De YouTube a espot

A Puerta Cerrada / Marcela Gómez Zalce

• Monreal contraataca...
• De canjes y chisguetes


La ley no puede ser aplicada, mi estimado, a no ser que se apoye en el temor. Interesante la jugada de Ricardo Monreal ante el sugerente pleito de (distracción) Amalia García y sus delicadas acusaciones vinculando con el organizado crimen, sustentadas en una averiguación en contra de los Monreal en un expediente (refrito) filtrado justo en medio de la tormenta de Zacatecas con sus Zetitas en fuga del penal de Cieneguillas, quienes sin lujo de violencia fueron rescatados en un espectacular operativo.

La decisión de Monreal de solicitar licencia al Senado para que sin el atractivo pretexto del fuero constitucional enfrente las presuntas acusaciones ante la PGR, del procurador (con minúsculas) Medina Mora, my friend, coloca simpática presión para que se llegue al fondo del delicado asunto y se finquen o no responsabilidades. Y se termine con una cortina de impunidad que se despliega con evidentes tintes políticos.

Perdiendo de vista que el epicentro del interés federal debe centrarse en la cada vez más peligrosa infiltración del narcotráfico en las esferas del (des)gobierno de García, y de pasadita en la cúpula del gobierno de Marco Adame, en Morelos (quien ahora se defiende con ¡mantas!)… aunque, claro, la estupenda lista abarca poderosos despachos en el interior del gabinete de seguridad. Porque más allá de colores, pleitos aldeanos y avaricias electoreras, el problema es que la cacareada y mal llamada guerra contra los revoltosos es un rotundo fracaso.

Detenciones, decomisos, arraigos, averiguaciones e investigaciones mientras los grandes barones de la droga siguen sin ser tocados por el pétalo de la ley. Porque en este surrealismo mexicano la ley es flexible, dúctil, manejable y cual telaraña, mi estimado, enreda al débil y es rota por los fuertes… sin consecuencia alguna.

Un simpático botoncito podría ser lo que actualmente sucede con el bodrio electoral desarrollado por Felipe, con el Gymboree de Felipe y cabildeado por el PAN de Felipe que en el distintivo arreglón post electoral con las lacritas tricolores canjeó la reforma electoral por la fiscal que, como lo anotamos aquí desde entonces, fue... un precario chisguete. Pero sigamos.

Después de la aprobación del Frankenstein electoral, tirios y troyanos, all the spin doctors y los medios de intoxicación masiva le hicieron la ola al (des)gobierno que cacareaba bullicioso el consenso legislativo, la visión y la unidad para sacar a México adelante. Ajá.

Hoy del chisguete ni hablar, y del Frankenstein menos. El PAN está convencido que el segundo vale madres y a falta de un árbitro con credibilidad, ética y firmeza la otra ola… la de ilegalidades electorales, es el PAN de cada día. El ejemplo de las campañas sucias en Internet (YouTube, Facebook, etcétera) ha sido aprovechado por los azules de Germán Martínez, sacando el talentoso cobre para darle flit a la calidad moral del PRI —cuya prehistórica dirigencia no entiende que no entiende how awesome is the web—, dando varios certeros madrazos que ya afectaron la línea de flotación tricolor. Y como el Internet no estuvo dentro del bodrio electoral, venga todo el estercolero para los singulares internautas… que, con la pena, no son muchos.

Entonces, ¿por qué el curiosito efecto político-mediático si una buena parte de México no accede a esa red…?

Sencillo.

Porque Televisa, TVAzteca como los cableros juegan el rol de convertir el anuncio de Germán en Internet en… espot al colocar, por ejemplo, la “Sopa de Letras” or whatever en noticiarios prime time para comentar la nota y es ahí donde millones de mexicanos lo ven, yes? O sea, es la sugestiva vereda para que un video en YouTube llegue a los medios de intoxicación masiva y se convierta en divertida espotiza. Talentoso su diseño, ¿no cree…?

Y ante el estercolero de acusaciones, difamaciones y denuncias, se ha logrado el hartazgo y decepción de la ciudadanía invitando al abstencionismo… que seguramente saldrá victorioso en julio próximo con quizá 30 o 40 por ciento… lo que abre la rendija para que, a falta de un monitoreo eficaz, creíble y legal, se cuestione el pautado, el favoritismo, la intencionalidad, el dolo y de ahí a la queja y finalmente a la impugnación… que terminará en el célebre arreglón.

O sea, al nabo la urna y al diablo la democracia. Con un ife (con minúsculas) que por corrupción en una polémica licitación se quedó sin la herramienta del monitoreo, pilar esencial para la transparencia y credibilidad.

Y esto, my friend, se va poner feo, muy feo.



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