TeleSur
El presidente del Congreso de Honduras, Roberto Micheletti, fue juramentado por el parlamento como presidente del país centroamericano, en sustitución del derrocado, Manuel Zelaya, quien fue secuestrado en horas de la madrugada de este domingo y llevado a la fuerza a Costa Rica, donde aún permanece. Poco antes, el Parlamento había aprobado un decreto mediante el cual inhabilitaba a Zeleya a pesar de haber sido electo a través del voto popular.
La colabora de teleSUR en Honduras, Regina Osorio, confirmó la designación de Micheletti en la primera magistratura y la ratificación del Legislativo del decreto con fuerza de ley, mediante el cual Manuel Zelaya queda inhabilitado.
"Los congresistas acaban de ratificar el decreto ley con el que destituyen a Manuel Zelaya", reportó Osorio, quien describió que la capital, Tegucigalpa, está totalmente tomada por militares, en especial la sede del Congreso, donde ya decenas de personas miembros de organizaciones sociales se han apostado para exigir el regreso del hilo constitucional y acusar a los parlamentarios de "secuestradores" y "violadores de la Constitución".
En un breve discurso, Micheletti prometió que en estos seis meses que ocupará la Presidencia, que de acuerdo al decreto será hasta el 27 de enero de 2010, hará "un Gobierno de conciliación y diálogo nacional", y que actuará "como lo manda la Constitución".
"Lo que hemos hecho aquí es un acto democrático (...) porque nuestro Ejército sólo ha cumplido con la función que le ordenó la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía y el mayor sentimiento del pueblo hondureño", dijo Micheletti.
De esta manera se consuma el golpe de Estado que había sido anticipado días atrás por Zelaya, que lo definió como un "golpe de Estado técnico", tras el desacato de su Jefe del Estado Mayor, Romeo Vásquez, a quien se vio forzado a destituir por desobedecer la orden de repartir el material electoral para una consulta popular no vinculante para cuestionar al pueblo si deseaba que en las elecciones generales del próximo 29 de noviembre se instalara una cuarta urna, en la que se votara sobre una Asamblea Constituyente.
Esta encuesta, apoyada con la firma de más de 400 mil personas, no pretendía, como se ha filtrado en medios de comunicación, modificar la Constitución para permitir una reelección de Zelaya, quien no iba a participar como candidato en el proceso electoral del noviembre venidero.
El presidente del Congreso de Honduras, Roberto Micheletti, fue juramentado por el parlamento como presidente del país centroamericano, en sustitución del derrocado, Manuel Zelaya, quien fue secuestrado en horas de la madrugada de este domingo y llevado a la fuerza a Costa Rica, donde aún permanece. Poco antes, el Parlamento había aprobado un decreto mediante el cual inhabilitaba a Zeleya a pesar de haber sido electo a través del voto popular.
La colabora de teleSUR en Honduras, Regina Osorio, confirmó la designación de Micheletti en la primera magistratura y la ratificación del Legislativo del decreto con fuerza de ley, mediante el cual Manuel Zelaya queda inhabilitado.
"Los congresistas acaban de ratificar el decreto ley con el que destituyen a Manuel Zelaya", reportó Osorio, quien describió que la capital, Tegucigalpa, está totalmente tomada por militares, en especial la sede del Congreso, donde ya decenas de personas miembros de organizaciones sociales se han apostado para exigir el regreso del hilo constitucional y acusar a los parlamentarios de "secuestradores" y "violadores de la Constitución".
En un breve discurso, Micheletti prometió que en estos seis meses que ocupará la Presidencia, que de acuerdo al decreto será hasta el 27 de enero de 2010, hará "un Gobierno de conciliación y diálogo nacional", y que actuará "como lo manda la Constitución".
"Lo que hemos hecho aquí es un acto democrático (...) porque nuestro Ejército sólo ha cumplido con la función que le ordenó la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía y el mayor sentimiento del pueblo hondureño", dijo Micheletti.
De esta manera se consuma el golpe de Estado que había sido anticipado días atrás por Zelaya, que lo definió como un "golpe de Estado técnico", tras el desacato de su Jefe del Estado Mayor, Romeo Vásquez, a quien se vio forzado a destituir por desobedecer la orden de repartir el material electoral para una consulta popular no vinculante para cuestionar al pueblo si deseaba que en las elecciones generales del próximo 29 de noviembre se instalara una cuarta urna, en la que se votara sobre una Asamblea Constituyente.
Esta encuesta, apoyada con la firma de más de 400 mil personas, no pretendía, como se ha filtrado en medios de comunicación, modificar la Constitución para permitir una reelección de Zelaya, quien no iba a participar como candidato en el proceso electoral del noviembre venidero.
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