Pedro Echeverría V.
1. Se ha publicado que Carlos Ahumada -empresario, negociante y probable agente de la CIA- acaba de dar a conocer un libro donde relata (obvio, desde su muy particular punto de vista) sus movimientos entre políticos panistas y priístas para destruir en 2005 la candidatura de Andrés Manuel López Obrador. Éste durante más de dos años, como precandidato presidencial, había mantenido una enorme ventaja sobre sus probables competidores de los demás partidos a la Presidencia. Aunque AMLO más bien era de centro izquierda, sus antecedentes como movilizador de masas y sus tendencias confrontadoras, lo llevaron a ser un verdadero peligro para los jefes panistas, priístas y del gobierno de Fox., no para México y menos para los trabajadores y los oprimidos.
2. El panfleto de Ahumada llega precisamente en los primeros días del inicio de las campañas electorales. No se sabe quien le encargó escribir el documento ni cuantas personas intervinieron en su publicación. Quien piense que el libro de un poderoso empresario y negociante no tiene mensaje ni mensajeros es un ingenuo. Si no fuera un estudioso de lo político no compraría un libro de esa bajísima calidad; pero estoy seguro que de algo me servirá. Por lo menos para confirmar, aunque no lo diga, cómo se tejan las redes del poder, cómo se confrontan y se unen. Debe ser un documento por encargo, para continuar dividiendo y destruyendo a los sectores de izquierdista mexicana. ¿Puede esperarse otra cosa de un personaje que probablemente sea un policía yanqui/salinista?
3. Ayer se dio la noticia, pero aún no tengo el librejo que, seguramente, está cargado de chismes políticos que benefician (re obvio) al autor y a sus amigos. Desafortunamente son esta clase de publicaciones lo que más llaman la atención entre los sectores medios. Ahumada, además de decirnos algunas cosas personales que vivió en las casas, en los restaurantes y despachos de Carlos Salinas, Fernández de Cevallos, Rosario Robles, Santiago Creel, Gamboa Patrón y otros, sólo nos dará más detalles de lo que ya AMLO denunció en su momento. La realidad es que esto de “toro pasado”, es decir, de conocer o confirmar lo que todo mundo ya sabía, sirve de poco. ¿Qué caso tiene decir: “tuvimos la razón”, “se los dijimos”, “han sido unos delincuentes”, si nos siguen gobernando?
4. Ahumada – siendo argentino- pudo reunir a lo más granado de los políticos corruptos mexicanos del PAN, del PRI, del PRD y de otros partidos. Con una gran habilidad (pienso que con apoyo de la CIA) para hacer negocios entre los personajes más truculentos de la política, Ahumada se ligó al jefe de la mafia de la política nacional (Carlos Salinas) que le abrió las puertas del “paraíso de los negocios”; con esa credencial se alió con la familia de Fox (los hijos de la “primera dama”) como palanca de entrada en la Presidencia y negociantes panistas. Salinas lo llevó de la mano con Gamboa Patrón del PRI para luego, de paso, avanzar triunfante en el PRD donde su presidenta le entregó todo. Se hizo hasta de un equipo de fútbol para hacerse popular.
5. Fue Ahumada el personaje de la desesperación. Él mismo estaba desesperado por ganar mucho dinero (miles de millones) en negocios con el gobierno, los partidos y los empresarios. Tenía conocimientos muy pragmáticos que le permitieron entender que el ex presidente Salinas no había abandonado la idea de ser “el poder tras el trono” y que López Obrador representaba un enorme obstáculo; sabía que presidente Fox quería imponer a su mujer en la Presidencia y que las encuestan favorecían por mucho a AMLO; que Fernández de Cevallos estaba muy ardido porque el tabasqueño lo atacaba mucho y que la Robles, dirigente del PRD –muy liberada- podría ser importante para que algunos dirigentes de AMLO fueran atraídos ofreciéndoles dinero para campañas.
