Boletín UNAM-DGCS-330
Ciudad Universitaria
* En los últimos 40 años, son cada vez más recurrentes, expuso Leticia Gómez Mendoza, del Colegio de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM
* Ángel Terán, subgerente de Monitoreo Atmosférico Ambiental del Servicio Meteorológico Nacional, apuntó que aumentará la tendencia pluvial en Chiapas y Tabasco
Especialistas del mundo han observado una tendencia al alza en las precipitaciones extremas en el sur del país. De hecho, en los últimos 40 años, la frecuencia se ha incrementado progresivamente, expuso Leticia Gómez Mendoza, del Colegio de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM.
En tanto, el subgerente de Monitoreo Atmosférico Ambiental del Servicio Meteorológico Nacional, Ángel Terán Cuevas, añadió que la propensión pluvial en Chiapas y Tabasco es positiva y aumentará. “No sabemos hasta qué grado las lluvias futuras superarán las registradas en 2007”.
Al participar en el Coloquio de Eventos Hidrometeorológicos Extremos del Sur y Sureste de México, la universitaria expuso que según la cuarta comunicación del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), en los siguientes años se incrementará globalmente el número e incidencia de eventos extremos, principalmente de carácter hidrometeorológico.
En México, se han registrado múltiples desastres de este tipo, como los huracanes Stan, Wilma y Paulina. “Esto se debe a que la precipitación es abundante en las cuencas del sur del país”, acotó.
Por esta razón, se echó a andar un proyecto de investigación enfocado a fenómenos, con la participación del Colegio de Geografía de la FFyL y el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de Medio Ambiente y Desarrollo del Instituto Politécnico Nacional, patrocinado por la Comisión Nacional del Agua, a través del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
El estudio, precisó Gómez Mendoza, comprende la zona que va del sistema volcánico transversal hacia el sur del territorio. Arrancó en 2007, con la instalación de un seminario de investigación dentro de la Facultad y busca identificar el riesgo ante la presencia de estos percances extremos.
Entre los logros del proyecto —mencionó—, se cuentan el establecimiento del seminario, la realización de tesis de licenciatura y la organización de este coloquio, efectuado en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras.
Aumenta el riesgo de inundaciones
Al ahondar en Las tendencias de las lluvias en el sureste de México en las últimas cinco décadas, Terán explicó que para determinar estos índices se analizó una base de datos que va de 1950 a 2008.
Se halló que las máximas se han registrado en las partes altas de Chiapas y bajas de Tabasco. En 2007 un frente frío estacionario (el número cuatro) indujo lluvias récord en esas entidades. Para obtener estos datos, Terán refirió que se analizaron tres subcuencas ubicadas en la zona donde se presentó la mayor concentración pluvial: los ríos Chicoasén, Hondo y Grijalva.
En las dos entidades, el comportamiento promedio para el mes de octubre se calcula en 245 milímetros, pero en 2007 rebasaron la media histórica de los últimos 57 años, con 403 milímetros.
“La lluvia ocurrida entonces fue poco usual, tuvo un factor hasta 10 veces superior a lo normal, y la gente no estaba preparada”, comentó el funcionario.
Terán expuso que el área de concentración pluvial se encuentra sobre una zona de alto impacto de tala de árboles. Los ríos que convergen sobre Tabasco cruzan la zona de mayores precipitaciones, a lo que se suman las tasas de deforestación (11, siete y 15 por ciento para las subcuencas Chicoasén, Hondo y Grijalva, respectivamente), que favorecieron la inundación.
Además de ser un evento extremo y severo sin precedentes, provocó graves deslaves en Chiapas.
La inundación de Tabasco en 2007, resumió Terán Cuevas, se debió a la alta concentración de chubascos —un evento meteorológico extremo no registrado en los últimos años—, la sobrecapacidad de transporte de los ríos aguas abajo y la deforestación.
Al analizar los percances en el área afectada, agregó, se observa que en los últimos años, en el mes de octubre, se han presentado fenómenos como los huracanes Kate y Stan, y el frente frío número cuatro.
*** IMPORTANTE *** Revoluciones es un proyecto de información alternativa sin fines de lucro, para mantenernos en línea requerimos de tu apoyo. Puedes ayudarnos haciendo un deposito bancario, por mínimo que sea, hazlo en el banco HSBC, al número de cuenta 6271254999 a nombre de Samuel R. García o en transferencia electrónica abonando al número Clabe: 021180062712549990. Gracias.
