Volatilidad cambiaria y bursátil se acentúa

Salomón Cuenca Sánchez - Miguel Gallardo Rodríguez (Cortesía de XINHUA)

El peso y la bolsa de valores de México cerraron la última semana de febrero a la baja en señal del debilitamiento de la economía del país en medio de la desaceleración global.

La fuga de capitales, la no aplicación inmediata de medidas internas contra la crisis y la falta de reactivación en Estados Unidos han comenzado a exacerbar la recesión en México.

Otro factor en contra, pero de las finanzas del gobierno, es la caída de los ingresos petroleros por la baja en los precios internacionales de los hidrocarburos y que tarde que temprano afectarán negativamente la captación fiscal.

El peso se ha debilitado irreversiblemente y cerró febrero con una depreciación de 33,5 por ciento acumulada desde finales de agosto del año pasado.

El dólar alcanzó el 27 de febrero su máximo histórico frente a la moneda mexicana de 15,31 pesos por unidad aunque descendió al cierre de la jornada.

El peso terminó en un promedio de 15 pesos a la venta y 14,50 a la compra. El euro, que también ha ganado terreno al peso, concluyó el último día de febrero en 19,27 pesos a la venta y 18,99 a la compra.

La Bolsa Mexicana de Valores cerró todas las jornadas de la última semana de febrero a la baja. El lunes retrocedió 1,92%, el martes 2,01%, el miércoles 0,42%, el jueves 0,84 por ciento y el viernes 1,63 por ciento.

La debilidad del peso y la volatilidad de la bolsa son resultado de la debilitación de la economía del país, donde los paros de empresas han salvado el empleo a unos 500.000 trabajadores pero con la subsecuente merma de los salarios.

A decir del Banco (central) de México, la economía nacional se achicará este año entre 0,8 y 1,8 por ciento debido a la recesión, que causará la pérdida de entre 180.000 y 300.000 despidos.

En enero hubo al menos 150.000 despidos y el desempleo alcanzó su nivel más alto de 5 por ciento. Las carestías de los alimentos y los alquileres se suman a las dificultades que asolan a la población.

Expertos aseguran que la fuga de capitales y la especulación han noqueado al peso frente al dólar.

Bajan las reservas

Desde octubre, el Banco de México ha quemado de su reserva de divisas al menos 20.500 millones de dólares en el mercado cambiario en un fallido intento por frenar la caída del peso.

Ese monto alcanzará en breve casi todas las remesas enviadas el año pasado por los mexicanos en el exterior por 25.000 millones de dólares. Después de las exportaciones de petróleo, las remesas son la segunda mayor fuente de divisas de México.

La depreciación del peso ha beneficiado a una minoría de grandes especuladores financieros pero ha perjudicado a la mayoría de la población y a numerosas empresas productivas.

La gigante de las bebidas gaseosas estadounidense Coca-Cola dijo que su filial en México --Coca-Cola Femsa-- tuvo una caída en su utilidad neta en el último trimestre de 2008 de 585 millones de pesos (40,3 millones de dólares) debido a la depreciación.

La empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) aparece como la más golpeada por la depreciación.

Pemex afirmó que la depreciación le causó una pérdida cambiaria de 68.000 millones de pesos (5.037 millones de dólares) en sus cuentas del último trimestre de 2008.

Expertos aseguran que la caída del peso se debe más a la especulación que a la ralentización de la economía nacional.

El banco central ha sido reacio a facilitar los nombres de bancos y empresas implicados en la fuga de capitales que ha mermado la reserva de divisas del país, de 90.000 millones de dólares en octubre a 80.000 millones a finales de febrero.

Los bancos, que en su mayoría son extranjeros en México, se deshacen de sus pesos y se llevan dólares a sus matrices.

Crucial, reactivación en Estados Unidos

México afrontará una severa recesión si no se reactiva pronto la economía de Estados Unidos, su mayor socio comercial, al que envía el 85 por ciento de sus exportaciones.

Para México es importante el plan anticrisis anunciado por el mandatario Felipe Calderón pero es crucial que funcione el plan de reactivación por 800.000 millones de dólares del presidente Barack Obama en Estados Unidos.

Si la economía de Estados Unidos no despega la de México padecerá recesión por un periodo más largo de lo previsto. Expertos consideran muy optimista la aseveración del presidente Calderón de que la economía mexicana se reactivará a finales de año.

La economía de México perdió potencia desde 2000, cuando comenzaron los primeros síntomas de ralentización en Estados Unidos.

En 2004, México pasó de la primera a la segunda mayor economía de América Latina después de Brasil y en 2001 descendió de la novena mayor economía del mundo a la número 14.

El sector industrial cerró 2008 con una contracción de 1,3 por ciento respecto de 2007 y en diciembre registró la peor caída del año, de 6,7 por ciento, en comparación con igual mes del año anterior.

Además de las atribulaciones económicas y financieras, México es azotado por una violencia vinculada al narcotráfico que ha dejado en lo que va del año al menos 1.600 muertos. En 2008, las muertes por narcotráfico totalizaron 6.000.

El presidente Calderón y el secretario (ministro) de Hacienda, Agustin Carstens, consideran vital suprimir al narcotráfico, secuestros y demás crimen organizado para impedir que inhiban la inversión local y extranjera.

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