Tanto el crédito solicitado al Fondo Monetario Internacional (FMI) por 47,000 millones de dólares, como las líneas swaps por 30,000 millones de dólares contratadas con la Reserva Federal (Fed) de EU, podrían usarse de manera combinada en tres alternativas, apunta Ixe.
La primera sería para reforzar los mecanismos de intervención del Banco de México (Banxico) en el mercado cambiario para lograr una estabilidad de la moneda mexicana.
Por otro lado, servirían para asegurar el financiamiento a proyectos de infraestructura, lo cuales se han visto afectados por la crisis mundial y la restricción del crédito al posponer planes como el Aeropuerto de la Riviera Maya o Punta Colonet.
Y finalmente, se usarían para facilitar el refinanciamiento o reestructura de deuda externa de algunas empresas mexicanas se que han visto impactadas negativamente por el nivel del tipo de cambio y la falta de liquidez.
Ixe indica que, incluso a corto plazo, la moneda mexicana debería verse beneficiada y en niveles de soporte de 13.70 pesos por dólar.
Destaca que el gobierno mexicano no tiene problemas de deuda externa, ya que ésta es de apenas 39,000 millones de dólares lo que representa cerca del 4% del PIB y casi 90% es de largo plazo, mientras que las reservas se ubican en 79,000 millones de dólares.
"Es decir, en esta coyuntura económica el gobierno llega sin problemas de deuda externa contrario a otras crisis económicas del pasado. Las mayores presiones habían venido de la deuda externa de algunas empresas mexicanas", precisa la intermediaria bursátil.
Añade que el préstamo del FMI es "preventivo", ya que no se tiene la intención de usar esos recursos de manera inmediata y las líneas con la FED aseguran un ingreso de dólares pagando los pesos respectivos en tres meses.
Gracias a esta última es "muy probable que haya un flujo importante de dólares hacia México", ya que en los próximos días se anunciará el resultado de la primera subasta de la línea de swaps. (El Semanario Agencia, ESA)
La primera sería para reforzar los mecanismos de intervención del Banco de México (Banxico) en el mercado cambiario para lograr una estabilidad de la moneda mexicana.
Por otro lado, servirían para asegurar el financiamiento a proyectos de infraestructura, lo cuales se han visto afectados por la crisis mundial y la restricción del crédito al posponer planes como el Aeropuerto de la Riviera Maya o Punta Colonet.
Y finalmente, se usarían para facilitar el refinanciamiento o reestructura de deuda externa de algunas empresas mexicanas se que han visto impactadas negativamente por el nivel del tipo de cambio y la falta de liquidez.
Ixe indica que, incluso a corto plazo, la moneda mexicana debería verse beneficiada y en niveles de soporte de 13.70 pesos por dólar.
Destaca que el gobierno mexicano no tiene problemas de deuda externa, ya que ésta es de apenas 39,000 millones de dólares lo que representa cerca del 4% del PIB y casi 90% es de largo plazo, mientras que las reservas se ubican en 79,000 millones de dólares.
"Es decir, en esta coyuntura económica el gobierno llega sin problemas de deuda externa contrario a otras crisis económicas del pasado. Las mayores presiones habían venido de la deuda externa de algunas empresas mexicanas", precisa la intermediaria bursátil.
Añade que el préstamo del FMI es "preventivo", ya que no se tiene la intención de usar esos recursos de manera inmediata y las líneas con la FED aseguran un ingreso de dólares pagando los pesos respectivos en tres meses.
Gracias a esta última es "muy probable que haya un flujo importante de dólares hacia México", ya que en los próximos días se anunciará el resultado de la primera subasta de la línea de swaps. (El Semanario Agencia, ESA)
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