Guadalupe Cruz Jaimes (CIMAC)
Ante el cierre parcial de alrededor de 35 mil restaurantes en el Distrito Federal, desde el pasado 28 de abril, la Secretaría de Finanzas del Gobierno capitalino dará “de buena fe” 50 pesos diarios a las y los miles de trabajadores del sector, la mayoría mujeres, que en un día de labores perciben alrededor de 5 veces más esta cantidad.
María Eugenia Núñez es la encargada de la marisquería “Roger y Albert”, desde hace cuatro años, y tiene a su cargo 8 meseras y meseros, la mayoría mujeres, todas ellas jefas de familia, madres solteras que desde la semana pasada fueron suspendidas de sus labores y dejaron de percibir las propinas con las que sostienen a sus hijas e hijos.
Por esta medida preventiva para que no haya un brote de contagio del virus de influenza humana, “además de afectar al patrón porque las ventas han caído hasta en un noventa por ciento, las meseras son las que lo han sentido más por que ellas dependen de lo que ganan aquí, entre 200 y 250 pesos”, señaló María Eugenia a CIMAC.
A decir de la señora Núñez, quien es “madre y padre” de sus 4 hijos que cursan la preparatoria y la universidad, es correcto que se vea por la salud de la ciudadanía, pero es necesario también que se piense en este sector y se pongan medidas para resarcir las pérdidas económicas para las trabajadoras y trabajadores.
Porque para María Eugenia los 50 pesos que dará el Gobierno del DF (GDF) a las y los capitalinos afectados no son suficientes ante esta situación que “nos ha afectado demasiado”.
Ellas tienen que resolverlo solas
Sobre este tema, Inés González, experta en temas laborales, de la Fundación Friedrich Ebert, manifestó a CIMAC que frente a este tipo de problemas sociales se toman medidas sin considerar las condiciones del mundo del trabajo. “No se piensa en las madres trabajadoras y por ello no se toman medidas colaterales para que no sean afectadas. Se resuelve un problema y se abre otro”, lamentó.
“Ellas son las sacrificadas, tienen que resolverlo solas, con o sin la flexibilidad por parte de sus patrones. En algunos casos las empresas dicen si te puedes ir, pero vas a tener pérdidas económicas y de derechos. A final de cuentas tendrán que reponer los tiempos y los costos sociales, económicos y de producción”, aseveró.
Entonces, dijo, las trabajadoras tienen que resolver de forma personal un problema que “tiene una razón social”, porque la mayoría de las mujeres “seguimos cargando con la responsabilidad de la atención y cuidado de las hijas y los hijos porque los varones solidarios siguen siendo los menos”, expresó Inés González.
Cabe mencionar que a nivel federal Agustín Cartens, secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), refirió ayer en conferencia de prensa que debido a la contingencia por el virus de influenza humana habrá un impacto a la economía nacional pues es un evento adicional a la desaceleración económica que aqueja a nuestro país desde finales de 2008. Lo que se espera que ocurra es “un rebote inmediato” que no destruirá la capacidad productiva, mencionó.
Ayuda “de buena fe”
En tanto, Benito Mirón Lince, secretario de Trabajo y Fomento al Empleo (ST y FE) del DF señaló a CIMAC que la Secretaría de Finazas de la Ciudad de México dará a las empresas 50 pesos por día no laborado a cada trabajadora y trabajador de bares y restaurantes.
El GDF creará un fondo de un millón 750 mil pesos para las y los meseros afectados económicamente por la contingencia. Esta acción será “de buena fe” ya que los propietarios sólo tendrán que registrarse y decir cuántas trabajadoras y trabajadores tienen a su cargo y por cuántos días fueron suspendidos para poder recibir los recursos.
No se les solicitará que estén dados de alta en el Seguro Social. Además de que confiarán en que los empresarios den la información verdadera a las autoridades capitalinas y también que otorguen a las y los meseros el dinero destinado.
La información sobre las empresas que recibieron los recursos podrán consultarse por Internet y las y los trabajadores que no reciban la cantidad por día no laborado a causa de la contingencia podrán exigirlo ante la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet), con abogados de servicio gratuito.
Y se iniciaría por la vía conciliatoria, luego la comprobación y posteriormente de tipo legal porque no sólo sería la falta de pago de salarios si no en fraude, indicó Mirón Lince.
Por otra parte, el funcionario refirió que por la contingencia y la suspensión de clases de las y los estudiantes, la situación laboral de las trabajadoras se agudiza por la falta de recursos y las responsabilidades que ahora tienen en el hogar. Sin embargo, esta dependencia además de exhortar a los patrones y brindar respaldo jurídico en caso de haber represalias en contra de ellas por inasistencias no tiene algún acuerdo concreto con el sector.
“Seguiremos con las medidas que se han tomado y si llegarán a tener algún tipo de represalia por parte de los patrones por no cumplir con los horarios de trabajo o ausentarse algún día podrán acudir a la Profedet. No hay justificación, ni causas imputables a las y los trabajadores para que sean despedidos o se afecte sus condiciones de trabajo”, afirmó.
Siempre que se presente una emergencia, hay sectores que se ven más afectados que otros, porque se interpone el bienestar colectivo al de algunos sectores, como en este caso el de las y los meseros, porque la prioridad en este momento es la salud.
A decir del funcionario las medidas que se han tomado y que afectan al personal que labora en los bares y restaurantes, principalmente meseras y meseros, son “justificables” porque se hace pensando en el bienestar colectivo. Además, dijo, que no se tienen porque perder empleos por una medida emergente.
