Gabriela Guerra Rey
El presidente Barack Obama debe pasar de declaraciones a hechos, destacó hoy Jesús Escamilla, presidente del Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba, al tratar el caso de cinco antiterroristas cubanos encarcelados en Estados Unidos.
En entrevista con Prensa Latina, el activista de esa asociación de amistad calificó de maniobra política contra la Isla, la negativa de la Corte Suprema de Justicia norteamericana a analizar el caso de Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, René González y Fernando González, presos desde hace más de 10 años.
En Estados Unidos, aún con Obama como mandatario, hay una doble moral, porque tienen detenidos a estos hombres, quienes solo procuraban proteger a su país de actos violentos perpetrados desde la potencia norteña.
Sin embargo, alegó Escamilla, dejan en libertad al terrorista confeso, Luis Posada Carriles, y además le brindan protección.
Carriles no solo es responsable de innumerables actos criminales como la voladura de un avión de cubana de aviación en 1976, suceso en el que perdieron la vida 73 personas, sino que se vanagloria de ello, señaló el representante de la solidaridad mexicana con Cuba.
El problema, reconoció, es que en Estados Unidos hay terroristas buenos y terroristas malos, y los que apoyan al sistema reciben protección, lo cual contrasta drásticamente con el mensaje gubernamental que dice que quien de refugio a un terrorista es también terrorista.
Luego de la cumbre de Las Américas que tuvo lugar en abril en Trinidad y Tobago, donde Obama se mostró complaciente en cuanto a un cambio de política del Norte con los pueblos del continente, e incluso con Cuba, ahora es necesario pasar de las promesas a las acciones reales.
Su discurso de entonces significa un cambio de matiz, no de fondo, destacó Escamilla.
En su opinión, solo hay dos actos que revelarían un verdadero cambio de política de este gobierno hacia Cuba, en primer lugar el levantamiento del bloqueo económico, financiero y comercial.
Y en segunda instancia, alegó, la liberación de los cinco, caso que ahora solo depende de Obama, luego del rechazo oficial de la justicia norteamericana.
En ambas situaciones se ve el doble rasero de Washington, y además las presiones de la mafia anticubana de Miami al sistema estadounidense, agregó.
La Corte rechazó el caso ignorando el reclamo de la humanidad y su obligación de hacer justicia, cuando recientes solicitudes internacionales de académicos, militantes de izquierda y otras personalidades, entre ellas 10 premios Nobel, han intercedido por los cubanos.
La sentencia del máximo tribunal selló la decisión tomada por una Corte de Apelaciones, que rechazó comenzar un nuevo proceso luego de que tres jueces en Atlanta habían ordenado en 2005 reabrirlo.
Los cinco, como se les conoce a nivel internacional en las campañas por su liberación, fueron detenidos en 1998 y condenados por un tribunal de Miami a penas que van desde 15 años de cárcel hasta doble cadena perpetua.
Escamilla concluyó sus declaraciones asegurando que el movimiento de solidaridad al cual representa continuará realizando acciones nacionales para exigir la liberación de los antiterroristas, así como el cese del criminal bloqueo a la Mayor de las Antillas.
Acotó que las condenas que sufren no tienen sustento moral, ni legal, ni político, que el objetivo es solo dañar a Cuba, por ello sancionan esos actos, así como el hecho de que Carriles camine libremente por las calles.
El presidente Barack Obama debe pasar de declaraciones a hechos, destacó hoy Jesús Escamilla, presidente del Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba, al tratar el caso de cinco antiterroristas cubanos encarcelados en Estados Unidos.
En entrevista con Prensa Latina, el activista de esa asociación de amistad calificó de maniobra política contra la Isla, la negativa de la Corte Suprema de Justicia norteamericana a analizar el caso de Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, René González y Fernando González, presos desde hace más de 10 años.
En Estados Unidos, aún con Obama como mandatario, hay una doble moral, porque tienen detenidos a estos hombres, quienes solo procuraban proteger a su país de actos violentos perpetrados desde la potencia norteña.
Sin embargo, alegó Escamilla, dejan en libertad al terrorista confeso, Luis Posada Carriles, y además le brindan protección.
Carriles no solo es responsable de innumerables actos criminales como la voladura de un avión de cubana de aviación en 1976, suceso en el que perdieron la vida 73 personas, sino que se vanagloria de ello, señaló el representante de la solidaridad mexicana con Cuba.
El problema, reconoció, es que en Estados Unidos hay terroristas buenos y terroristas malos, y los que apoyan al sistema reciben protección, lo cual contrasta drásticamente con el mensaje gubernamental que dice que quien de refugio a un terrorista es también terrorista.
Luego de la cumbre de Las Américas que tuvo lugar en abril en Trinidad y Tobago, donde Obama se mostró complaciente en cuanto a un cambio de política del Norte con los pueblos del continente, e incluso con Cuba, ahora es necesario pasar de las promesas a las acciones reales.
Su discurso de entonces significa un cambio de matiz, no de fondo, destacó Escamilla.
En su opinión, solo hay dos actos que revelarían un verdadero cambio de política de este gobierno hacia Cuba, en primer lugar el levantamiento del bloqueo económico, financiero y comercial.
Y en segunda instancia, alegó, la liberación de los cinco, caso que ahora solo depende de Obama, luego del rechazo oficial de la justicia norteamericana.
En ambas situaciones se ve el doble rasero de Washington, y además las presiones de la mafia anticubana de Miami al sistema estadounidense, agregó.
La Corte rechazó el caso ignorando el reclamo de la humanidad y su obligación de hacer justicia, cuando recientes solicitudes internacionales de académicos, militantes de izquierda y otras personalidades, entre ellas 10 premios Nobel, han intercedido por los cubanos.
La sentencia del máximo tribunal selló la decisión tomada por una Corte de Apelaciones, que rechazó comenzar un nuevo proceso luego de que tres jueces en Atlanta habían ordenado en 2005 reabrirlo.
Los cinco, como se les conoce a nivel internacional en las campañas por su liberación, fueron detenidos en 1998 y condenados por un tribunal de Miami a penas que van desde 15 años de cárcel hasta doble cadena perpetua.
Escamilla concluyó sus declaraciones asegurando que el movimiento de solidaridad al cual representa continuará realizando acciones nacionales para exigir la liberación de los antiterroristas, así como el cese del criminal bloqueo a la Mayor de las Antillas.
Acotó que las condenas que sufren no tienen sustento moral, ni legal, ni político, que el objetivo es solo dañar a Cuba, por ello sancionan esos actos, así como el hecho de que Carriles camine libremente por las calles.
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