Marcela Gómez Zalce
• 6 de julio… ¿punto final?
• Molinar: Coopelan o cuello
El asunto mi estimado, es el problema; la forma es la solución y el fondo es la travesura. Es innegable que Felipe y el PAN sí están jugando su resto para enrarecer el proceso electoral de julio próximo, o mejor aún, para darle la vuelta al bodrio electoral e inundar los medios con una colosal espotiza y, haiga sido como haiga sido, al diablo con las instituciones… comenzando por el deslucido ife (con minúsculas), so hold your breath porque ahí le va.
La atractiva tenebra entró en un excelso timing o coincidencia (que en política no existen) con el affaire presidencial de Carpinteyro y el balconeo telefónico a Luis Téllez, quien salió lleno de pena y sin gloria por su polémico paso por la desmadrada SCT que… anote usted, es un epicentro fundamental en los comicios intermedios.
Lo más simpático del caso, my friend, es que en el PRI no parece haber nadie que entienda la espléndida carambola a varias bandas con la desparpajada llegada de Juan Molinar Horcasitas, que no tiene ninguna experiencia en el sector en donde el pleito por el pastel de las telecomunicaciones entre Telmex y Televisa... trastoca maravillosas aristas que implica en distintos círculos de interés a TVAzteca, MVS, Roberto Hernández, Carlos Slim y Francisco Gil Díaz. Las señales de ayer revelan que para este delicado conflicto entre las poderosas élites, el reloj de los sátrapas del Gymboree azul y Los Pinos pretende detenerse unos meses hasta brincar el proceso electoral… que a partir del 6 de julio marcará el inicio de una adelantada y accidentada sucesión enmarcada con la factible debacle de Acción Nacional.
Por eso la nueva reforma a la Ley de Radio y Televisión hecha sobre las rodillas legislativas, y aprobada en fast track, llevó la jiribilla que a las lacritas tricolores (porque las amarillas no tienen remedio) les pasó de noche. Así que, porfa, ponga mucha atención.
Imagine usted que el PAN le propina una espotiza nacional marca ACME a la ciudadanía y el ife, con eso de su controvertido sistema de monitoreo (aún sin instalar) y con la sugestiva justificación de que sólo estarán pendientes de lo que ellos pautan, juegan al Tío Lolo. Luego entonces, ante la locura espotera los partidos políticos se inconforman –léase la hacen de tos al comparar sus resultados contratados por fuera para el monitoreo de sus campañas– y hacen su respectivo desmadre ante el ife, que reaccionará si sólo si se hace el simpático reclamo… y de esa ventanilla se turna a la autoridad competente recién aprobada para sancionar jurídicamente lo relacionado con el espoteo electoral.
Y… ¿¿quién es ese nuevo jicotillo aprobado en fast track en el Congreso…??
La SCT.
Y… ¿¿quién llegó garantizando lealtad, sumisión y obediencia azul para llevar a cabo el papel de nuevo responsable en la arena espotera…??
Juan Molinar Horcasitas.
El mismo cuyos hilos en el ife alcanzan a Benito Nacif y Arturo Sánchez, este último protagonista fundamental en el cochinero doméstico del 2006.
Pero no se me distraiga. Según el dictamen aprobado, en caso de infracciones graves y sistemáticas de concesionarios y permisionarios, el ife escuchará sus argumentos y dará cuenta a la autoridad competente para los efectos correspondientes. Es decir, será la SCT la que determine si revoca la concesión o el permiso de Radio y Televisión a los que no respeten lo que ordene el ife en materia de transmisión de espots electorales… ¿Me sigue?
En medio del descontrolado bullicio espotero, en donde hoy existe un importante incumplimiento en la transmisión de los tiempos del Estado para la publicidad de los partidos políticos por parte del ife, está además la cínica rendija por la saldrán a justificarse los desacreditados consejeros.
Con eso de que... ooppssss tienen las manos atadas y cualquier proceso de impugnación y/o reclamo del pauteo llevará meses cuando toda la batalla campal, mi estimado, tendrá una duración de ¡siete semanas!, del 2 de mayo al 5 de julio… el tamaño de la catastrófica tormenta está anunciada.
Sobre todo porque el arribo de Molinar Horcasitas honra de manera excelsa la frase del sexenio:
Coopelan o cuello.
Y así, con esta temeraria jugada que abarca las grandes ligas, los poderes fácticos y los llamativos intereses Felipe Calderón les demostró su desesperación. Porque perdiendo el músculo del Congreso el 5 de julio, my friend… su sexenio llegó a su punto final.
So let the electoral war begin.
