Teodoro Rentería Arróyave
México se debate entre salvadores de la humanidad, que quede claro, no de México y funcionarios chanchuñeros, que quede más claro, de toda laya, sin que acertemos a solucionar los graves problemas por negligencia o por incapacidad por eso se dice y con razón que desde los años setenta las generaciones de esa década a la fecha han vivido en continuas crisis.
Muy a pesar de que los brotes de la llamada influenza H1N1 o Humana, no se nos vayan a ofender los porcinos, ya pasan de 4 mil 379 en todo el planeta y de que se haga amplia publicidad al hecho de que Estados Unidos tiene ahora más casos que los que se han dado en nuestro país –a la fecha según reporte de la Secretaría de Salud son mil 626 y 48 fallecimientos-, existe un escepticismo generalizado en la población por causas que hasta el momento nadie ha podido explicar adecuadamente:
¿Por qué, y son preguntas, se avisó tan tarde de la epidemia que se había presentado, cerca de dos meses después del primer brote, a saber 4 de marzo y 29 de abril?
¿Por qué las drásticas medidas, que casi paralizaron al país, eso sí aprovechando el largo fin de semana de asueto?
Pregunta muy recurrente: ¿Por qué en México se mueren los enfermos y en el extranjero no? Inclusive, debe de aceptarse sin demagogias que el compatriota que llegó grave a Hong Kong, República Popular de China y que despertó la alarma y las decisiones sanitarias, para algunos extremas, fue salvado en esa nación.
¿Por qué ahora se levanta la veda y se reanudan las clases, cuando el propio secretario de Salud, José Antonio Córdoba Villalobos ha asegurado que no ha pasado la emergencia y se presentan incidencias graves en los estados de Jalisco, Hidalgo y Guerrero?
Al respecto, se denuncia que el gobierno panista de la entidad occidental escondió las cifras de los infectados y ahora ante la situación grave que se le presenta tuvo que dar el aviso de la real situación aparejada con la decisión de reanudar clases hasta el próximo lunes 18, medida que ya habían tomado los estados de Guerrero, Hidalgo y San Luis Potosí y a la que se sumaron Chiapas, Nayarit y Zacatecas.
Y luego, para aumentar la polémica, el presidente, Felipe Caderón Hinojosa se llama “salvador de la Humanidad”, en una reacción irreflexiva por las medidas sanitarias que tomaron varios países y que aquí el chauvinismo exacerbado, valga la redundancia, hizo ver como actos discriminatorios y xenófobos de esas naciones contra los mexicanos, cuando fue magnificada por el propio gobierno azteca la alarma epidemiológica.
A tal grado fue el susto, que Haití se negó a recibir la ayuda alimentaria mexicana, que hizo caer en otro dislate al estilo Fox, al mandatario con una frase, esa sí hiriente y xenófoba: “En Haití se mueren de hambre”, aquí en México, le faltó completar, nos morimos de todo: de miseria, de violencia y de la influenza. Para finalizar otra decisión patriotera dominguera: México cancela su participación en el Salón Internacional de la Alimentación a celebrarse del 19 al 21 de este mes en Shangai, China.
¿Y cómo llamarnos salvadores del mundo, cuando tuvimos que recurrir al extranjero para que nos hicieran las pruebas de las cepas del nuevo virus H1N1, -Canadá-, los medicamentos fueron descubiertos en otro –China-, comercializados por laboratorios de otros más -suizos, italianos y estadounidenses-, ¿quién salvo a quién? Sería el contra cuestionamiento.
En conclusión, preguntas estas, que como muchas otras en la historia, se quedarán sin respuestas amplias, argumentadas, pero sobre todo, convincentes.
*** IMPORTANTE *** Revoluciones es un proyecto de información alternativa sin fines de lucro, para mantenernos en línea requerimos de tu apoyo. Puedes ayudarnos haciendo un deposito bancario, por mínimo que sea, hazlo en el banco HSBC, al número de cuenta 6271254999 a nombre de Samuel R. García o en transferencia electrónica abonando al número Clabe: 021180062712549990. Gracias.
México se debate entre salvadores de la humanidad, que quede claro, no de México y funcionarios chanchuñeros, que quede más claro, de toda laya, sin que acertemos a solucionar los graves problemas por negligencia o por incapacidad por eso se dice y con razón que desde los años setenta las generaciones de esa década a la fecha han vivido en continuas crisis.
Muy a pesar de que los brotes de la llamada influenza H1N1 o Humana, no se nos vayan a ofender los porcinos, ya pasan de 4 mil 379 en todo el planeta y de que se haga amplia publicidad al hecho de que Estados Unidos tiene ahora más casos que los que se han dado en nuestro país –a la fecha según reporte de la Secretaría de Salud son mil 626 y 48 fallecimientos-, existe un escepticismo generalizado en la población por causas que hasta el momento nadie ha podido explicar adecuadamente:
¿Por qué, y son preguntas, se avisó tan tarde de la epidemia que se había presentado, cerca de dos meses después del primer brote, a saber 4 de marzo y 29 de abril?
¿Por qué las drásticas medidas, que casi paralizaron al país, eso sí aprovechando el largo fin de semana de asueto?
Pregunta muy recurrente: ¿Por qué en México se mueren los enfermos y en el extranjero no? Inclusive, debe de aceptarse sin demagogias que el compatriota que llegó grave a Hong Kong, República Popular de China y que despertó la alarma y las decisiones sanitarias, para algunos extremas, fue salvado en esa nación.
¿Por qué ahora se levanta la veda y se reanudan las clases, cuando el propio secretario de Salud, José Antonio Córdoba Villalobos ha asegurado que no ha pasado la emergencia y se presentan incidencias graves en los estados de Jalisco, Hidalgo y Guerrero?
Al respecto, se denuncia que el gobierno panista de la entidad occidental escondió las cifras de los infectados y ahora ante la situación grave que se le presenta tuvo que dar el aviso de la real situación aparejada con la decisión de reanudar clases hasta el próximo lunes 18, medida que ya habían tomado los estados de Guerrero, Hidalgo y San Luis Potosí y a la que se sumaron Chiapas, Nayarit y Zacatecas.
Y luego, para aumentar la polémica, el presidente, Felipe Caderón Hinojosa se llama “salvador de la Humanidad”, en una reacción irreflexiva por las medidas sanitarias que tomaron varios países y que aquí el chauvinismo exacerbado, valga la redundancia, hizo ver como actos discriminatorios y xenófobos de esas naciones contra los mexicanos, cuando fue magnificada por el propio gobierno azteca la alarma epidemiológica.
A tal grado fue el susto, que Haití se negó a recibir la ayuda alimentaria mexicana, que hizo caer en otro dislate al estilo Fox, al mandatario con una frase, esa sí hiriente y xenófoba: “En Haití se mueren de hambre”, aquí en México, le faltó completar, nos morimos de todo: de miseria, de violencia y de la influenza. Para finalizar otra decisión patriotera dominguera: México cancela su participación en el Salón Internacional de la Alimentación a celebrarse del 19 al 21 de este mes en Shangai, China.
¿Y cómo llamarnos salvadores del mundo, cuando tuvimos que recurrir al extranjero para que nos hicieran las pruebas de las cepas del nuevo virus H1N1, -Canadá-, los medicamentos fueron descubiertos en otro –China-, comercializados por laboratorios de otros más -suizos, italianos y estadounidenses-, ¿quién salvo a quién? Sería el contra cuestionamiento.
En conclusión, preguntas estas, que como muchas otras en la historia, se quedarán sin respuestas amplias, argumentadas, pero sobre todo, convincentes.
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