6. Diga lo que se diga “López Obrador por ningún motivo podría llegar a la Presidencia, fue la consigna” del gobierno, los empresarios, los medios de información y los inversionistas yanquis. Primero “se cazó” a Bejarano (la mano derecha de AMLO) con los videos; luego los partidos impusieron el “desafuero”; más adelante Fox y el PAN desataron toda su furia con la acusación de “un peligro para México”; después los empresarios pagaron espots contra El Peje; en julio vino el fraude electoral y la negación al recuento de votos; por último el Trife legalizó todo. Ahumada siempre supo que la consigna era evitar, con todos los recursos posibles, que López Obrador llegue a la Presidencia y que todos los altos políticos estaban dispuestos a pagar lo que sea.
7. La consigna era: ¡Cualquiera, menos AMLO! Si la corrupta Esther Gordillo no hubiese hecho intervenir a decenas de miles de profesores en las casillas, otro líder gobiernista lo hubiera hecho; si los del PRD orteguista y cardenista, si el mismo Marcos hubieran apoyado a López Obrador, de todas maneras no debía ganar; si no hubiera pronunciado la frase ¡cállate chachalaca! para frenar al hablantín Fox o si hubiera escuchado más a sus consejeros, de todas maneras no debía gobernar. Y lo más grave es que ahora López Obrador ha logrado unificar más a sus enemigos, sobre todo a los empresarios, comentaristas y locutores de los medios informativos, pero contra él. Así que la contribución de Ahumada sólo fue el inicio de toda la acometida siguiente.
8. De todas maneras es interesante conocer o confirmar los enjuagues políticos que se registran en las obscuridades de los entretelones de gobiernos, partidos, empresarios. (La TV, que siempre se encarga de notas sensacionalistas, para propagar la venta del libro, ha escogido pasajes de lo más amarillos y chillones: como difundir que el libidinoso Salinas, estando en su casa, colocó en el pecho de Rosario Robles la banda presidencial en presencia del galán Ahumada) ¿No es acaso una provocación contra una mujer que “de odiada izquierdista ha sabido penetrar como comentarista de radio y televisión?”. El libro de Ahumada, aunque lleno de chismes intrascendentes, puede traer algunas “enseñanzas” de los sumideros, cloacas o drenajes de la política mexicana.
1. Se ha publicado que Carlos Ahumada -empresario, negociante y probable agente de la CIA- acaba de dar a conocer un libro donde relata (obvio, desde su muy particular punto de vista) sus movimientos entre políticos panistas y priístas para destruir en 2005 la candidatura de Andrés Manuel López Obrador. Éste durante más de dos años, como precandidato presidencial, había mantenido una enorme ventaja sobre sus probables competidores de los demás partidos a la Presidencia. Aunque AMLO más bien era de centro izquierda, sus antecedentes como movilizador de masas y sus tendencias confrontadoras, lo llevaron a ser un verdadero peligro para los jefes panistas, priístas y del gobierno de Fox., no para México y menos para los trabajadores y los oprimidos.
2. El panfleto de Ahumada llega precisamente en los primeros días del inicio de las campañas electorales. No se sabe quien le encargó escribir el documento ni cuantas personas intervinieron en su publicación. Quien piense que el libro de un poderoso empresario y negociante no tiene mensaje ni mensajeros es un ingenuo. Si no fuera un estudioso de lo político no compraría un libro de esa bajísima calidad; pero estoy seguro que de algo me servirá. Por lo menos para confirmar, aunque no lo diga, cómo se tejan las redes del poder, cómo se confrontan y se unen. Debe ser un documento por encargo, para continuar dividiendo y destruyendo a los sectores de izquierdista mexicana. ¿Puede esperarse otra cosa de un personaje que probablemente sea un policía yanqui/salinista?
3. Ayer se dio la noticia, pero aún no tengo el librejo que, seguramente, está cargado de chismes políticos que benefician (re obvio) al autor y a sus amigos. Desafortunamente son esta clase de publicaciones lo que más llaman la atención entre los sectores medios. Ahumada, además de decirnos algunas cosas personales que vivió en las casas, en los restaurantes y despachos de Carlos Salinas, Fernández de Cevallos, Rosario Robles, Santiago Creel, Gamboa Patrón y otros, sólo nos dará más detalles de lo que ya AMLO denunció en su momento. La realidad es que esto de “toro pasado”, es decir, de conocer o confirmar lo que todo mundo ya sabía, sirve de poco. ¿Qué caso tiene decir: “tuvimos la razón”, “se los dijimos”, “han sido unos delincuentes”, si nos siguen gobernando?