¡¿Así o más claro?!
• 6 de julio… ¿punto final?
• Molinar: Coopelan o cuello
El asunto mi estimado, es el problema; la forma es la solución y el fondo es la travesura. Es innegable que Felipe y el PAN sí están jugando su resto para enrarecer el proceso electoral de julio próximo, o mejor aún, para darle la vuelta al bodrio electoral e inundar los medios con una colosal espotiza y, haiga sido como haiga sido, al diablo con las instituciones… comenzando por el deslucido ife (con minúsculas), so hold your breath porque ahí le va.
La atractiva tenebra entró en un excelso timing o coincidencia (que en política no existen) con el affaire presidencial de Carpinteyro y el balconeo telefónico a Luis Téllez, quien salió lleno de pena y sin gloria por su polémico paso por la desmadrada SCT que… anote usted, es un epicentro fundamental en los comicios intermedios.
Lo más simpático del caso, my friend, es que en el PRI no parece haber nadie que entienda la espléndida carambola a varias bandas con la desparpajada llegada de Juan Molinar Horcasitas, que no tiene ninguna experiencia en el sector en donde el pleito por el pastel de las telecomunicaciones entre Telmex y Televisa... trastoca maravillosas aristas que implica en distintos círculos de interés a TVAzteca, MVS, Roberto Hernández, Carlos Slim y Francisco Gil Díaz. Las señales de ayer revelan que para este delicado conflicto entre las poderosas élites, el reloj de los sátrapas del Gymboree azul y Los Pinos pretende detenerse unos meses hasta brincar el proceso electoral… que a partir del 6 de julio marcará el inicio de una adelantada y accidentada sucesión enmarcada con la factible debacle de Acción Nacional.
Por eso la nueva reforma a la Ley de Radio y Televisión hecha sobre las rodillas legislativas, y aprobada en fast track, llevó la jiribilla que a las lacritas tricolores (porque las amarillas no tienen remedio) les pasó de noche. Así que, porfa, ponga mucha atención.
Imagine usted que el PAN le propina una espotiza nacional marca ACME a la ciudadanía y el ife, con eso de su controvertido sistema de monitoreo (aún sin instalar) y con la sugestiva justificación de que sólo estarán pendientes de lo que ellos pautan, juegan al Tío Lolo. Luego entonces, ante la locura espotera los partidos políticos se inconforman –léase la hacen de tos al comparar sus resultados contratados por fuera para el monitoreo de sus campañas– y hacen su respectivo desmadre ante el ife, que reaccionará si sólo si se hace el simpático reclamo… y de esa ventanilla se turna a la autoridad competente recién aprobada para sancionar jurídicamente lo relacionado con el espoteo electoral.
Y… ¿¿quién es ese nuevo jicotillo aprobado en fast track en el Congreso…??
La SCT.
Y… ¿¿quién llegó garantizando lealtad, sumisión y obediencia azul para llevar a cabo el papel de nuevo responsable en la arena espotera…??
Juan Molinar Horcasitas.
El mismo cuyos hilos en el ife alcanzan a Benito Nacif y Arturo Sánchez, este último protagonista fundamental en el cochinero doméstico del 2006.
Pero no se me distraiga. Según el dictamen aprobado, en caso de infracciones graves y sistemáticas de concesionarios y permisionarios, el ife escuchará sus argumentos y dará cuenta a la autoridad competente para los efectos correspondientes. Es decir, será la SCT la que determine si revoca la concesión o el permiso de Radio y Televisión a los que no respeten lo que ordene el ife en materia de transmisión de espots electorales… ¿Me sigue?
En medio del descontrolado bullicio espotero, en donde hoy existe un importante incumplimiento en la transmisión de los tiempos del Estado para la publicidad de los partidos políticos por parte del ife, está además la cínica rendija por la saldrán a justificarse los desacreditados consejeros.
Con eso de que... ooppssss tienen las manos atadas y cualquier proceso de impugnación y/o reclamo del pauteo llevará meses cuando toda la batalla campal, mi estimado, tendrá una duración de ¡siete semanas!, del 2 de mayo al 5 de julio… el tamaño de la catastrófica tormenta está anunciada.
Sobre todo porque el arribo de Molinar Horcasitas honra de manera excelsa la frase del sexenio:
Coopelan o cuello.
Y así, con esta temeraria jugada que abarca las grandes ligas, los poderes fácticos y los llamativos intereses Felipe Calderón les demostró su desesperación. Porque perdiendo el músculo del Congreso el 5 de julio, my friend… su sexenio llegó a su punto final.
So let the electoral war begin.
¡¿Así o más claro?!
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