Boletín UNAM-DGCS-321
Ciudad Universitaria
* El fármaco, desarrollado por Alejandro Alagón Cano del Instituto de Biotecnología de la UNAM y comercializado por el Instituto Bioclon, se aplicó a niños de Arizona
* En todos los casos, el antiveneno Alacramyn inhibió la toxicidad y evitó daño respiratorio y al sistema nervioso
* Los resultados del estudio se publicaron en la revista The New England Journal of Medicine y constituyen un paso a la autorización del producto en la Unión Americana
Un antiveneno contra la picadura de alacrán desarrollado en México por Alejandro Alagón Cano, investigador del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, y comercializado por la empresa Instituto Bioclon, fue probado con éxito en un grupo de niños estadounidenses.
El medicamento llamado Alacramyn, ampliamente utilizado en México y en algunos países de Centroamérica, se aplicó a un grupo de 15 niños de Tucson, Arizona, que habían sido picados por alacranes.
En el estudio, ocho de los pacientes (casi todos menores de seis años) fueron atendidos con el antiveneno mexicano, mientras que a los otros siete se les aplicó un placebo sin medicación alguna.
“En los casos en que usamos nuestro antiveneno, los síntomas de toxicidad causados por la ponzoña de alacrán desaparecieron en un periodo de dos a cuatro horas, mientras que los pacientes que recibieron un placebo requirieron una mayor cantidad de sedantes y más horas de hospitalización para ser atendidos”, explicó Alagón.
La toxicidad del veneno de alacrán produce movimientos involuntarios de ojos, brazos y piernas, excesiva sudoración o resequedad en la piel, salivación exagerada o resequedad en la boca, y dificultades respiratorias severas.
A consecuencia del daño respiratorio, los pacientes con picadura de alacrán que no son atendidos pueden morir por asfixia en periodos de apenas 45 minutos si son niños y de menos de dos horas si se trata de adultos.
“Es difícil saber cuáles son las causas de que algunas personas tengan síntomas muy graves mientras otras tienen apenas una reacción local en el sitio de la picadura. Creo que depende de la cantidad de tósigo que el alacrán logra introducir al cuerpo humano, y de una mayor reacción de algunas personas a esta sustancia tóxica. Por ello, lo recomendable es contar con el antiveneno”, sugirió el médico y doctor en Ciencias Biomédicas, distinguido con los premios Nacional de Ciencias y Artes 2005 y Universidad Nacional 2004.
Los resultados del trabajo de Alagón fueron publicados hace unos días en la revista científica The New England Journal of Medicine, una de las publicaciones más importantes del mundo en su especialidad.
Buscan autorización de EU
Los resultados del estudio realizado en Arizona, en el que todos los pacientes atendidos con Alacramyn se recuperaron rápidamente, abre un camino interesante para este producto, porque en la región de Arizona, así como en algunas partes de Nuevo México, en el sur de Estados Unidos, no existen medicamentos antialacránicos como el desarrollado en la UNAM.
El artículo destaca que en Arizona cada año se registran ocho mil picaduras de alacrán, de las cuales unas 200 derivan en envenenamiento severo y requieren tratamiento médico. En los pequeños poblados de ese estado no existen unidades pediátricas de cuidado intensivo.
El compuesto es una alternativa eficiente para atender la toxicidad de forma inmediata porque inhibe el efecto de las toxinas, que son “secuestradas” por un grupo de anticuerpos que se activan con el antídoto.
El antiveneno es de amplio espectro y sirve para inhibir la toxicidad de todas las especies de alacranes mexicanos, algunos de los cuales viven en el sur de Estados Unidos.
Alagón reconoció que la publicación del artículo científico puede promover el escenario adecuado para que el fármaco Alacramyn sea autorizado por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
“Desde hace varios años, el antiveneno que desarrollamos la UNAM y el Instituto Bioclon ha sido evaluado por la FDA, pero aún no contamos con la autorización para su venta en la Unión Americana”, aclaró Alagón.
De lograrse esa aprobación, que podría concretarse entre este año y el 2010, el antiveneno Alacramyn sería el primer fármaco mexicano autorizado para su venta en Estados Unidos.
