Manotazos en Los Pinos por el desastre de ingenios

Conjeturas / Álvaro Cepeda Neri

De entre la larga lista de causas para deslindarle responsabilidades administrativas, civiles y penales (ya que prescribió la acción constitucional para sentarlo en un juicio político) al bribón de Fox, que de momento le han dado un respiro por la revisión de las cuentas de su último trienio (y que se debe a un sospechoso arreglo entre el PRI y el PAN, para hacerle un favor a Calderón en vísperas de las elecciones intermedias), está el problema de los ingenios azucareros expropiados por el foxismo, en un arrebato al estilo de López Portillo cuando éste canceló las concesiones bancarias. Después, los banqueros hicieran su gran negocio hasta culminar con el Fobaproa zedillista y luego la venta de todos los bancos a capitales extranjeros.

Los ingenios, saqueados por sus dueños y que expropió el foxismo acumulan, desde 2002, una pérdida multimillonaria que fue expuesta de viva voz al señor Calderón por Jorge Lanz, director del Fondo de Empresas Expropiadas del Sector Azucarero. Éste le informó que en ese lapso, los ingenios reportaron que más de 23 mil millones de pesos se esfumaron, por la pésima administración de las empresas.

Los ingenios no se han privatizado y el manejo foxista-calderonista, ya los llevó a un desastre financiero que provocó varios manotazos de Calderón y que retumbaron por toda la residencia presidencial.

Como todo lo que hizo el foxismo y el calderonismo no saben cómo remendar, pues su administración, como la de su antecesor, es ineficaz, lo de los ingenios expropiados que son, actualmente, nueve (ya que trece fueron devueltos a sus dueños por decisión judicial al considerar que la expropiación fue viciada por abuso del poder) mantenerlos trabajando con pérdidas, le causa al erario una millonada anualmente.

Es tal el desastre que el IFAI (que presidía el ahora secretario de Educación, Lujambio), la Secretaría de Hacienda y la de Agricultura, han negado información sobre el mismo, reporta en su nota Verónica Martínez (Reforma: 22/IV/09). Y todo debido a los millones que se han ido al caño de la ineficacia.

Calderón, al escuchar el informe, manoteó sobre la mesa de acuerdos y el enojo dejó sin habla a Carstens, Cárdenas Jiménez y al director del Fondo de Empresas Expropiadas. Sin embargo, de nada sirvieron esos manotazos y la enésima orden presidencial para resolver el problema que sólo tiene una solución: cerrar esos nueve ingenios. Pero no hay compradores y menos en estos momentos de retracción económica (falta de liquidez por la negativa de otorgar créditos).

Sólo el diputado panista Agustín Mollinedo, presidente de la Comisión de Seguimiento y Vigilancia de la Industria Azucarera, se atrevió a defender al calderonismo por el fracaso en el manejo de los ingenios del sector público. Como sea, ese desastre financiero, cuando el país vive apenas el inicio de la recesión mundial, significará un mayor gasto para tapar un hoyo que no tiene llene. La expropiación foxista y la administración calderonista tiene a los ingenios ya en la quiebra total.

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