Mario Hubert Garrido / PL
De cara a elecciones generales en Bolivia, una oposición fragmentada continua hoy sin candidatos ni una línea programática que supere las políticas del cambio que lidera el mandatario Evo Morales. La víspera, tras varias horas de deliberaciones en el sureño departamento de Tarija, los prefectos de esa región y los de Santa Cruz, Beni y Chuquisaca no lograron articular una alianza de cara a los comicios del 6 de diciembre de este año.
La principal conclusión fue volverse a reunir el 25 de mayo próximo, en Sucre, para "festejar" el primer grito libertario de América, un pretexto para seguir ahondando en cómo hacer tambalear el proyecto del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), según afirmó la máxima autoridad cruceña, Rubén Costas.
Entre tanto, el presidente de la Cámara Alta, el opositor Óscar Ortiz, que se presumía fuese de los principales rivales de Morales en las urnas, enfatizó que deberá trabajar en una alianza de todos los que comparten condiciones democráticas y autonómicas, descartando dar posibles nombres.
A juicio del ministro de Autonomías y Descentralización, Carlos Romero, la oposición debiera ser más activa y unida, si quiere aspirar a cierto respaldo en los próximos sufragios, incluidos los regionales de abril de 2010.
Señaló además que los adversarios del Ejecutivo solo han mostrado su inclinación a la confrontación, la política de cuestionarlo todo.
"Esos núcleos duros no ayudan a avanzar", opinó.
De acuerdo con el titular, quien encabezó una comisión concertadora que permitió la aprobación el martes último de una ley electoral transitoria, Bolivia necesita una oposición que fiscalice y construya, para enfrentar las futuras elecciones generales.
Sin embargo, dijo, así como está no tiene perspectivas de disputarle la presidencia a Evo Morales.
Romero precisó además que la oposición política al MAS podría concentrar sus esfuerzos en el Parlamento y, para eso, también aconsejó cohesionarse.
Para varios analistas, el rol de los contrarios al Ejecutivo se asentó, principalmente, en el trabajo desarticulado de cuatro de los nueve prefectos (Rubén Costas, Santa Cruz; Ernesto Suárez, Beni; Savina Cuéllar, Chuquisaca; y Mario Cossío, Tarija), lo que ha producido líderes regionales pero sin proyección nacional.
Por su parte, el senador Carlos BÃ�rth, del ala más conservadora del partido opositor Poder Democrático Social (PODEMOS), estimó que es necesaria una aglutinación de las fuerzas políticas contrarias al actual jefe de Estado.
"Lo ideal es que exista la opción de izquierda que ya está simbolizada por el candidato más fuerte que es el presidente Evo Morales. La extrema derecha tiene que aglutinarse y tener su representante y debiera aparecer uno de centroderecha que sirva de equilibrio", comentó.
BÃ�rth reconoció que hoy en Bolivia la derecha está dispersa, confundida y con muchas pugnas internas entre los pequeños líderes que se postulan y que las sondeos de opinión los ubican entre el siete y el nueve por ciento, muy por debajo de Morales, que tiene un apoyo del más del 40.
El martes último, desde Plaza Murillo, el estadista de origen aimara lanzó su candidatura, acompañado por miles de obreros, campesinos e indígenas, sus principales aliados.
Morales, quien en 2005 triunfó en las urnas con una votación de 54 por ciento, aseguró que se podía ganar con el 60 o el 70 por ciento de los votos válidos.
De igual manera apostó por un mayor respaldo para integrar la Asamblea Legislativa Plurinacional (nombre que adopta el Congreso en 2010).
El MAS tiene una mayoría cómoda en la Cámara de Diputados pero es minoría en el Senado cuyo control es clave para dominar el Legislativo.
La nueva norma electoral modificó el número de representantes y la forma de asignación de escaños en esa cámara.
De cara a elecciones generales en Bolivia, una oposición fragmentada continua hoy sin candidatos ni una línea programática que supere las políticas del cambio que lidera el mandatario Evo Morales. La víspera, tras varias horas de deliberaciones en el sureño departamento de Tarija, los prefectos de esa región y los de Santa Cruz, Beni y Chuquisaca no lograron articular una alianza de cara a los comicios del 6 de diciembre de este año.
La principal conclusión fue volverse a reunir el 25 de mayo próximo, en Sucre, para "festejar" el primer grito libertario de América, un pretexto para seguir ahondando en cómo hacer tambalear el proyecto del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), según afirmó la máxima autoridad cruceña, Rubén Costas.
Entre tanto, el presidente de la Cámara Alta, el opositor Óscar Ortiz, que se presumía fuese de los principales rivales de Morales en las urnas, enfatizó que deberá trabajar en una alianza de todos los que comparten condiciones democráticas y autonómicas, descartando dar posibles nombres.
A juicio del ministro de Autonomías y Descentralización, Carlos Romero, la oposición debiera ser más activa y unida, si quiere aspirar a cierto respaldo en los próximos sufragios, incluidos los regionales de abril de 2010.
Señaló además que los adversarios del Ejecutivo solo han mostrado su inclinación a la confrontación, la política de cuestionarlo todo.
"Esos núcleos duros no ayudan a avanzar", opinó.
De acuerdo con el titular, quien encabezó una comisión concertadora que permitió la aprobación el martes último de una ley electoral transitoria, Bolivia necesita una oposición que fiscalice y construya, para enfrentar las futuras elecciones generales.
Sin embargo, dijo, así como está no tiene perspectivas de disputarle la presidencia a Evo Morales.
Romero precisó además que la oposición política al MAS podría concentrar sus esfuerzos en el Parlamento y, para eso, también aconsejó cohesionarse.
Para varios analistas, el rol de los contrarios al Ejecutivo se asentó, principalmente, en el trabajo desarticulado de cuatro de los nueve prefectos (Rubén Costas, Santa Cruz; Ernesto Suárez, Beni; Savina Cuéllar, Chuquisaca; y Mario Cossío, Tarija), lo que ha producido líderes regionales pero sin proyección nacional.
Por su parte, el senador Carlos BÃ�rth, del ala más conservadora del partido opositor Poder Democrático Social (PODEMOS), estimó que es necesaria una aglutinación de las fuerzas políticas contrarias al actual jefe de Estado.
"Lo ideal es que exista la opción de izquierda que ya está simbolizada por el candidato más fuerte que es el presidente Evo Morales. La extrema derecha tiene que aglutinarse y tener su representante y debiera aparecer uno de centroderecha que sirva de equilibrio", comentó.
BÃ�rth reconoció que hoy en Bolivia la derecha está dispersa, confundida y con muchas pugnas internas entre los pequeños líderes que se postulan y que las sondeos de opinión los ubican entre el siete y el nueve por ciento, muy por debajo de Morales, que tiene un apoyo del más del 40.
El martes último, desde Plaza Murillo, el estadista de origen aimara lanzó su candidatura, acompañado por miles de obreros, campesinos e indígenas, sus principales aliados.
Morales, quien en 2005 triunfó en las urnas con una votación de 54 por ciento, aseguró que se podía ganar con el 60 o el 70 por ciento de los votos válidos.
De igual manera apostó por un mayor respaldo para integrar la Asamblea Legislativa Plurinacional (nombre que adopta el Congreso en 2010).
El MAS tiene una mayoría cómoda en la Cámara de Diputados pero es minoría en el Senado cuyo control es clave para dominar el Legislativo.
La nueva norma electoral modificó el número de representantes y la forma de asignación de escaños en esa cámara.
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