Nutrir a Evo con la solidaridad mundial

Levantar una convocatoria mundial a todos los medios alternativos y comunitarios.

Que resuene su voz como una sola en defensa de Bolivia y su democracia.

Fernando Buen Abad Domínguez

Rebelión/Fundación Federico Engels/Universidad de la Filosofía

“Frente a la negligencia de algunos parlamentarios neoliberales”


Una vez más presidente Evo Morales su batalla también es nuestra. Una vez más las oligarquías demuestran que no están dormidas ni resignadas, que apuñalaran a los pueblos tan pronto puedan. Una vez más queda claro que cuanto más tardemos las decisiones de raíz, las mismas que los pueblos ya exigen para expropiar a los terratenientes, a los industriales y a los banqueros, la amenaza contra las revoluciones será cada día mas grave. Una vez más hay que alimentar las fuerzas y las esperanzas de los pueblos que deciden el rumbo que necesitan para su desarrollo. Incluso con huelgas de hambre.

Hemos llegado a este punto, a esta medida histórica y atípica porque se ha demorado el avance revolucionario de Bolivia entre papeles y salivas reformistas. Henos llegado a este punto de tensión porque era de esperarse al paso que vamos, porque ninguno de los oligarcas y sus servidores está dispuesto a ceder ni a negociar y porque en más de un sentido se han errado las tácticas y las ordenes de los de abajo. La Revolución boliviana esta perdiendo tiempos magníficos y ni el más heroico de los episodios individuales logrará sustituir, ni salvar, a un pueblo a la hora de las decisiones más profundas.

Espérense todas las críticas habidas y por haber en torno a esta medida de presión con una huelga de hambre. Vendrán las calumnias raudas a ridiculizar y a satanizar la figura presidencial del Evo. Vendrán con su rapiña noticieril a medrar y a mentir, como lo hacen siempre, con la idea de someter al presidente a un desgaste mundial ante la “opinión pública”. Y fallarán de nuevo. La fuerza revolucionaria de Bolivia es mucho más que un presidente.

A estas horas, presidente Evo, los triunfos de la Revolución boliviana resuenan por el mundo como logros históricos y como logros de todos. Nos dan moral y nos dan ejemplo. Todos queremos más y desde luego todos debemos hacer más en la solidaridad mundial urgente que reclama Bolivia a todas horas. Y en eso hay tareas urgentes y tareas inminentes. Es necesario levantar una convocatoria mundial a todos los medios de comunicación alternativos y comunitarios del continente para que resuene su voz como una sola en defensa de Bolivia y su democracia. Levantemos las voces, altas y potentes, que el mundo escuche y sienta la dignidad de un pueblo y un presidente dispuestos a frenar con la vida toda tropelía imperial infiltrada en tierras bolivianas. "Los parlamentarios sabían exactamente que en 60 días tenía que aprobarse esta ley transitoria electoral, sin embargo no quieren que se apruebe esta ley que permite garantizar la implementación, la aplicación de la nueva Constitución Política del Estado boliviano"[1]

Llamémonos todos, por teléfono, por correo, cara a cara... sumemos de inmediato un clamor mundial y demostremos a los oligarcas de que su tiempo esta contado, en Bolivia y en todo el mundo. Somos muchos más los silenciados y los postergados, somos muchos más los trabajadores y los indignados. Nos falta organización y nos falta dirección pero no nos falta claridad sobre nuestras tareas a estas horas. Ninguna de las tácticas dilatorias con que funcionario alguno, o camarilla de funcionarios, intente socavar el proceso revolucionario boliviano habrá de servir para frenar el avance de un pueblo que sabe hacerse escuchar y que camina rápido a la toma del poder político, económico y cultural. Nadie lo dude.

Mientras tanto es preciso manifestarse desde todos los rincones del planeta. Unir las voces nuestras alas voces bolivianas rebeldes y revolucionarias. No prescindamos de medio alguno. Cualquier posibilidad de expresión solidaria debe llegar a Bolivia de inmediato. Que les de fuerza a ellos y nos de fuerzas a nosotros. Se trata de una tarea ineludible en la que debemos hacernos expertos y eficaces. La solidaridad de la clase trabajadora y la solidaridad mundial de los revolucionarios tienen ahora una prueba de fuego con Bolivia... una prueba hermosa. Aunque la huelga de hambre terminara en unas horas, las tareas y los pendientes continúan sobre la mesa. Es hora ya de ira al fondo y consolidar el socialismo en Bolivia, sin precipitaciones y sin improvisaciones, tampoco con dilaciones ni conversaciones inútiles e infinitas.

A estas horas presidente Evo, buena parte del mundo, el de la mayoría que sufre y lucha, el de quienes admiran al pueblo boliviano y anhelan seguir sus pasos, esta atento y en vigilia. Es necesario sentirlo claro y fuerte porque de seguro su huelga de hambre moverá a muchos que tan pronto perciban la hora de las decisiones radicales se multiplicaran en millones. Llamemos a una alerta continental y mundial. Que la Semana Santa no nos silencie ni por sus vacaciones ni por sus manipulaciones.

A estas horas también es un ejemplo la unidad de los trabajadores y sus líderes sumados en una sola lucha contra las artimañas burguesas. Es la hora en que la vida enseña y la hora en que el paso no puede detenerse. Hay mil tareas y temas que profundizar en Bolivia y todos tenemos un lugar ahí desde nuestras trincheras respectivas. Montes y otros dirigentes que acompañan a Morales en el ayuno dijeron que la oposición conservadora sería responsable de cualquier derivación del conflicto político. "Es histórico que hagamos una huelga de hambre en el Palacio de gobierno y no saldremos de aquí hasta que se apruebe la ley electoral", dijo el líder de la Central Obrera. Nosotros decimos lo mismo rumbo a la expropiación de todas las oligarquías sin demoras, sin “reformas” desde el corazón mismo de la voluntad de los pueblos y de su conciencia más avanzada.

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