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Con la aparición del virus A(H1N1) el estornudo pasó de ser una acción corporal a una amenaza que provoca desconfianza y discriminación entre los mexicanos, afirmó Bertha Blum, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Entre los cambios en la conducta de la gente se observa el rechazo a quien estornuda, pues este acto reflejo antes considerado normal, ahora se toma como atrevido y peligroso, expuso la experta de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En un comunicado, Blum Grynberg detalló que esta expulsión sonora de aire causada por una irritación nasal que antes suscitaba un cordial "salud", y se consideraba algo insignificante, "se transformó en una amenaza", que atrae miradas acusadoras y un sentimiento de extrañeza.
Explicó que debemos acostumbrarnos a diferenciar los actos, sus causas y consecuencias, y ser justos en la importancia que deben tener, lo cual se asemeja a desarmar y volver a construir nuestra conducta para formar una nueva.
Este cambio se debe analizar desde los centros educativos, por lo cual propuso la creación de espacios de difusión, principalmente en primarias, donde se le permita a la sociedad expresar sus testimonios.
Afirmó que los mexicanos han respondido adecuadamente ante esta situación traumática, al canalizar las sensaciones de angustia y peligro, "sin que eso quiera decir que la amenaza ha sido superada".
Agregó que las medidas adoptadas tienen el doble efecto de tranquilizar y alterar a las personas, principalmente las que se refieren al aislamiento, pues se ven incapacitados para canalizar sus emociones.
La psicóloga hizo referencia al uso del tapaboca como un elemento de protección que las personas ven necesario para poder salir de sus casas y llevar a cabo sus actividades cotidianas.
Exhortó a no tomar el "ahora y el después" como un "siempre y un nunca", es decir, no ir a los extremos con las medidas, como el caso de las expresiones afectivas en cuanto a los abrazos, y diferenciar la cercanía física de la afectiva.
Al hablar sobre los efectos económicos de la contingencia sanitaria, consideró indispensable estudiar y abordar esos problemas psicosociales, pues su principal consecuencia será la pérdida de empleos.
Con la aparición del virus A(H1N1) el estornudo pasó de ser una acción corporal a una amenaza que provoca desconfianza y discriminación entre los mexicanos, afirmó Bertha Blum, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Entre los cambios en la conducta de la gente se observa el rechazo a quien estornuda, pues este acto reflejo antes considerado normal, ahora se toma como atrevido y peligroso, expuso la experta de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En un comunicado, Blum Grynberg detalló que esta expulsión sonora de aire causada por una irritación nasal que antes suscitaba un cordial "salud", y se consideraba algo insignificante, "se transformó en una amenaza", que atrae miradas acusadoras y un sentimiento de extrañeza.
Explicó que debemos acostumbrarnos a diferenciar los actos, sus causas y consecuencias, y ser justos en la importancia que deben tener, lo cual se asemeja a desarmar y volver a construir nuestra conducta para formar una nueva.
Este cambio se debe analizar desde los centros educativos, por lo cual propuso la creación de espacios de difusión, principalmente en primarias, donde se le permita a la sociedad expresar sus testimonios.
Afirmó que los mexicanos han respondido adecuadamente ante esta situación traumática, al canalizar las sensaciones de angustia y peligro, "sin que eso quiera decir que la amenaza ha sido superada".
Agregó que las medidas adoptadas tienen el doble efecto de tranquilizar y alterar a las personas, principalmente las que se refieren al aislamiento, pues se ven incapacitados para canalizar sus emociones.
La psicóloga hizo referencia al uso del tapaboca como un elemento de protección que las personas ven necesario para poder salir de sus casas y llevar a cabo sus actividades cotidianas.
Exhortó a no tomar el "ahora y el después" como un "siempre y un nunca", es decir, no ir a los extremos con las medidas, como el caso de las expresiones afectivas en cuanto a los abrazos, y diferenciar la cercanía física de la afectiva.
Al hablar sobre los efectos económicos de la contingencia sanitaria, consideró indispensable estudiar y abordar esos problemas psicosociales, pues su principal consecuencia será la pérdida de empleos.
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