La reunión del G-20 concluyó que se otorgará un billón de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial (BM), con el objetivo de recuperar el crecimiento de la economía global.
De este billón, la mitad está destinada para el FMI, el cual triplicará de esta forma sus recursos hasta los 750,000 millones de dólares.
En conferencia de prensa al término de la cumbre, el primer ministro británico, Gordon Brown, dio a conocer las conclusiones del grupo y las cuales pueden agruparse en cinco puntos.
El primero es la imposición de sanciones a los paraísos fiscales y los países que no cooperen en la reactivación de la economía mundial.
El segundo punto es la inyección de un billón de dólares adicional al FMI y BM para recuperar el sistema financiero antes de que acabe el 2010; el siguiente es definir las nuevas reglas para limitar los salarios y bonificaciones de los banqueros.
En cuarto sitio, el G-20 acordó que el FMI venda su oro para ayudar a los países más pobres; y por último establecieron una nueva reunión del grupo antes de que acabe este año para supervisar el plan, cuya fecha y lugar se dará a conocer en los próximos días.
El principio de la cumbre estuvo marcado por el desacuerdo, pues un bloque conformado por Nicolas Sarkozy, presidente de Francia, y Angela Merkel, canciller de Alemania, se oponía a la falta de acciones firmes en torno a la supervisión financiera y a las propuestas y exigencias de Barack Obama, mandatario de EU.
Pero al finalizar la reunión, indicó el primer ministro británico, se logró un compromiso para erigir un nuevo sistema de regulación internacional y adoptar "cualquier acción que sea necesaria" para recuperar el crecimiento mundial.
A su vez, Sarkozy se mostró "feliz" con el acuerdo obtenido más allá de lo "imaginado", pues da la impresión de que los países han superado sus diferencias. (El Semanario Agencia, ESA)
De este billón, la mitad está destinada para el FMI, el cual triplicará de esta forma sus recursos hasta los 750,000 millones de dólares.
En conferencia de prensa al término de la cumbre, el primer ministro británico, Gordon Brown, dio a conocer las conclusiones del grupo y las cuales pueden agruparse en cinco puntos.
El primero es la imposición de sanciones a los paraísos fiscales y los países que no cooperen en la reactivación de la economía mundial.
El segundo punto es la inyección de un billón de dólares adicional al FMI y BM para recuperar el sistema financiero antes de que acabe el 2010; el siguiente es definir las nuevas reglas para limitar los salarios y bonificaciones de los banqueros.
En cuarto sitio, el G-20 acordó que el FMI venda su oro para ayudar a los países más pobres; y por último establecieron una nueva reunión del grupo antes de que acabe este año para supervisar el plan, cuya fecha y lugar se dará a conocer en los próximos días.
El principio de la cumbre estuvo marcado por el desacuerdo, pues un bloque conformado por Nicolas Sarkozy, presidente de Francia, y Angela Merkel, canciller de Alemania, se oponía a la falta de acciones firmes en torno a la supervisión financiera y a las propuestas y exigencias de Barack Obama, mandatario de EU.
Pero al finalizar la reunión, indicó el primer ministro británico, se logró un compromiso para erigir un nuevo sistema de regulación internacional y adoptar "cualquier acción que sea necesaria" para recuperar el crecimiento mundial.
A su vez, Sarkozy se mostró "feliz" con el acuerdo obtenido más allá de lo "imaginado", pues da la impresión de que los países han superado sus diferencias. (El Semanario Agencia, ESA)
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