Ciudad Universitaria
* El fármaco, desarrollado por Alejandro Alagón Cano del Instituto de Biotecnología de la UNAM y comercializado por el Instituto Bioclon, se aplicó a niños de Arizona
* En todos los casos, el antiveneno Alacramyn inhibió la toxicidad y evitó daño respiratorio y al sistema nervioso
* Los resultados del estudio se publicaron en la revista The New England Journal of Medicine y constituyen un paso a la autorización del producto en la Unión Americana
Un antiveneno contra la picadura de alacrán desarrollado en México por Alejandro Alagón Cano, investigador del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, y comercializado por la empresa Instituto Bioclon, fue probado con éxito en un grupo de niños estadounidenses.
El medicamento llamado Alacramyn, ampliamente utilizado en México y en algunos países de Centroamérica, se aplicó a un grupo de 15 niños de Tucson, Arizona, que habían sido picados por alacranes.
En el estudio, ocho de los pacientes (casi todos menores de seis años) fueron atendidos con el antiveneno mexicano, mientras que a los otros siete se les aplicó un placebo sin medicación alguna.
“En los casos en que usamos nuestro antiveneno, los síntomas de toxicidad causados por la ponzoña de alacrán desaparecieron en un periodo de dos a cuatro horas, mientras que los pacientes que recibieron un placebo requirieron una mayor cantidad de sedantes y más horas de hospitalización para ser atendidos”, explicó Alagón.
La toxicidad del veneno de alacrán produce movimientos involuntarios de ojos, brazos y piernas, excesiva sudoración o resequedad en la piel, salivación exagerada o resequedad en la boca, y dificultades respiratorias severas.
A consecuencia del daño respiratorio, los pacientes con picadura de alacrán que no son atendidos pueden morir por asfixia en periodos de apenas 45 minutos si son niños y de menos de dos horas si se trata de adultos.
“Es difícil saber cuáles son las causas de que algunas personas tengan síntomas muy graves mientras otras tienen apenas una reacción local en el sitio de la picadura. Creo que depende de la cantidad de tósigo que el alacrán logra introducir al cuerpo humano, y de una mayor reacción de algunas personas a esta sustancia tóxica. Por ello, lo recomendable es contar con el antiveneno”, sugirió el médico y doctor en Ciencias Biomédicas, distinguido con los premios Nacional de Ciencias y Artes 2005 y Universidad Nacional 2004.
Los resultados del trabajo de Alagón fueron publicados hace unos días en la revista científica The New England Journal of Medicine, una de las publicaciones más importantes del mundo en su especialidad.
Buscan autorización de EU
Los resultados del estudio realizado en Arizona, en el que todos los pacientes atendidos con Alacramyn se recuperaron rápidamente, abre un camino interesante para este producto, porque en la región de Arizona, así como en algunas partes de Nuevo México, en el sur de Estados Unidos, no existen medicamentos antialacránicos como el desarrollado en la UNAM.
El artículo destaca que en Arizona cada año se registran ocho mil picaduras de alacrán, de las cuales unas 200 derivan en envenenamiento severo y requieren tratamiento médico. En los pequeños poblados de ese estado no existen unidades pediátricas de cuidado intensivo.
El compuesto es una alternativa eficiente para atender la toxicidad de forma inmediata porque inhibe el efecto de las toxinas, que son “secuestradas” por un grupo de anticuerpos que se activan con el antídoto.
El antiveneno es de amplio espectro y sirve para inhibir la toxicidad de todas las especies de alacranes mexicanos, algunos de los cuales viven en el sur de Estados Unidos.
Alagón reconoció que la publicación del artículo científico puede promover el escenario adecuado para que el fármaco Alacramyn sea autorizado por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
“Desde hace varios años, el antiveneno que desarrollamos la UNAM y el Instituto Bioclon ha sido evaluado por la FDA, pero aún no contamos con la autorización para su venta en la Unión Americana”, aclaró Alagón.
De lograrse esa aprobación, que podría concretarse entre este año y el 2010, el antiveneno Alacramyn sería el primer fármaco mexicano autorizado para su venta en Estados Unidos.
Comentarios