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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cumple hoy 100 días al frente del gobierno signado por la crisis económica, el enfrentamiento con los republicanos y las guerras en Iraq y Afganistán. Junto a la peor recesión económica que enfrenta el país desde hace ocho décadas, Obama ahora tiene que hacer combatir también la amenaza de la gripe porcina.
Con un alto nivel de aceptación entre sus conciudadanos desde que asumió el poder, el 20 de enero último, el mandatario ha logrado importantes éxitos internos, como la aprobación de un paquete multimillonario para enfrentar la crisis.
También revirtió polémicas decisiones de su antecesor George W. Bush como el estudio de las células madres y una nueva política energética, aplaudidas por grupos liberales y organizaciones no gubernamentales.
Además, firmó una ley sobre igualdad laboral entre hombres y mujeres y derogó una cláusula que prohibía financiar con fondos públicos a grupos que promovieran el aborto.
Sin embargo, sus primeros pasos al frente del Ejecutivo no han estado exentos de problemas.
Varias de sus propuestas para integrar el gabinete renunciaron por evadir el fisco o como el caso del senador republicano Judd Gregg por discrepancias sobre diversos temas.
A eso se suma la firme oposición de los republicanos a casi todas las iniciativas de la Casa Blanca, en especial su proyecto de presupuesto del próximo año fiscal y sus acciones para revitalizar la alicaída economía.
Un nuevo tema se sumó a este enfrentamiento, las torturas cometidas contra prisioneros durante la anterior administración republicana.
La divulgación de cuatro memorandos sobre esos métodos y la eventual creación de un panel investigador provocaron una dura reacción del llamado partido rojo.
Aunque ha pasado más desapercibido los nombramientos de Obama para cortes federales es considerado como una estrategia para remodelar el poder judicial, en la actualidad muy conservador.
A las batallas partidistas y la crisis económica se agregó en los últimos días la epidemia de la gripe porcina, que ya afectó a casi 70 norteamericanos.
La situación provocó la movilización de numerosas agencias y departamentos federales, entre ellos el Pentágono.
En el plano externo, Obama ha priorizado más el diálogo no sólo con sus tradicionales aliados, como la Unión Europea, sino con gobiernos que mantienen diferencias con Washington como Irán o Rusia.
No obstante, en varias ocasiones ha dejado en claro que está dispuesto a emplear el poder militar de Estados Unidos si lo considera necesario.
Un ejemplo fue su decisión de enviar más de 21 mil soldados adicionales a Afganistán, una escalada criticada por varios militares y legisladores de su propio partido.
Como parte de su nueva estrategia de cambiar la imagen de Estados Unidos, ordenó el cierre de la prisión de la base de Guantánamo, territorio del sudeste de Cuba ocupado ilegalmente, y prohibió el uso de torturas en los interrogatorios.
Pese a las condiciones adversas que tuvo que enfrentar tras llegar a la Oficina Oval, su labor ha sido buena, estimó la revista Newsweek.
Para la publicación, el éxito de Obama se debe a que supo leer bien a la sociedad norteamericana, que en las dos últimas décadas se volvió más liberal.
Sin embargo, el diario Los Angeles Time advirtió sobre cualquier triunfalismo.
La prueba de Obama no son sus primeros 100 días, sino sus próximos mil, destacó el periódico, al recordar los primeros tres meses de Bush.
Por su parte, The Hunffington Post estimó que el mandatario falló en cumplir sus promesas a las mujeres y minorías del país, como los afroamericanos y los hispanos.
También grupos liberales han criticado al jefe de gobierno por diversas políticas y varios de sus nombramientos, considerados demasiados conservadores.
