El ilógico desdén a la lógica

Gerardo Fernández Casanova

“Que el fraude electoral jamás se olvide”


Como otra muestra del afán por conferir calidad a la educación pública, el régimen espurio dispuso la eliminación de la enseñanza de la filosofía en el nivel medio superior (bachillerato). Me parece perfecto.

No es lógico que se enseñe la lógica a un adolescente cuyo destino es servir como un ilota (esclavo de los antiguos griegos) y como un idiota (esclavo de los modernos panistas); sería un conocimiento atentatorio contra la natural felicidad de los ignorantes. Calderón ha decidido cambiar el lema jesuítico que reza:”la verdad os hará libres” por el muy moderno: “la ignorancia os hará felices”. Tiene razón; es un atentado a la estabilidad emocional ciudadana el percatarse de lo ilógico que resulta ser el hecho de que, ilógicamente, el cargo de mayor responsabilidad política del país sea ocupado por el más irresponsable de los políticos, entre otras muchas muestras de la inconveniencia de la materia en cuestión.

No obstante, el tal Calderón hace algún esfuerzo por acordarse de las lecciones sobre los silogismos y tal parece que cuando, desde Washington, le recomendaron la aplicación de medidas anticíclicas éste las interpretó, en su trasnochada lógica, como que había que aplicar medidas procuadráticas. Así, la vetusta bicicleta de la economía mexicana fue reemplazada por una flamante bicuadreta, producto de la muy atinada capacidad de innovación tecnológica panista. Hay que recordar que el viejo vehículo ya había dado muestra de obsolescencia cuando, en las veredas de la casa presidencial, causó enorme susto a la estabilidad política al hacer perder la estabilidad física al espurio inquilino. Lo único malo de la invención es que, con esta maldita devaluación, cada paso cuesta un huevo; aunque, viéndolo bien, el diseño se apega correctamente al modelo adoptado por los neoliberales criollos: lo importante no es avanzar, sino no caer. Es un muy mal chascarrillo y peor chistorete, pero creo que es ilustrador de la realidad que impone el gobierno espurio de Calderón y su mente cuadrada.

Otro botón de muestra del desdén por la lógica es la desmesura en la actitud del seudo-gobernante: casi inmediatamente después de anunciada la emergencia sanitaria, el gobierno chino envió un avión cargado de ayuda humanitaria y médica, acompañado de un cheque por un millón de dólares de cooperación solidaria; en un arranque de desmesura, propio de presidente de republiqueta bananera, el espurio se apersonó en el hangar presidencial del aeropuerto capitalino para recibir y agradecer el gesto de la generosidad china para, a los pocos días, despotricar en contra del mismo gobierno que antes aduló, por el hecho de haber impuesto una cuarentena rigurosa a los mexicanos en viaje por aquella nación, olvidando (el tal Calderón) que fue él mismo quien puso el grito en el cielo y. con total desmesura, provocó la alarma internacional. En los mismos términos de desmesura, el orgulloso gobierno ilegítimo de México se envolvió en la bandera nacional y se dio por ofendido por la negativa del de Haití a recibir un barco con ayuda alimentaria mexicana, justo en los días de mayor escándalo por la emergencia sanitaria; a los pobres haitianos no los bajó de ser unos muertos de hambre (que lo son, pero no en el sentido peyorativo de la palabra, sino como resultado del esquema de libre mercado impuesto).

Creo no errar al emplear la palabra desmesura para caracterizar al régimen espurio. Desmesura en una sucia campaña electoral que terminó en fraude. Desmesura en la negativa al recuento de los votos. Desmesura al tomar posesión del cargo de presidente arropado por el ejército. Desmesura al sacar a los soldados de los cuarteles, so pretexto de combate al narcotráfico, para apuntalar la ilegitimidad de su gobierno. Desmesura al anunciarse como presidente del empleo y ejercer como el de mayor desempleo. Desmesura al minimizar los efectos de la crisis y hacer alarde de falsa fortaleza financiera. Desmesura al pretender la privatización de la industria petrolera y suponer que el pueblo lo permitiría. Desmesura en el tratamiento de la emergencia sanitaria.

Pero la más hiriente de las desmesuras es la relativa al tratamiento propagandístico de la información oficial. El auditorio televisivo y radiofónico es bombardeado mañana, tarde y noche con mentiras y engaños respecto de logros e intenciones del gobierno dizque para vivir mejor. Según la propaganda, el país marcha sobre ruedas en la senda del progreso; el gobierno “de Calderón” atiende con eficacia a las necesidades de la población; nadie tiene motivos para criticar, a menos que sean catastrofistas o traidores a la patria. Es la desmesura de las desmesuras.

En cambio, el país hace frente a una terrible recesión, dicho con toda mesura, que requiere de una declaración de real emergencia y de la adopción de medidas drásticas para erradicar el virus C+NL (Calderón más Neoliberalismo) que la provoca: cuarentena a la banca parasitaria; tapabocas a la mentira propagandística; subsidios al consumo de la población; endeudamiento sólo para obra pública generadora de empleo; recuperación del salario mínimo remunerador, entre otras medidas para recuperar el consumo y, con ello, la rentabilidad de las empresas nacionales.

Ahora entiendo la razón para eliminar la enseñanza de la filosofía y la lógica en las escuelas públicas. ¡Muera la inteligencia!.

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