La “selección nacional” refleja la realidad de lo que es México…

Sam R. García / uzkediam@gmail.com

Solamente me voy a limitar a comentar las cosas que he visto y escuchado, principalmente en ESPN y de sus analistas deportivos, respecto al tema de la selección mexicana de fútbol. En primer lugar tenemos como siempre la injerencia directa de Televisa en el deporte más popular de México. Para variar son dueños de varios equipos, no nada más en primera división sino en ramas inferiores del soccer azteca. Pero no se conforman y junto con TV Azteca han tenido el dominio absoluto de la selección mexicana, porque saben, nada brutos, que controlar ese recurso es tener a su disposición a la gallina de los huevos de oro.

Dinero, como siempre el maldito dinero, es la razón principal por la cual ese duopolio, principalmente Televisa -que sigue superando y por mucho a la televisora de enfrente-, han puesto como prioridad lo comercial y no lo deportivo en la selección nacional. Pero misma situación la vemos en los equipos más grandes de fútbol, si acaso se salvan un poco los Pumas de la U.N.A.M. que sin mucho dinero han arrojado buenos resultados, en un cada vez más complicado torneo mexicano que prácticamente deja que cualquiera que agarre una buena racha gane un título a pesar de tener un torneo malo o mediocre.

El amor por la camiseta, la identidad de la gente con su equipo y mucho más con la selección nacional, son cosas que se han perdido. Les interesa más plasmar en una playera “oficial” decenas de logotipos de los patrocinadores, con tal de vender, con tal de seguir enajenando e induciendo a la gente al consumismo. Vender para ganar dinero, ganar dinero para invertir más y multiplicarlo de ser posible, esa lógica ha tirado por la borda el buen fútbol que se supone una selección nacional de un país de más de 100 millones de habitantes debería de tener. Muchos europeos se preguntan ¿Cómo es posible que en un país con demasiadas personas y con tantos aficionados al fútbol no encuentren 11 dignos representantes para disputar un partido de fútbol con las potencias de dicho deporte?, ¿por qué no es México un país futbolísticamente competitivo?

La respuesta a esas y otras interrogantes reside en quienes están al frente del deporte nacional. Aquí no entran solamente Televisa y los de TV Azteca, aquí también hay que identificar el mal de males, que es los gobiernos neoliberales. Ellos desde siempre han buscado desintegrar todo aquello que derive en un triunfo y éxito popular, no deben de haber elementos para el nacionalismo, si acaso fingidos para comercializar, pero no cosas que realmente sacudan la conciencia nacional. Sin duda, de tener México una selección digna y triunfadora se volvería en un referente no nada más para el deporte, sino referente de vida para millones de mexicanos, es decir, buscaríamos ir más allá de donde nos permite el sistema, imitaríamos el éxito de dicha selección, cosa que no le agradaría a la clase dominante.

Por eso mismo el sistema tiene siempre calculado que México llegue al “ya merito” y que no pase más allá, tanto en fútbol como en otros deportes. Claro, la mediocridad debe ser la bandera, al final de cuentas la decepción debe acompañar al mexicano, que se debe agachar y debe ser sumiso, debe dejarse dominar y controlar por otros ajenos a los intereses reales de la población, ¿hasta cuándo?, ¿qué tiene que suceder para que México despierte?

Al inicio hice referencia a lo que he estado viendo en ESPN, es una lástima que dicho canal no éste en T.V. Abierta, bueno, quizás por eso se atreven a decir tantas verdades, pero han estado señalando y con mucha razón, que el fútbol mexicano está mal porque así lo quieren los dueños. Los que ponen el dinero nada más quieren vender la marca, el logotipo, la playera y la imagen del equipo pero ya no les interesa el deporte como tal. Si el equipo gana, empata o pierde eso vale madre, lo que importa es cuánto dinero ingresan a las arcas de los empresarios. Los actores del fútbol, los jugadores, lucen mejor en los comerciales para celulares o para algunas bebidas, pero en el terreno de juego ya no meten goles ni con la portería abierta (recordemos la eliminación de México en el preolímpico pasado, fallaron hasta el cansancio, fue en la era de Hugo Sánchez).

Dicen los de ESPN que la solución no es llamar un nuevo técnico nacional, ahora vuelve Javier Aguirre (hasta Calderón le tuvo que llamar para que aceptara regresar al TRI), pero de nada va a servir, pues dicen que se debe cambiar de fondo el sistema del torneo mexicano, debe acabarse la corrupción (piden un imposible), dicen que deben evitarse los monopolios y el control de la selección nacional debe ser ajeno a los intereses de particulares. También dicen los de ESPN que la afición debe hacerse respetar, dicen que si dejáramos de ir a los estadios, si dejáramos de comprar todas las cosas que nos anuncian a través de los partidos (antes eran nada más comerciales al medio tiempo, hoy ponen anuncios hasta cuando alguien hace un túnel a un rival, o cuando un jugador vuela el balón, para todo sacan tomas disque de la cámara fantasma e insertan más y más publicidad, visible y también subliminal). Dicen que la solución es muy sencilla, que debemos exigir que haya espectáculo, que los jugadores dejen de ganar tanto, que ya no los inflen y que jueguen los que de verdad aman el deporte y no los que llegan al primer equipo por palancas o por haber pagado por ello, haciendo trampa y tranza.

Son muchas cosas las que escucho de los comentaristas de ESPN, todos ellos hablan con sentido y saben de lo que hablan, allí tienen a Carlos Albert, a José Ramón Fernández, Heriberto Murrieta, Ciro Procuna, Héctor Huerta, David Failtenson, etc. Son personajes que conocen el medio desde hace mucho tiempo y claro, ciertas cosas se las deben de guardar… pero a pesar de todo eso que se guardan, no importa, la realidad es tan evidente que me permite llegar a la siguiente conclusión:

Si los mexicanos no tenemos una selección nacional de fútbol donde 11 jugadores y los de banca jueguen a ganar, que luchen con dignidad cada minuto de cada partido, si en eso que es algo tan simple dentro de un país, no tenemos la capacidad de exigir que nos cumplan… ¿algún día podremos llevar a la izquierda al poder? O ya no tanto a la izquierda ¿Algún día veremos 11, 22, 31 gobernantes honestos y dignos de ser llamados nuestros representantes en los estados de la república?

No es mi intención sonar fatalista, más bien soy realista, pero creo que comenzaré en creer en eso del cambio, quizás, sí, quizás, cuando algunas cosas comiencen a cambiar en la selección nacional de fútbol, ojala los mexicanos que dicen amar y vivir la pasión del fútbol algún día despierten y sacudan sus conciencias para exigir respeto. De paso quizás podamos exigir un buen gobierno, que es algo que más falta nos hace y que es un peor mal que ver jugar pésimo a la decepción nacional de fútbol…

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