Respondones

Teodoro Rentería Arróyave

Dos temas conmueven al mundo político-financiero: el cuestionamiento del secretario de Hacienda y Crédito Público, Agustín Carstens Carstens a la efectividad del plan anticrisis del presidente Felipe Calderón Hinojosa y la decisión de los legisladores de ponerle tope a las altas tasas de interés de los bancos. Como se ve, aparecieron en el firmamento de esos sectores, dos respondones, el primero, empleado del presidente y el segundo, un poder alterno y desde luego soberano.

Carstens Carstens cambió, durante una conferencia a estudiantes universitarios, su calificativo de la crisis económica en nuestro país de simple catarrito a “un gran tsunami del exterior”, un “shock”, al advertir que el choque externo que recibe México es demasiado fuerte, lo que augura, además, que durante el resto de 2009 se presenten situaciones de dificultad.

Y luego preciso, que no se sabe si las medidas que impulsa el Gobierno mexicano vayan a ser suficientes. ¡Vaya que la situación es de gravedad! Si el encargado de las finanzas públicas, el jefe del llamado Gabinete Económico no sabe si las medidas implementadas por el Gobierno, del que forma parte en forma por demás preponderante, sean eficaces, es de preguntarse: ¿Quién entonces lo sabrá? ¡Averígüelo Vargas! Exclamaría el clásico.

Por menos fue corrido o renunciado, que es lo mismo, Luis Téllez Kuenzler de la titularidad de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, exacto, por hablar mal del ex presidente, Carlos Salinas de Gortari y otras lindezas, aunque es de estimarse que mientras Agustín Cartens habla de frente de su ambiguo pronóstico, el ahora exsecretario lo hizo al través de los inalámbricos, sin tomar en cuenta que ahí posan los pájaros cibernéticos.

Con apoyo del Gobierno federal y de los bancos, o sin él, se legislará en el tema de los impuestos bancarios, aseguran las Cámaras de Diputados y Senadores.

Así envalentonados los legisladores de los diferentes partidos aseguraron que habrá reforma al Sistema Financiero porque es su compromiso con el pueblo, mientras el Gobierno federal, al través de la Secretaría de Hacienda y crédito público, y los bancos rechazan los topes a las tasas de intereses, porque argumenta, se inhibirá la inversión.

De que la situación es grave y los pronósticos son sombríos, no cabe la menor duda. También, como lo afirmara el propio presidente, Felipe Calderón Hinojosa, la banca en México es próspera, y cómo no, con los intereses y tarifas de servicios que cobran, los más altos del mundo.

El argumento de los banqueros es de burla, dijeron ante los miembros de la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado de la República, que si el Congreso fija topes máximos a las comisiones y tasas bancarias ello disminuirá el crédito, y asómbrese estimado lector y radioescucha, “perjudicará a los más pobres”.

En fin, vamos a ver, vamos a estar muy al pendiente, si los respondones del Gobierno tienen el valor de mantenerse en sus dichos y compromisos, para bien del país.

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