Con su estilo desenfadado y el uso sin precedente de las nuevas tecnologías, Obama ha logrado cautivar a los norteamericanos en sus primeros 100 días, pero queda por ver si logra mantener su popularidad y cumple sus promesas, en medio de la crisis económica y una dura reacción republicana.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cumple hoy 100 días al frente del gobierno signado por la crisis económica, el enfrentamiento con los republicanos y las guerras en Iraq y Afganistán. Junto a la peor recesión económica que enfrenta el país desde hace ocho décadas, Obama ahora tiene que hacer combatir también la amenaza de la gripe porcina.
Con un alto nivel de aceptación entre sus conciudadanos desde que asumió el poder, el 20 de enero último, el mandatario ha logrado importantes éxitos internos, como la aprobación de un paquete multimillonario para enfrentar la crisis.
También revirtió polémicas decisiones de su antecesor George W. Bush como el estudio de las células madres y una nueva política energética, aplaudidas por grupos liberales y organizaciones no gubernamentales.
Además, firmó una ley sobre igualdad laboral entre hombres y mujeres y derogó una cláusula que prohibía financiar con fondos públicos a grupos que promovieran el aborto.
Sin embargo, sus primeros pasos al frente del Ejecutivo no han estado exentos de problemas.
Varias de sus propuestas para integrar el gabinete renunciaron por evadir el fisco o como el caso del senador republicano Judd Gregg por discrepancias sobre diversos temas.
A eso se suma la firme oposición de los republicanos a casi todas las iniciativas de la Casa Blanca, en especial su proyecto de presupuesto del próximo año fiscal y sus acciones para revitalizar la alicaída economía.
Un nuevo tema se sumó a este enfrentamiento, las torturas cometidas contra prisioneros durante la anterior administración republicana.
La divulgación de cuatro memorandos sobre esos métodos y la eventual creación de un panel investigador provocaron una dura reacción del llamado partido rojo.
Aunque ha pasado más desapercibido los nombramientos de Obama para cortes federales es considerado como una estrategia para remodelar el poder judicial, en la actualidad muy conservador.
A las batallas partidistas y la crisis económica se agregó en los últimos días la epidemia de la gripe porcina, que ya afectó a casi 70 norteamericanos.
La situación provocó la movilización de numerosas agencias y departamentos federales, entre ellos el Pentágono.
En el plano externo, Obama ha priorizado más el diálogo no sólo con sus tradicionales aliados, como la Unión Europea, sino con gobiernos que mantienen diferencias con Washington como Irán o Rusia.
No obstante, en varias ocasiones ha dejado en claro que está dispuesto a emplear el poder militar de Estados Unidos si lo considera necesario.
Un ejemplo fue su decisión de enviar más de 21 mil soldados adicionales a Afganistán, una escalada criticada por varios militares y legisladores de su propio partido.
Como parte de su nueva estrategia de cambiar la imagen de Estados Unidos, ordenó el cierre de la prisión de la base de Guantánamo, territorio del sudeste de Cuba ocupado ilegalmente, y prohibió el uso de torturas en los interrogatorios.
Pese a las condiciones adversas que tuvo que enfrentar tras llegar a la Oficina Oval, su labor ha sido buena, estimó la revista Newsweek.
Para la publicación, el éxito de Obama se debe a que supo leer bien a la sociedad norteamericana, que en las dos últimas décadas se volvió más liberal.
Sin embargo, el diario Los Angeles Time advirtió sobre cualquier triunfalismo.
La prueba de Obama no son sus primeros 100 días, sino sus próximos mil, destacó el periódico, al recordar los primeros tres meses de Bush.
Por su parte, The Hunffington Post estimó que el mandatario falló en cumplir sus promesas a las mujeres y minorías del país, como los afroamericanos y los hispanos.
También grupos liberales han criticado al jefe de gobierno por diversas políticas y varios de sus nombramientos, considerados demasiados conservadores.
Con su estilo desenfadado y el uso sin precedente de las nuevas tecnologías, Obama ha logrado cautivar a los norteamericanos en sus primeros 100 días, pero queda por ver si logra mantener su popularidad y cumple sus promesas, en medio de la crisis económica y una dura reacción republicana.
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