Boletín UNAM-DGCS-291
Ciudad Universitaria
* La propuesta de Enrique Ríos Szalay, académico del posgrado de la Facultad de Odontología, consiste en usar una fresa de carburo de tungsteno
* Con esta técnica se tiene mayor control, sangrado mínimo y permite adaptar fácilmente un provisional de acrílico desde la primera cita, asegurando un mejor lecho en menos tiempo
El profesor del posgrado de la Facultad de Odontología (FO), Enrique Ríos Szalay, tomó una de las técnicas empleadas para manejar tejidos blandos (encías) y la perfeccionó para colocar un diente artificial o alojar un implante.
El procedimiento desarrollado íntegramente en la UNAM, ofrece la ventaja de que al emplearlo no hay sangrado, ofrece mayor visibilidad, brinda un mejor control del área donde se trabaja, lo que permite adaptar un provisional de acrílico en una sola consulta y ofrece una recuperación más rápida, indicó.
El especialista en prótesis bucales empezó a practicar este procedimiento —denominado Creación de Lechos para Pónticos Ovoides con Fresa de Carburo— hace unos cuatro años, tanto en sus actividades docentes en la Universidad como en su consulta privada, con resultados favorables.
El también presidente del Consejo Mexicano de Rehabilitación Oral y Maxilofacial, A.C., mencionó que la sustitución de dientes naturales puede incluir una versátil serie de procedimientos clínicos que dependen del área a trabajar, el tiempo de tratamiento, exigencia estética, factores psicológicos y costo.
Dentro de este abanico de oportunidades es posible reemplazar cualquier tipo de diente, sea anterior o posterior, mediante implantes de oseintegración, sin necesidad de emplear dientes contiguos remanentes que funcionen como pilares, puntualizó.
El manejo de las áreas desdentadas al momento de empatar la prótesis con las encías siempre ha representado un reto para los odontólogos, porque la meta es ofrecer al paciente un trabajo que proporcione la mejor función posible, con una apariencia realmente natural y que sea fácil de limpiar, lo que representa mayor durabilidad.
La propuesta es crear en el tejido blando un lecho ovoide que lo mismo sirva para alojar un diente artificial o póntico (como parte de una prótesis convencional) que un implante con las características antes mencionadas.
Técnica 100 por ciento universitaria
Ríos Szalay refirió que se han propuesto muchas técnicas para realizar este tipo de procedimientos y una de ellas consiste en moldear la superficie de la encía para crear un lecho donde se alojará un póntico o diente artificial, utilizando una fresa de diamante en forma redondeada.
Según el odontólogo, este procedimiento ofrecía muchas ventajas, pero podía ser perfeccionado, sobre todo para evitar el desgarramiento del tejido con el diamante. Por ello, propuso utilizar una fresa de carburo de tungsteno de tamaño grande, que permite controlar mejor el corte, porque la disposición de las navajas crea una hemostasia (sistema del organismo para evitar la pérdida de sangre tras una rotura vascular), lo que incrementa la visibilidad a lo largo del procedimiento.
Otra ventaja es que al no haber hemorragia, es posible adaptar un provisional de acrílico en la misma consulta y lograr una rápida recuperación.
Ciudad Universitaria
* La propuesta de Enrique Ríos Szalay, académico del posgrado de la Facultad de Odontología, consiste en usar una fresa de carburo de tungsteno
* Con esta técnica se tiene mayor control, sangrado mínimo y permite adaptar fácilmente un provisional de acrílico desde la primera cita, asegurando un mejor lecho en menos tiempo
El profesor del posgrado de la Facultad de Odontología (FO), Enrique Ríos Szalay, tomó una de las técnicas empleadas para manejar tejidos blandos (encías) y la perfeccionó para colocar un diente artificial o alojar un implante.
El procedimiento desarrollado íntegramente en la UNAM, ofrece la ventaja de que al emplearlo no hay sangrado, ofrece mayor visibilidad, brinda un mejor control del área donde se trabaja, lo que permite adaptar un provisional de acrílico en una sola consulta y ofrece una recuperación más rápida, indicó.
El especialista en prótesis bucales empezó a practicar este procedimiento —denominado Creación de Lechos para Pónticos Ovoides con Fresa de Carburo— hace unos cuatro años, tanto en sus actividades docentes en la Universidad como en su consulta privada, con resultados favorables.
El también presidente del Consejo Mexicano de Rehabilitación Oral y Maxilofacial, A.C., mencionó que la sustitución de dientes naturales puede incluir una versátil serie de procedimientos clínicos que dependen del área a trabajar, el tiempo de tratamiento, exigencia estética, factores psicológicos y costo.
Dentro de este abanico de oportunidades es posible reemplazar cualquier tipo de diente, sea anterior o posterior, mediante implantes de oseintegración, sin necesidad de emplear dientes contiguos remanentes que funcionen como pilares, puntualizó.
El manejo de las áreas desdentadas al momento de empatar la prótesis con las encías siempre ha representado un reto para los odontólogos, porque la meta es ofrecer al paciente un trabajo que proporcione la mejor función posible, con una apariencia realmente natural y que sea fácil de limpiar, lo que representa mayor durabilidad.
La propuesta es crear en el tejido blando un lecho ovoide que lo mismo sirva para alojar un diente artificial o póntico (como parte de una prótesis convencional) que un implante con las características antes mencionadas.
Técnica 100 por ciento universitaria
Ríos Szalay refirió que se han propuesto muchas técnicas para realizar este tipo de procedimientos y una de ellas consiste en moldear la superficie de la encía para crear un lecho donde se alojará un póntico o diente artificial, utilizando una fresa de diamante en forma redondeada.
Según el odontólogo, este procedimiento ofrecía muchas ventajas, pero podía ser perfeccionado, sobre todo para evitar el desgarramiento del tejido con el diamante. Por ello, propuso utilizar una fresa de carburo de tungsteno de tamaño grande, que permite controlar mejor el corte, porque la disposición de las navajas crea una hemostasia (sistema del organismo para evitar la pérdida de sangre tras una rotura vascular), lo que incrementa la visibilidad a lo largo del procedimiento.
Otra ventaja es que al no haber hemorragia, es posible adaptar un provisional de acrílico en la misma consulta y lograr una rápida recuperación.
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