A pan y lodo

Índice Político / Francisco Rodríguez

Si un partido político se atribuye el mérito de la lluvia, no debe extrañarse que sus adversarios le hagan culpable de la sequía

Charlotte Morrow

¿BLANQUIAZUL O NEGRIAZUL?
Cabe la pregunta, ahora que, otra vez, la cúpula del Partido Acción Nacional ha optado por las campañas negras, de lodo, cual la que llevaron a cabo en el 2006.

Estrategia desesperada. Como la de hace tres años. Y que ahora bien podría provocar incremento del abstencionismo. Estudios de audiencia realizados en otros países muestran que las campañas de ataque refuerzan la intención de voto de quienes están más identificados con los candidatos, tanto con el que ataca como con el que recibe los señalamientos. Pero crean desconfianza y alarma en aquellos potenciales electores cuyo apoyo es más débil.

El efecto más devastador de los ataques, se produce en los indecisos. El elevado porcentaje de indecisos que registran las encuestas es un síntoma de que los candidatos no llenan las expectativas de los electores. Y si a la falta de interés le sumamos estas denuncias no documentadas que lanza Germán Martínez, quien insiste en ligar al PRI con el narcotráfico, lo que para no pocos electores pueden ser creíbles, veremos que a lo que se estimula es al abstencionismo.

¿Es esa la jugada final de la dupla Felipe Calderón – Germán Martínez? ¿Promover el abstencionismo?

Y si a eso se suman los llamados de organizaciones no gubernamentales y de otros grupos que piden a los ciudadanos votar en blanco o, de plano, no acercarse siquiera a las urnas, pues entonces el próximo 5 de julio nadie irá a ejercer su derecho/obligación de sufragar.

Hoy mismo, medios de difusión masiva, actores de la sociedad civil y hasta más de un columnista, organización y partido nos están planteando un falso dilema: votar por el PRI o votar por el PAN.

Es un falso dilema porque existen otras opciones partidistas y, claro, la alternativa de votar en blanco o no votar.

Para muchos esta es la alternativa, puesto que ninguno de los dos partidos representa a los intereses mayoritarios.

Todo lo contrario, los dos partidos habrán de recurrir al nocivo, pero eso sí muy extendido uso del marketing político, con el que "venden" a sus candidatos cual si fuesen productos y donde al elector sólo lo asumen como simple consumidor.

Campañas por demás vacías de contenido y de propuestas de solución a los problemas nacionales de carácter histórico y estructural. Eso sí, campañas negras, cual las ya lanzadas por el PAN, que evidencian la bajeza y el papel indignante de la práctica política de uno y otro partido.

Todo ello debido al gradual y acelerado deterioro en nuestro sistema político. Seguimos malgastando esfuerzos en el proceso de la construcción democrática sin haber definido primero qué democracia queremos. Es decir, somos como los excursionistas que no saben a dónde van de paseo y el autobús que los conduce va y viene, para y arranca, acelera y frena pero no va a ninguna parte, mientras la mayoría de la población vive en la pobreza y sigue a la expectativa de que alguien encienda una luz al final del túnel.

Menos grave, pero no por ello menos urgente, es la situación de la clase media que se ha visto disminuida en términos cuantitativos y cualitativos, hecho evidenciado por un continuo deslizamiento hacia la esfera de la pauperización. Los que no pueden quejarse son aquellos que se ubican en los estamentos altos. Cada día más ricos, intocables en términos de justicia y con las manos puestas en el Estado, convertido ya en un botín inagotable para ellos.

Responsable de esta situación son los partidos políticos. En teoría se puede leer que el rol de éstos es el de mediadores entre gobernantes y gobernados, el de ejes articuladores de expectativas y de instituciones llamadas a permitir el acceso al ejercicio del poder político. Es obligatorio también que cada partido sustente y practique una ideología. Pero si observamos detenidamente el devenir del sistema de partidos, podemos ser audaces para asegurar que en México no hay partidos políticos. Y no los hay porque han evadido su papel de mediadores y han perdido su ideología, si alguna vez la tuvieron.

Índice Flamígero: Reclaman los priístas que su dirigente Beatriz Paredes haya adoptado aquello de que "calladita se ve más bonita". Ayer, en un evento juvenil organizado por Televisa volvió a escurrir el bulto, lo que le aplaudió la muchachada.

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