Germán en la tormenta

Ramón Alberto Garza

Dossier Índigo


“Germán no tiene palabra”. Esa es hoy la frase más repetida entre los militantes del PAN.

Y es que la pésima operación de Germán Martínez en la selección de los candidatos azules al Congreso está provocando un cisma dentro del partido en el poder. Y para muestra tres botones.


I. El 5 de julio de 2008 el presidente del PAN dijo que los candidatos serían decididos por la tradición democrática. La verdad es que 70% de los que se perfilan serán designados por “dedazo”.

II. En abril de 2008 Germán promovió una reforma estatutaria para permitir, por excepción, la elección directa de candidatos sin consulta a la militancia. La verdad es que en su primera prueba ya convirtió la excepción en una regla.

III. En otro discurso pronunciado el 6 de julio de 2008, en Tijuana, Germán sentenció que quien aspirara a coordinar a la fracción panista en la cámara debería ser electo por mayoría. Hoy dos de las principales cartas azules, Josefina Vázquez Mota y Roberto Gil, serán diputados plurinominales.

Lo cierto es que pocos entienden la impericia política y la petulancia pública de Germán. Un dirigente en su intento por quedar bien con todos le está fallando a muchos. El sentimiento más generalizado es que les está dando “atole con el dedo”.

Sus allegados, los menos, dicen que nadie entiende la gran estrategia política de Germán. Que la nueva ley electoral limitó las campañas, que no hay tiempo de impulsar desconocidos y que lo mejor es la designación por encuesta de popularidad.

Su tesis final es que el arrollador triunfo con el que despertarán los panistas la mañana del 6 de julio borrará todo el mal sabor que dejó la imposición.

Sus detractores, los más, dicen que Germán transmutó su espíritu idealista y democrático por el de un tirano pragmático. Que terminó renegando de las enseñanzas de su maestro Carlos Castillo Peraza.

Esos panistas lamentan que se traicione el principio fundamental de democracia interna del partido, en aras de instalar a sus incondicionales en el poder. Y que al más puro estilo del viejo PRI, se utilice el despacho presidencial como arena para negociar candidaturas atoradas.

Al final del día el sabor de boca que Germán está dejando con su doble discurso es que está convirtiendo al PAN en un feudo personal. Que está fabricando su pista para correr la presidencial del 2012.

Sólo así explican que en las listas de plurinominales figuren esposas, hermanas y parientes de secretarios de Estado, de gobernadores, de alcaldes panistas.

Y también allegados al círculo íntimo de los dos presidentes. El del PAN y el del que despacha en Los Pinos. Muchos de ellos sin los méritos suficientes para merecer una curul garantizada.

Pero toda historia tiene un final. Y el 5 de julio conoceremos el desenlace. Sólo entonces sabremos, como Reporte Índigo lo cuestiona hoy, si con Germán Martínez estamos ante un estratega de guerra como Patton… o si asistimos a la entronización de un Hitler azul, con aspiraciones a un segundo reich michoacano.

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