Paran clases por influenza

Recomiendan no ir a restaurantes, bares, cines ni otros lugares concurridos

Las actividades en las escuelas públicas y privadas, desde preescolar hasta el nivel superior, se suspenden este viernes en el Distrito Federal y el estado de México, debido a una epidemia de influenza que se registra en estas entidades. El brote dejó 20 muertos en las primeras tres semanas de abril; de ellos, 13 en la ciudad de México.

En un mensaje en cadena nacional emitido desde la residencia oficial de Los Pinos, el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, dio a conocer la medida, adoptada en coordinación con la Secretaría de Educación Pública.

Más tarde, en entrevista televisiva, el funcionario explicó que laboratorios extranjeros confirmaron que se trata de un nuevo virus de la influenza. Dijo que la epidemia está controlada, “pero hay que reforzar las medidas preventivas”.

Indicó que en las últimas 24 horas se han sumado más decesos, pero no precisó cuántos ni el número total de casos.

Para el Distrito Federal, refirió que el gobierno consideró importante prevenir los contactos en las zonas de aglomeraciones, en donde hay que evitar que se propague la enfermedad.

La Universidad Nacional Autónoma de México y las escuelas particulares están incluidas, como una medida preventiva.

En el caso de las guarderías, es preferible no llevar a los niños, destacó.

Córdova señaló que en coordinación con las entidades determinaron dotar a las unidades de salud con antivirales, antibióticos y material suficiente para disminuir el riesgo de contagio y comunicar a la población las medidas.

En su mensaje a la opinión pública, el funcionario hizo recomendaciones a la gente para evitar el contagio.

Entre ellas, alejarse de las personas con infección respiratoria, lavarse las manos con agua y jabón, no compartir alimentos, ventilar la casa y las oficinas, mantener limpias los objetos de uso común.

En caso de corroborarse la enfermedad, se recomienda visitar al médico y no automedicarse, tomar reposo y cubrirse tanto la nariz como la boca.

Ruth Rodríguez / El Universal

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