Del enojo a la realidad

Índice Político / Francisco Rodríguez

La enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia

Amos Bronson Alcott

EN EL PRIMER
número de L’Impatient (París, noviembre de 1977), una revista mensual ya desaparecida que se dedicaba a la defensa del consumidor, particularmente de la voracidad de los grandes laboratorios farmacéuticos transnacionales, se daba cuenta de una peligrosa farsa montada en Estados Unidos, durante la administración de Gerald Ford, quien buscaba reelegirse:

"Hace poco menos de un año (1976), los periódicos no hablaban más que de la gripe porcina. Los títulos apocalípticos se sucedían: "Los EE.UU. en alerta…". "Los EE.UU. en la angustia". "La gripe porcina podría extenderse al mundo entero". "La ciencia menos rápida que los microbios"…

"¿Una epidemia fulminante estaba a punto de desarrollarse en los EE.UU? ¿Cuántas víctimas había provocado? La epidemia en cuestión hizo exactamente un muerto, el 3 de febrero de 1976, un tal David Lewis, joven recluta del campo de entrenamiento de Fort Dix, en Nueva Jersey. La autopsia del joven reveló que el responsable de su muerte fue un virus gripal, muy próximo al de la gripe porcina… (Traducción de Eneko Landaburu)"

Pero ya ahí mismo y en ese entonces se advertían las consecuencias de una campaña de vacunación intensiva a la que había convocado la Administración que sucedió a la del defenestrado Richard M. Nixon que, por cierto, en nada difiere a la que hoy en México se ha echado a andar.

L’Impatient advertía entonces que había secuelas de la vacuna que se aplicaba en contra de la gripe porcina:

"Síndrome de Guillain-Barré: parálisis temporal, a veces mortal. Afección neurológica grave, como encefalitis. Enfermedad de Parkinson: temblores, a veces parálisis. Tendinitis: inflamaciones y rigideces en las articulaciones.

Numerosas esclerosis.

"El pánico es relanzado, el clima está maduro. El 12 de agosto de 1976, Gerald Ford firma la ley autorizando la vacunación masiva de la población." No le importan las consecuencias.

Hoy y aquí, el pavor también fue sembrado. Sobre la sociedad es que gravita la responsabilidad de que el contagio no se extienda –obligándola al encierro, convirtiéndola en víctimas de la discriminación y condenándola a la parálisis económica--, al tiempo que las autoridades sanitarias de la fallida Administración calderonista escurren el bulto a sus más elementales deberes y compromisos.

La prensa internacional pone en blanco y negro el enorme atraso y la segregación que priva en nuestros sistemas de salud, en tanto aquí también se conoce que la SSA subejerció 575 millones de pesos tan sólo en el primer trimestre de este 2009, lo que no sólo afectó a la vigilancia epidemiológica, incluso la calidad de la ya de suyo deficiente cobertura de los servicios sanitarios.

Calderón y los suyos atrapados en la improvisación, en el desconocimiento, en la falta de acción y aún en el enojo. Pero también en la mentira al no cumplir los compromisos a los que le obliga la firma, en agosto de 2007, de un Plan para la Gripe Aviar y la Pandemia de Influenza, dentro del marco de la Fase II del TLC, que por supuesto se ha cumplido en Canadá y EU, mientras que en México…

Lo grave es que, al no haber sido observado, este Plan autoriza el ingreso de personal de los vecinos del norte a tomar el control de la situación, para la que evidentemente no están capacitadas las "autoridades" mexicanas.

¿Por eso le están "bajando" a la alerta?

Y en Los Pinos, ¿nada más siguen enojados?

Índice Flamígero: Un joven empresario, residente en Cancún, personifica la situación: "…van a cerrar el 50% o más de los hoteles y van operar sólo con personal de base… Lo peor del caso es que el país está peor. Las ventas en Guadalajara se cayeron desde noviembre del año pasado y Monterrey también. La única plaza que más o menos se me ha mantenido son los clientes del DF… Es triste, como empresario mexicano, que siempre existe en este país una inestabilidad para tener un crecimiento ordenado como en otros países. Quintana Roo se levanto de Wilma reconstruyendo las ciudades y hoteles esto va ser una temporada de 2 meses que nos va pegar enormemente pero habrá otras oportunidades de negocio… Pobre país no cabe duda que las PYMES son una falacia. El verdadero negocio es ser traficante de algo. Es la única forma de crear patrimonio, de lo contrario estamos siempre dependientes de decisiones políticas y no económicas, de ciclos gubernamentales y no empresariales porque estas tienen un ciclo de formarse, crecer, consolidarse, expandirse y madurar y en 6 años es imposible para una PYME lograrlo. Por lo tanto las pocas que realmente existimos además de competir en el mercado al cual pertenezcamos por posicionar nuestro producto o servicio tenemos que pelear contra el árbitro y el entrenador. Todo esto se los platico como joven mexicano, a quien le frustra ver este país tan hermoso en manos de unos pocos, y que cada 6 años sólo cambia de manos en las cúpulas, pero no permea la economía ni las oportunidades verdaderas de crecimiento. Conocemos aislados casos de éxito de jóvenes y empresas que han logrado triunfar y consolidarse, sin embargo si sumas esos casos de éxito versus el numero de PYMES a nivel nacional no sería ni el 1%, lo que en otros países con economías desarrolladas y sustentables tienes una base de 60% éxito y 40% no, contra 1% nuestro. Me preocupo y quiero ocuparme por el futuro de mis hijos el poder dejarles una educación, una plataforma y un mejor país." Un abrazo, Rafa.

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