banco HSBC, al número de cuenta 6271254999 a nombre de Samuel R. García o en transferencia electrónica abonando al número Clabe: 021180062712549990. Gracias.
* Después del 5 de julio, el destino de México en manos de 500 parásitos en el congreso y 128 en el senado
* Se habla de todo, menos de la verdadera organización ciudadana
Samuel R. García / uzkediam@gmail.com
Las próximas elecciones federales, más allá del resultado que arrojen, nada van a cambiar de las distintas realidades que se viven en nuestro país. Los pobres nos seguiremos haciendo más pobres y los ricos van a seguir aumentando su riqueza, suena fatal pero hay que decir las cosas como son.
Aunque se logre colocar a ciertos candidatos “del partido menos peor” en el senado o en el congreso, de nada va a servir. Así no se construye la democracia, ¿con lo “menos peor”?, eso no es concebible para los mexicanos que hemos estado luchando por un cambio ordinario en nuestra nación. Incluso, suponiendo que ganan algunos de los candidatos “menos peores”, ¿qué garantía tenemos de que van a poder colocar en la agenda nacional nuestros intereses?, peor todavía, de llegar a colocar en la agenda uno o dos temas que son prioridad para el pueblo, ¿la derecha dejaría que se hagan reformas a favor del pueblo mexicano? El circo, la maroma y el teatro seguirán adelante y el show de la democracia simulada seguirá su curso.
Es evidente que sólo cambiarán los nombres, en algunos casos -es México después de todo- nada más van a brincar de una cámara a otra e irán de partido en partido, ni siquiera cambiarán los nombres. Esos títeres seguirán cumpliendo su tarea central: fingir que en México hay democracia. También, lo que los candidatos “ganadores” van a defender a capa y espada, van a ser los intereses de las grandes corporaciones, van por todo y con todo, no les importa si usted y yo estamos sumergidos en pésimas condiciones de vida.
Ampliar lo que hasta aquí he venido comentando no vale la pena, siempre es lo mismo, corrupción, tranza y más tranza, para llegar a lo mismo. Buscamos culpables, queremos señalar a los malos de la película, pero por lo regular no nos atrevemos a asumir la parte de responsabilidad que toca a cada uno de nosotros asumir como ciudadanos que somos.
Muchas personas han estado diciendo que la idea de no votar, o de ir a las casillas para anular el voto, es una estrategia de la derecha. Pero muchos ciudadanos desde el fraude de 1988 y peor aún, con el otro fraude de 2006, a partir de ambas experiencias, decidimos mejor ya no volver a votar nunca y no seguirle el juego al sistema de partidos. ¿Eso nos hace cómplices de la derecha? Optar por la organización ciudadana y la lucha social fuera del actual sistema de partidos ¿nos hace víctimas y/o seguidores de la derecha?
Hay quienes ahora mismo se desgastan tratando de argumentar a favor o en contra del denominado voto blanco. La verdad es que no tiene caso ahondar más en eso, simplemente todo se resume en un hecho altamente comprobable: en 2006 el voto fue para la izquierda, quizás como nunca antes en la historia de México, el abstencionismo fue reducido y la gente salió a votar a las urnas, ¿quién ganó al final?, la derecha, con trampa, pero ganó. Ahora, en 2009, sin caer en ánimos derrotistas, el panorama es peor, ni por error la ciudadanía va a votar (la poca que se atreva a ir a las urnas), menos por una izquierda dividida, tibia y mediocre. Ya del PRI, PAN y chiquipartidos mejor ni hablamos, es obvio que el pueblo sabe que esas opciones no sirven para nada.
Concluyo diciendo a todos ustedes que no se dejen engañar, las cosas no son como las están pintando y debo confesar que hasta compañeros de medios alternativos han caído en la trampa. Se debe de hablar de todo menos de lo que se debe, me refiero a la verdadera organización ciudadana, hoy lo que menos importa es organizar a la gente desde abajo, desde las familias, hasta las colonias, barrios y municipios más pobres. Todos buscan el voto porque de alguna u otra manera eso deriva en obtener el hueso para alguien, ya sea alguien que se las dé de muy izquierdoso, hasta aquellos que cínicamente son de la derecha ratera.
No te dejes engañar, con o sin abstencionismo gana la derecha, con o sin voto nulo gana la derecha, aunque vayas y votes por los menos peores va a ganar la derecha y se va a mofar de ti. La única manera de que el pueblo triunfe, inclusive manteniendo un sistema de partidos pero que sea plural y no simulado, es dándole el poder al pueblo mexicano. Se requiere darle la oportunidad a políticos de verdad, a ciudadanos responsables y a gente que busca, más que el poder, la oportunidad de servir a la nación y sacar adelante las necesidades básicas y elementales que nos siguen haciendo falta a millones de mexicanos.
*** IMPORTANTE *** Revoluciones es un proyecto de información alternativa sin fines de lucro, para mantenernos en línea requerimos de tu apoyo. Puedes ayudarnos haciendo un deposito bancario, por mínimo que sea, hazlo en el banco HSBC, al número de cuenta 6271254999 a nombre de Samuel R. García o en transferencia electrónica abonando al número Clabe: 021180062712549990. Gracias.
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