La victoria de la razón

Teodoro Rentería Arróyave

Por aclamación de todos sus miembros, revocó la Organización de Estados Americanos, OEA, la resolución de 1962 que suspendió a la República de Cuba de este organismo. Dicha revocación establece mecanismos que se activarían en caso de que Cuba exprese su deseo de retornar a la OEA, sin embargo el gobierno de la Isla ha expresado reiteradamente que no desea volver al grupo.

De todas formas la histórica decisión tomada este miércoles en San Pedro Sula, Honduras, inclusive por Estados Unidos que armó la expulsión hace 47 años, da la razón a México, que se opuso férreamente en aquel entonces y significa el más amplio triunfo moral de la Isla.

Sin embargo, la ultraderecha estadounidense se activó con la decisión de reincorporar a Cuba al organismo continental, cuando menos siete congresistas republicanos anunciaron que presentarán un proyecto de ley para suspender el aporte financiero de su país a la Organización de Estados Americanos, en caso de que La Habana fuera readmitida como país miembro, es decir, los halcones no descansan velan sus armas para defender sus exclusivos lucrativos intereses.

El diario Juventud Rebelde de Cuba, obvio, que se refirió a la noticia en su edición de este jueves, explica que el organismo debatió sobre el tema a pedido de un amplio conjunto de naciones latinoamericanas que consideran esta decisión como un acto de dignidad y justicia histórica y un reconocimiento a la resistencia del pueblo cubano.

Estados Unidos, agrega, no pudo impedir este miércoles que la 39ª Asamblea General de la OEA decidiera, por consenso de sus 34 países miembros, dejar sin efecto sin condicionalidad alguna la resolución que, en 1962, excluyó a Cuba de ese organismo, rectificación que fue calificada de “sabia y honrosa” por el presidente de Honduras, Manuel Zelaya.

“La mancha pesaba en nosotros”, aseguró el presidente nicaragüense Daniel Ortega al intervenir en el cónclave con un discurso en el que destacó la batalla heroica de Cuba durante 50 años, en medio de un bloqueo que “no es historia, es presente”.

Así fue, la OEA debatió el tema Cuba a pedido de un amplio conjunto de países latinoamericanos, en especial, debemos de resaltarlo, los miembros del ALBA y Ecuador, a pesar de que no figuraba en la agenda oficial, y este fue el dominante en las sesiones de trabajo donde un gran número de países consideró ignominiosa aquella resolución que expulsó a la Isla como represalia contra la Revolución y la digna postura del pueblo cubano en defensa de su independencia y soberanía.

Y algo que afortunadamente distribuyo la agencia mexicana, Notimex: “las negociaciones fueron tensas, al grado que la noche del martes, la secretaria estadounidense de Estado, Hillary Clinton, abandonó las deliberaciones”. De hecho Estados Unidos no pudo impedir la aprobación de esta resolución y se mantuvo todo el tiempo a la defensiva, según analistas internacionales.

Por separado los presidentes de Venezuela Hugo Chávez y de Brasil Luiz Inácio Lula Da Silva, afirmaron que es una gran victoria, claro, una gran victoria de la razón contra las caducas prácticas del imperialismo.

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