Ante el cierre parcial de alrededor de 35 mil restaurantes en el Distrito Federal, desde el pasado 28 de abril, la Secretaría de Finanzas del Gobierno capitalino dará “de buena fe” 50 pesos diarios a las y los miles de trabajadores del sector, la mayoría mujeres, que en un día de labores perciben alrededor de 5 veces más esta cantidad.
María Eugenia Núñez es la encargada de la marisquería “Roger y Albert”, desde hace cuatro años, y tiene a su cargo 8 meseras y meseros, la mayoría mujeres, todas ellas jefas de familia, madres solteras que desde la semana pasada fueron suspendidas de sus labores y dejaron de percibir las propinas con las que sostienen a sus hijas e hijos.
Por esta medida preventiva para que no haya un brote de contagio del virus de influenza humana, “además de afectar al patrón porque las ventas han caído hasta en un noventa por ciento, las meseras son las que lo han sentido más por que ellas dependen de lo que ganan aquí, entre 200 y 250 pesos”, señaló María Eugenia a CIMAC.
A decir de la señora Núñez, quien es “madre y padre” de sus 4 hijos que cursan la preparatoria y la universidad, es correcto que se vea por la salud de la ciudadanía, pero es necesario también que se piense en este sector y se pongan medidas para resarcir las pérdidas económicas para las trabajadoras y trabajadores.
Porque para María Eugenia los 50 pesos que dará el Gobierno del DF (GDF) a las y los capitalinos afectados no son suficientes ante esta situación que “nos ha afectado demasiado”.
Ellas tienen que resolverlo solas
Sobre este tema, Inés González, experta en temas laborales, de la Fundación Friedrich Ebert, manifestó a CIMAC que frente a este tipo de problemas sociales se toman medidas sin considerar las condiciones del mundo del trabajo. “No se piensa en las madres trabajadoras y por ello no se toman medidas colaterales para que no sean afectadas. Se resuelve un problema y se abre otro”, lamentó.
“Ellas son las sacrificadas, tienen que resolverlo solas, con o sin la flexibilidad por parte de sus patrones. En algunos casos las empresas dicen si te puedes ir, pero vas a tener pérdidas económicas y de derechos. A final de cuentas tendrán que reponer los tiempos y los costos sociales, económicos y de producción”, aseveró.
Entonces, dijo, las trabajadoras tienen que resolver de forma personal un problema que “tiene una razón social”, porque la mayoría de las mujeres “seguimos cargando con la responsabilidad de la atención y cuidado de las hijas y los hijos porque los varones solidarios siguen siendo los menos”, expresó Inés González.
Cabe mencionar que a nivel federal Agustín Cartens, secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), refirió ayer en conferencia de prensa que debido a la contingencia por el virus de influenza humana habrá un impacto a la economía nacional pues es un evento adicional a la desaceleración económica que aqueja a nuestro país desde finales de 2008. Lo que se espera que ocurra es “un rebote inmediato” que no destruirá la capacidad productiva, mencionó.
Ayuda “de buena fe”
En tanto, Benito Mirón Lince, secretario de Trabajo y Fomento al Empleo (ST y FE) del DF señaló a CIMAC que la Secretaría de Finazas de la Ciudad de México dará a las empresas 50 pesos por día no laborado a cada trabajadora y trabajador de bares y restaurantes.
El GDF creará un fondo de un millón 750 mil pesos para las y los meseros afectados económicamente por la contingencia. Esta acción será “de buena fe” ya que los propietarios sólo tendrán que registrarse y decir cuántas trabajadoras y trabajadores tienen a su cargo y por cuántos días fueron suspendidos para poder recibir los recursos.
No se les solicitará que estén dados de alta en el Seguro Social. Además de que confiarán en que los empresarios den la información verdadera a las autoridades capitalinas y también que otorguen a las y los meseros el dinero destinado.
La información sobre las empresas que recibieron los recursos podrán consultarse por Internet y las y los trabajadores que no reciban la cantidad por día no laborado a causa de la contingencia podrán exigirlo ante la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet), con abogados de servicio gratuito.
Y se iniciaría por la vía conciliatoria, luego la comprobación y posteriormente de tipo legal porque no sólo sería la falta de pago de salarios si no en fraude, indicó Mirón Lince.
Por otra parte, el funcionario refirió que por la contingencia y la suspensión de clases de las y los estudiantes, la situación laboral de las trabajadoras se agudiza por la falta de recursos y las responsabilidades que ahora tienen en el hogar. Sin embargo, esta dependencia además de exhortar a los patrones y brindar respaldo jurídico en caso de haber represalias en contra de ellas por inasistencias no tiene algún acuerdo concreto con el sector.
“Seguiremos con las medidas que se han tomado y si llegarán a tener algún tipo de represalia por parte de los patrones por no cumplir con los horarios de trabajo o ausentarse algún día podrán acudir a la Profedet. No hay justificación, ni causas imputables a las y los trabajadores para que sean despedidos o se afecte sus condiciones de trabajo”, afirmó.
Siempre que se presente una emergencia, hay sectores que se ven más afectados que otros, porque se interpone el bienestar colectivo al de algunos sectores, como en este caso el de las y los meseros, porque la prioridad en este momento es la salud.
A decir del funcionario las medidas que se han tomado y que afectan al personal que labora en los bares y restaurantes, principalmente meseras y meseros, son “justificables” porque se hace pensando en el bienestar colectivo. Además, dijo, que no se tienen porque perder empleos por una medida emergente.
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