Boletín UNAM-DGCS-325
Ciudad Universitaria
* Las condiciones actuales del planeta exigen cuidar los recursos para resolver el problema
* El Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM diseñó el Plan Maestro para el rescate del único río vivo que queda en la metrópoli, el Magdalena
Para solucionar la escasez de agua en la Ciudad de México y los costos e impactos ecológicos, es necesario hacer que la obra hidráulica resuelva este problema sin involucrar a la ciudadanía, señaló el secretario técnico de Proyectos Especiales del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM, Arsenio González Reynoso.
Al participar en la mesa redonda ¿Escasez de agua en la Ciudad de México o crisis de un modelo de gestión?, el especialista expuso la situación actual de la capital y rastreó en los antecedentes de la carencia hídrica en la época prehispánica.
A principios del siglo XX, relató, ingenieros descubrieron que al extraer líquido del subsuelo, las arcillas se compactan y se producen hundimientos superficiales. Este fenómeno implicaba un límite para la sustracción, y así se justificó el primer sistema de abastecimiento lejano, proveniente del río Lerma.
Después, se percataron de que el agua no era suficiente para cubrir la demanda urbana y se construyó la red Cutzamala, que aprovechaba un método hidroeléctrico.
Para comprender el funcionamiento del abastecimiento, dijo, no basta con estudiar el Valle de México, se debe considerar que son cuatro las fuentes de aprovisionamiento y que 30 por ciento del recurso proviene de cuencas vecinas.
Además, las cifras oficiales no están actualizadas, y la mayoría no son mediciones, sino cálculos. Por ejemplo, se creía que la contención del río Magdalena era de 20 kilómetros, cuando en realidad es de 30, agregó.
El mapa general señala que los acuíferos de la zona conurbada están sumamente explotados y experimentan el mismo problema de hundimiento que se observa en el Centro Histórico del Distrito Federal, por lo que las nuevas obras proponen un reabastecimiento, indicó González Reynoso.
Por ello, mencionó el académico, la tendencia actual es proteger al DF, y como parte de ese esfuerzo se ha propuesto recuperar el último río vivo que tiene, el Magdalena y además, rescatar Xochimilco.
Al encuentro, asistieron miembros de organizaciones civiles, además del representante del Movimiento Mazahua, Santiago Pérez Alvarado; el investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, Jorge Legorreta; María Luisa Torregrosa, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), y Jacobo Espinoza, de la Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua (Comda).
Ciudad Universitaria
* Las condiciones actuales del planeta exigen cuidar los recursos para resolver el problema
* El Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM diseñó el Plan Maestro para el rescate del único río vivo que queda en la metrópoli, el Magdalena
Para solucionar la escasez de agua en la Ciudad de México y los costos e impactos ecológicos, es necesario hacer que la obra hidráulica resuelva este problema sin involucrar a la ciudadanía, señaló el secretario técnico de Proyectos Especiales del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM, Arsenio González Reynoso.
Al participar en la mesa redonda ¿Escasez de agua en la Ciudad de México o crisis de un modelo de gestión?, el especialista expuso la situación actual de la capital y rastreó en los antecedentes de la carencia hídrica en la época prehispánica.
A principios del siglo XX, relató, ingenieros descubrieron que al extraer líquido del subsuelo, las arcillas se compactan y se producen hundimientos superficiales. Este fenómeno implicaba un límite para la sustracción, y así se justificó el primer sistema de abastecimiento lejano, proveniente del río Lerma.
Después, se percataron de que el agua no era suficiente para cubrir la demanda urbana y se construyó la red Cutzamala, que aprovechaba un método hidroeléctrico.
Para comprender el funcionamiento del abastecimiento, dijo, no basta con estudiar el Valle de México, se debe considerar que son cuatro las fuentes de aprovisionamiento y que 30 por ciento del recurso proviene de cuencas vecinas.
Además, las cifras oficiales no están actualizadas, y la mayoría no son mediciones, sino cálculos. Por ejemplo, se creía que la contención del río Magdalena era de 20 kilómetros, cuando en realidad es de 30, agregó.
El mapa general señala que los acuíferos de la zona conurbada están sumamente explotados y experimentan el mismo problema de hundimiento que se observa en el Centro Histórico del Distrito Federal, por lo que las nuevas obras proponen un reabastecimiento, indicó González Reynoso.
Por ello, mencionó el académico, la tendencia actual es proteger al DF, y como parte de ese esfuerzo se ha propuesto recuperar el último río vivo que tiene, el Magdalena y además, rescatar Xochimilco.
Al encuentro, asistieron miembros de organizaciones civiles, además del representante del Movimiento Mazahua, Santiago Pérez Alvarado; el investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, Jorge Legorreta; María Luisa Torregrosa, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), y Jacobo Espinoza, de la Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua (Comda).
Comentarios
Gracias y saludos.
Arsenio
arsenio1968@yahoo.com.mx
Arsenio E. González Reynoso
http://hidropolitana.blogspot.com