EFE
Los comerciantes mayoristas de alimentos de México han perdido por bajas en sus ventas 5.500 millones de pesos (406 millones de dólares), además de que se cerraron 18.500 puestos de trabajo a causa del brote de gripe A, informaron hoy fuentes del sector.
Estas pérdidas ocurrieron durante los primeros 15 días de la epidemia, periodo en el que las autoridades decretaron medidas para restringir actividades públicas masivas, dijo a la prensa Alfredo Neme, presidente de la Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abastos (Conacca).
El brote de gripe A fue reportado oficialmente el pasado 23 de abril y hasta la fecha suman 85 muertos y 4.721 contagiados en todo el país.
Los mayoristas afectados venden productos perecederos, como frutas, verduras, cárnicos, lácteos, pescados y mariscos, así como también semillas y cereales, detalló Neme, dirigente de los más de 90.000 comerciantes mayoristas agrupados en unas 64 centrales de abasto.
Neme ofreció una rueda de prensa con el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Francisco Mijares, quien dijo que en Ciudad de México, principal foco epidémico, las ventas se desplomaron un 50%, en tanto que en el balneario caribeño de Cancún cayeron un 70%.
Pese a que se han levantado las restricciones, el sector aún no se recupera y sigue reportando cifras negativas en el área de pescados y mariscos, sostuvo Neme.
"Con la baja en las ventas de centros vacacionales, restaurantes y hoteles se agrava la situación, pues estos establecen su demanda de alimentos con base en la afluencia turística", explicó.
Según la Connaca, más de 22.800 toneladas de alimentos fueron afectadas durante las tres semanas más críticas de la alerta sanitaria y de ellas el 50% se destinó a un banco de alimentos, un 25% a la agroindustria y el 25% restante se convirtió en desecho.
Por su parte, la Canirac aseguró que de 50.000 a 55.000 trabajadores de restaurantes perdieron sus empleos en el país.
Ese sector tenía antes de la epidemia 850.000 trabajadores.
Los comerciantes mayoristas de alimentos de México han perdido por bajas en sus ventas 5.500 millones de pesos (406 millones de dólares), además de que se cerraron 18.500 puestos de trabajo a causa del brote de gripe A, informaron hoy fuentes del sector.
Estas pérdidas ocurrieron durante los primeros 15 días de la epidemia, periodo en el que las autoridades decretaron medidas para restringir actividades públicas masivas, dijo a la prensa Alfredo Neme, presidente de la Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abastos (Conacca).
El brote de gripe A fue reportado oficialmente el pasado 23 de abril y hasta la fecha suman 85 muertos y 4.721 contagiados en todo el país.
Los mayoristas afectados venden productos perecederos, como frutas, verduras, cárnicos, lácteos, pescados y mariscos, así como también semillas y cereales, detalló Neme, dirigente de los más de 90.000 comerciantes mayoristas agrupados en unas 64 centrales de abasto.
Neme ofreció una rueda de prensa con el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Francisco Mijares, quien dijo que en Ciudad de México, principal foco epidémico, las ventas se desplomaron un 50%, en tanto que en el balneario caribeño de Cancún cayeron un 70%.
Pese a que se han levantado las restricciones, el sector aún no se recupera y sigue reportando cifras negativas en el área de pescados y mariscos, sostuvo Neme.
"Con la baja en las ventas de centros vacacionales, restaurantes y hoteles se agrava la situación, pues estos establecen su demanda de alimentos con base en la afluencia turística", explicó.
Según la Connaca, más de 22.800 toneladas de alimentos fueron afectadas durante las tres semanas más críticas de la alerta sanitaria y de ellas el 50% se destinó a un banco de alimentos, un 25% a la agroindustria y el 25% restante se convirtió en desecho.
Por su parte, la Canirac aseguró que de 50.000 a 55.000 trabajadores de restaurantes perdieron sus empleos en el país.
Ese sector tenía antes de la epidemia 850.000 trabajadores.
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