Teodoro Rentería Arróyave
Si en efecto se trata de destrozar al único partido de izquierda serio en nuestro país y con ello alentar fundamentalmente a la derechas lo están logrando con especial esmero en primer lugar el llamado líder moral del Partido de la Revolución Democrática, Andrés Manuel López Obrador y demás tribus en sus vulgares disputas por las candidaturas a los puestos de elección popular.
Es inadmisible, así alegue López Obrador en su favor que tiene un compromiso con los partidos que formaron el Frente Amplio Progresista, porque lanzaron y apoyaron su frustrada candidatura a la Presidencia de la República, que apoye a los candidatos de los partidos del Trabajo y Convergencia en contra de los del PRD, que es su partido de origen, y esto sin tomar en cuenta, como lo apuntan algunos que fue el Partido Revolucionario Institucional, que abandonó también por una candidatura.
Ante tal situación, como se esperaba, reventó Jesús Ortega, presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática, en contra López Obrador; a quien acusó de traidor al partido, luego de sus declaraciones en Iztapalapa en el sentido de apoyar al candidato del Partido del Trabajo a esa demarcación, Rafael Acosta alias “Juanito” “para que después de que triunfe renuncie a favor de Clara Brugada”, desconocida como candidata del PRD por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Para entonces, explica sin rubor el tabasqueño, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón, tras la renuncia de “Juanito” propondrá a la Asamblea capitalina a Clara Brugada para sustituirlo; el problema es que de inmediato el gobernante citadino aclaró que no había sido consultado para tal maniobra por López Obrador.
Por lo pronto la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática se apresuró a registrar ante el Instituto Electoral del Distrito Federal a Silvia Oliva como su candidata a jefa delegacional por Iztapalapa, ante la negativa de hacerlo, como le correspondía a PRD capitalino que encabeza Yolanda Barrales, de la corriente lopezobradorista.
Ante toda esta maraña de intereses exclusivamente por el poder entre las tribus de del PRD, el líder de la corriente Nueva Izquierda en el Senado de la República, René Arce Islas, afirmó que pasadas las elecciones del 5 de julio se iniciará la discusión sobre la expulsión de Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática.
Todos en la disputa por el poder, nada por las luchas sociales a que obliga un partido de tal naturaleza ¡Qué manera de destrozar al partido de izquierda!
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Si en efecto se trata de destrozar al único partido de izquierda serio en nuestro país y con ello alentar fundamentalmente a la derechas lo están logrando con especial esmero en primer lugar el llamado líder moral del Partido de la Revolución Democrática, Andrés Manuel López Obrador y demás tribus en sus vulgares disputas por las candidaturas a los puestos de elección popular.
Es inadmisible, así alegue López Obrador en su favor que tiene un compromiso con los partidos que formaron el Frente Amplio Progresista, porque lanzaron y apoyaron su frustrada candidatura a la Presidencia de la República, que apoye a los candidatos de los partidos del Trabajo y Convergencia en contra de los del PRD, que es su partido de origen, y esto sin tomar en cuenta, como lo apuntan algunos que fue el Partido Revolucionario Institucional, que abandonó también por una candidatura.
Ante tal situación, como se esperaba, reventó Jesús Ortega, presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática, en contra López Obrador; a quien acusó de traidor al partido, luego de sus declaraciones en Iztapalapa en el sentido de apoyar al candidato del Partido del Trabajo a esa demarcación, Rafael Acosta alias “Juanito” “para que después de que triunfe renuncie a favor de Clara Brugada”, desconocida como candidata del PRD por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Para entonces, explica sin rubor el tabasqueño, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón, tras la renuncia de “Juanito” propondrá a la Asamblea capitalina a Clara Brugada para sustituirlo; el problema es que de inmediato el gobernante citadino aclaró que no había sido consultado para tal maniobra por López Obrador.
Por lo pronto la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática se apresuró a registrar ante el Instituto Electoral del Distrito Federal a Silvia Oliva como su candidata a jefa delegacional por Iztapalapa, ante la negativa de hacerlo, como le correspondía a PRD capitalino que encabeza Yolanda Barrales, de la corriente lopezobradorista.
Ante toda esta maraña de intereses exclusivamente por el poder entre las tribus de del PRD, el líder de la corriente Nueva Izquierda en el Senado de la República, René Arce Islas, afirmó que pasadas las elecciones del 5 de julio se iniciará la discusión sobre la expulsión de Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática.
Todos en la disputa por el poder, nada por las luchas sociales a que obliga un partido de tal naturaleza ¡Qué manera de destrozar al partido de izquierda!
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