Ciudad Universitaria
* En los últimos 40 años, son cada vez más recurrentes, expuso Leticia Gómez Mendoza, del Colegio de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM
* Ángel Terán, subgerente de Monitoreo Atmosférico Ambiental del Servicio Meteorológico Nacional, apuntó que aumentará la tendencia pluvial en Chiapas y Tabasco
Especialistas del mundo han observado una tendencia al alza en las precipitaciones extremas en el sur del país. De hecho, en los últimos 40 años, la frecuencia se ha incrementado progresivamente, expuso Leticia Gómez Mendoza, del Colegio de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM.
En tanto, el subgerente de Monitoreo Atmosférico Ambiental del Servicio Meteorológico Nacional, Ángel Terán Cuevas, añadió que la propensión pluvial en Chiapas y Tabasco es positiva y aumentará. “No sabemos hasta qué grado las lluvias futuras superarán las registradas en 2007”.
Al participar en el Coloquio de Eventos Hidrometeorológicos Extremos del Sur y Sureste de México, la universitaria expuso que según la cuarta comunicación del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), en los siguientes años se incrementará globalmente el número e incidencia de eventos extremos, principalmente de carácter hidrometeorológico.
En México, se han registrado múltiples desastres de este tipo, como los huracanes Stan, Wilma y Paulina. “Esto se debe a que la precipitación es abundante en las cuencas del sur del país”, acotó.
Por esta razón, se echó a andar un proyecto de investigación enfocado a fenómenos, con la participación del Colegio de Geografía de la FFyL y el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de Medio Ambiente y Desarrollo del Instituto Politécnico Nacional, patrocinado por la Comisión Nacional del Agua, a través del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
El estudio, precisó Gómez Mendoza, comprende la zona que va del sistema volcánico transversal hacia el sur del territorio. Arrancó en 2007, con la instalación de un seminario de investigación dentro de la Facultad y busca identificar el riesgo ante la presencia de estos percances extremos.
Entre los logros del proyecto —mencionó—, se cuentan el establecimiento del seminario, la realización de tesis de licenciatura y la organización de este coloquio, efectuado en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras.
Aumenta el riesgo de inundaciones
Al ahondar en Las tendencias de las lluvias en el sureste de México en las últimas cinco décadas, Terán explicó que para determinar estos índices se analizó una base de datos que va de 1950 a 2008.
Se halló que las máximas se han registrado en las partes altas de Chiapas y bajas de Tabasco. En 2007 un frente frío estacionario (el número cuatro) indujo lluvias récord en esas entidades. Para obtener estos datos, Terán refirió que se analizaron tres subcuencas ubicadas en la zona donde se presentó la mayor concentración pluvial: los ríos Chicoasén, Hondo y Grijalva.
En las dos entidades, el comportamiento promedio para el mes de octubre se calcula en 245 milímetros, pero en 2007 rebasaron la media histórica de los últimos 57 años, con 403 milímetros.
“La lluvia ocurrida entonces fue poco usual, tuvo un factor hasta 10 veces superior a lo normal, y la gente no estaba preparada”, comentó el funcionario.
Terán expuso que el área de concentración pluvial se encuentra sobre una zona de alto impacto de tala de árboles. Los ríos que convergen sobre Tabasco cruzan la zona de mayores precipitaciones, a lo que se suman las tasas de deforestación (11, siete y 15 por ciento para las subcuencas Chicoasén, Hondo y Grijalva, respectivamente), que favorecieron la inundación.
Además de ser un evento extremo y severo sin precedentes, provocó graves deslaves en Chiapas.
La inundación de Tabasco en 2007, resumió Terán Cuevas, se debió a la alta concentración de chubascos —un evento meteorológico extremo no registrado en los últimos años—, la sobrecapacidad de transporte de los ríos aguas abajo y la deforestación.
Al analizar los percances en el área afectada, agregó, se observa que en los últimos años, en el mes de octubre, se han presentado fenómenos como los huracanes Kate y Stan, y el frente frío número cuatro.
*** IMPORTANTE *** Revoluciones es un proyecto de información alternativa sin fines de lucro, para mantenernos en línea requerimos de tu apoyo. Puedes ayudarnos haciendo un deposito bancario, por mínimo que sea, hazlo en el banco HSBC, al número de cuenta 6271254999 a nombre de Samuel R. García o en transferencia electrónica abonando al número Clabe: 021180062712549990. Gracias.
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