La caída del PIB en el segundo trimestre será de entre 10 y 12 por ciento

Boletín UNAM-DGCS-339
Ciudad Universitaria

* Así lo afirmó Eduardo Loría Díaz de Guzmán, coordinador del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos de la Facultad de Economía de la UNAM

* Los que siguen serán años de alto desempleo con efectos importantes en la inversión privada, dijo César Castro Quiroz, director de Estudios Económicos de CAPEM


La recuperación económica tras el efecto de una crisis como la actual, podría tardar entre 10 y 15 años, afirmó Eduardo Loría Díaz de Guzmán, coordinador del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (CEMPE) de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM.

El catedrático destacó que en México el Producto Interno Bruto en el primer trimestre del año registró una caída de 8.20 por ciento, y auguró que para los siguientes tres meses (abril-junio) la contracción del crecimiento económico oscilará entre 10.3 y 12.04 por ciento, no sólo por la situación que se presentó en los primeros meses del año, sino por el efecto de la epidemia de la influenza, los puentes de mayo y la Semana Santa.

Esa caída, dijo, puede transmitirse al tercer trimestre en un rango de -7.5 a -11.47 por ciento, y confió en que dicha contracción “toque fondo” en el cuarto trimestre del año y se registre una leve recuperación del PIB en 1.34 por ciento. “Pensaríamos que en 2010 estaríamos creciendo arriba de dos por ciento”.

Al participar en la segunda reunión trimestral del CEMPE con el tema México y Estados Unidos: crisis y eventual recuperación, moderada por el director de la FE, Roberto Escalante, expuso que para 2009 se podrían perder 700 mil plazas productivas. “Los que siguen serán años de alto desempleo, con efectos importantes sobre la inversión privada”.

Además, ahora hay que pensar cómo reinsertar a la economía mexicana en la industria estadounidense y hacia el resto del mundo, abundó Eduardo Loría.

Los principales datos macroeconómicos a escala mundial han adquirido dimensiones dramáticas y cada vez más se relacionan con los hechos de la gran depresión de los años 30: la actividad industrial ha decrecido desde enero de 2008 y hasta la fecha reporta una caída real del 13 por ciento, la más dramática desde 1946. Cifras semejantes reporta el sector manufacturero y son peores las del sector automotriz.

Hoy, finalizó, se vive una fase distinta del capitalismo donde, en el caso de la Unión Americana, el Estado participa activamente en el rescate de bancos, de organismos financieros, automotrices y hace alianzas estratégicas con empresas europeas.

César Castro Quiroz, director de estudios económicos de CAPEM, empresa dedicada al estudio de pronósticos de la economía de México, aseguró que entre la crisis actual y la de 1929 hay enormes semejanzas, pero también grandes diferencias.

En general, todos los países del mundo “financian a la economía de EU, que tiene un ahorro interno bajo, y cuya deuda ha aumentado”.

Las hipotecas se han ampliado a una tasa de 150 por ciento, en tanto que el PIB lo ha hecho sólo 20 por ciento del 2000 a la actualidad. El “grave pecado” para esa situación han sido las bajas tasas de interés, que en el 2003 fueron de cerca del uno por ciento. Como en 1929, es “veneno puro”, calificó el experto.

Hay un desplome del mercado externo del vecino país del norte. Sus importaciones han disminuido 35 por ciento, lo que significa que las exportaciones del resto del mundo están cayendo en esos niveles y, por lo tanto, la recesión de esa economía se transmite de manera amplificada hacia el resto del mundo, pero sobre todo de sus socios comerciales.

Castro Quiroz estimó que cuando concluya la crisis habrá siete millones de desempleados en Estados Unidos. El plan de Obama es generar tres millones, por lo que en términos netos habrá una pérdida de cuatro millones de puestos de trabajo, precisó.

Se podría decir que para el 2010 habrá un repunte, y en dos o tres años no se sabe si habrá una recaída, concluyó.

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