4. Ahumada – siendo argentino- pudo reunir a lo más granado de los políticos corruptos mexicanos del PAN, del PRI, del PRD y de otros partidos. Con una gran habilidad (pienso que con apoyo de la CIA) para hacer negocios entre los personajes más truculentos de la política, Ahumada se ligó al jefe de la mafia de la política nacional (Carlos Salinas) que le abrió las puertas del “paraíso de los negocios”; con esa credencial se alió con la familia de Fox (los hijos de la “primera dama”) como palanca de entrada en la Presidencia y negociantes panistas. Salinas lo llevó de la mano con Gamboa Patrón del PRI para luego, de paso, avanzar triunfante en el PRD donde su presidenta le entregó todo. Se hizo hasta de un equipo de fútbol para hacerse popular.
5. Fue Ahumada el personaje de la desesperación. Él mismo estaba desesperado por ganar mucho dinero (miles de millones) en negocios con el gobierno, los partidos y los empresarios. Tenía conocimientos muy pragmáticos que le permitieron entender que el ex presidente Salinas no había abandonado la idea de ser “el poder tras el trono” y que López Obrador representaba un enorme obstáculo; sabía que presidente Fox quería imponer a su mujer en la Presidencia y que las encuestan favorecían por mucho a AMLO; que Fernández de Cevallos estaba muy ardido porque el tabasqueño lo atacaba mucho y que la Robles, dirigente del PRD –muy liberada- podría ser importante para que algunos dirigentes de AMLO fueran atraídos ofreciéndoles dinero para campañas.
6. Diga lo que se diga “López Obrador por ningún motivo podría llegar a la Presidencia, fue la consigna” del gobierno, los empresarios, los medios de información y los inversionistas yanquis. Primero “se cazó” a Bejarano (la mano derecha de AMLO) con los videos; luego los partidos impusieron el “desafuero”; más adelante Fox y el PAN desataron toda su furia con la acusación de “un peligro para México”; después los empresarios pagaron espots contra El Peje; en julio vino el fraude electoral y la negación al recuento de votos; por último el Trife legalizó todo. Ahumada siempre supo que la consigna era evitar, con todos los recursos posibles, que López Obrador llegue a la Presidencia y que todos los altos políticos estaban dispuestos a pagar lo que sea.
7. La consigna era: ¡Cualquiera, menos AMLO! Si la corrupta Esther Gordillo no hubiese hecho intervenir a decenas de miles de profesores en las casillas, otro líder gobiernista lo hubiera hecho; si los del PRD orteguista y cardenista, si el mismo Marcos hubieran apoyado a López Obrador, de todas maneras no debía ganar; si no hubiera pronunciado la frase ¡cállate chachalaca! para frenar al hablantín Fox o si hubiera escuchado más a sus consejeros, de todas maneras no debía gobernar. Y lo más grave es que ahora López Obrador ha logrado unificar más a sus enemigos, sobre todo a los empresarios, comentaristas y locutores de los medios informativos, pero contra él. Así que la contribución de Ahumada sólo fue el inicio de toda la acometida siguiente.
8. De todas maneras es interesante conocer o confirmar los enjuagues políticos que se registran en las obscuridades de los entretelones de gobiernos, partidos, empresarios. (La TV, que siempre se encarga de notas sensacionalistas, para propagar la venta del libro, ha escogido pasajes de lo más amarillos y chillones: como difundir que el libidinoso Salinas, estando en su casa, colocó en el pecho de Rosario Robles la banda presidencial en presencia del galán Ahumada) ¿No es acaso una provocación contra una mujer que “de odiada izquierdista ha sabido penetrar como comentarista de radio y televisión?”. El libro de Ahumada, aunque lleno de chismes intrascendentes, puede traer algunas “enseñanzas” de los sumideros, cloacas o drenajes de la política mexicana.
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