La Jornada / Notimex
El éxodo de talentos mexicanos al exterior -el cual asciende a 575 mil- ha costado al país más de 100 mil millones de pesos, que significan una cuarta parte del presupuesto que se destina a la Secretaría de Educación Pública (SEP), admitió el subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán.
Al iniciar el seminario internacional “Fuga de cerebros, movilidad académica y redes científicas", el subsecretario añadió que las cifras van en ascenso, ya que 20 mil mexicanos calificados abandonan el país anualmente.
Tuirán detalló que de esos 575 mil mexicanos, en Estados Unidos viven 552 mil con estudios de licenciatura, maestría o doctorado, mientras que en la Unión Europea son 23 mil los connacionales en esa situación.
El subsecretario describió que la mitad de los estudiantes que salen al extranjero a estudiar maestrías o doctorados se queda en esos países debido a las ofertas laborales que reciben.
De acuerdo con la Encuesta Continua de Población, existen 811 mil mexicanos residentes en Estados Unidos que cursaron algún ciclo universitario, el cual no concluyeron, además de que existen 278 mil connacionales con título equivalente a profesional asociado o técnico superior universitario, comentó el subsecretario de la SEP.
Según Tuirán Gutiérrez, un estudiante en México representa una erogación anual de 45 mil pesos en una institución de estudios superiores, a lo cual "se debe agregar el costo que representa la primaria, la secundaria y la preparatoria".
Se trata de personas que fueron formadas en el país y que les costaron a todos los mexicanos, sobre todo porque muchos de ellos son egresados de escuelas públicas, por lo que "no sólo representa una sangría de capital humano sino también de inversiones generadas para formar a esos estudiantes", aseveró.
Se estima que en los países de la OCDE, donde ocurre al menos 70 por ciento de los intercambios mundiales de bienes y servicios, el número de migrantes con estudios superiores aumentó en la década pasada de 12 millones a 20 millones de personas, provenientes en su mayoría de países en desarrollo, mencionó el funcionario.
La mayor parte de ellos lo hizo en busca de salarios más elevados y de mejores oportunidades laborales o de desarrollo profesional, abundó.
De acuerdo con el funcionario de la SEP, esa situación debe derivar en la elaboración de respuestas imaginativas y creativas para aprovechar las capacidades de dichos profesionistas en sitios estratégicos en los que se genera y aplica conocimiento.
El éxodo de talentos mexicanos al exterior -el cual asciende a 575 mil- ha costado al país más de 100 mil millones de pesos, que significan una cuarta parte del presupuesto que se destina a la Secretaría de Educación Pública (SEP), admitió el subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán.
Al iniciar el seminario internacional “Fuga de cerebros, movilidad académica y redes científicas", el subsecretario añadió que las cifras van en ascenso, ya que 20 mil mexicanos calificados abandonan el país anualmente.
Tuirán detalló que de esos 575 mil mexicanos, en Estados Unidos viven 552 mil con estudios de licenciatura, maestría o doctorado, mientras que en la Unión Europea son 23 mil los connacionales en esa situación.
El subsecretario describió que la mitad de los estudiantes que salen al extranjero a estudiar maestrías o doctorados se queda en esos países debido a las ofertas laborales que reciben.
De acuerdo con la Encuesta Continua de Población, existen 811 mil mexicanos residentes en Estados Unidos que cursaron algún ciclo universitario, el cual no concluyeron, además de que existen 278 mil connacionales con título equivalente a profesional asociado o técnico superior universitario, comentó el subsecretario de la SEP.
Según Tuirán Gutiérrez, un estudiante en México representa una erogación anual de 45 mil pesos en una institución de estudios superiores, a lo cual "se debe agregar el costo que representa la primaria, la secundaria y la preparatoria".
Se trata de personas que fueron formadas en el país y que les costaron a todos los mexicanos, sobre todo porque muchos de ellos son egresados de escuelas públicas, por lo que "no sólo representa una sangría de capital humano sino también de inversiones generadas para formar a esos estudiantes", aseveró.
Se estima que en los países de la OCDE, donde ocurre al menos 70 por ciento de los intercambios mundiales de bienes y servicios, el número de migrantes con estudios superiores aumentó en la década pasada de 12 millones a 20 millones de personas, provenientes en su mayoría de países en desarrollo, mencionó el funcionario.
La mayor parte de ellos lo hizo en busca de salarios más elevados y de mejores oportunidades laborales o de desarrollo profesional, abundó.
De acuerdo con el funcionario de la SEP, esa situación debe derivar en la elaboración de respuestas imaginativas y creativas para aprovechar las capacidades de dichos profesionistas en sitios estratégicos en los que se genera y aplica conocimiento.
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