Refinería: dinero bueno al malo

Índice Político / Francisco Rodríguez

He hablado con Vicente Fox, el nuevo presidente de México, para tener petróleo que enviar a Estados Unidos. Así no dependeremos del petróleo extranjero

George W. Bush

PRODUCIR UN BARRIL
de crudo da a Petróleos Mexicanos una ganancia bruta de 37 dólares con 18 centavos. Ese sí que es un negocio, pues su costo de extracción es de aproximadamente 4 dólares con 9 centavos y su precio en el mercado –datos de ayer— es de 41 dólares con 55 centavos. Un rendimiento muy cercano al mil por ciento de utilidad.

Refinar un barril de crudo, en cambio, es otra cosa: información del año anterior indica una pérdida de 7 centavos de dólar por barril y, en conjunto, representa quebrantos inconmensurables para la paraestatal. Sólo en el primer semestre de 2008, Pemex-Refinación, una de la subsidiarias de la llamada industria nacional, quintuplicó sus pérdidas –42 mil 664 millones de pesos de enero a junio del año anterior-- debido no sólo a los costos de operación, también al creciente costo de los insumos necesarios para producir diesel y gasolinas: combustóleo y gas natural utilizados para el funcionamiento de las plantas de refinación (autoconsumos); energía eléctrica, agua y catalizadores.

Refinar petróleo ha dejado de ser negocio en el mundo entero. Mucho más en México, donde la operación de las refinerías es harto deficiente y, por si fuera poco, donde la corrupción campea. Las refinerías no son negocio.

Y aún así, conociendo el mal desempeño de Pemex-Refinación, al tanto de que esta empresa siempre ha operado con crecientes números rojos, y que cada vez produce menos combustibles refinados, el señor Felipe Calderón jugó durante meses con la posibilidad de construir una nueva refinería en el país.

Hoy todo pareciera indicar que el paso de Calderón por la Secretaría de Energía fue de noche.

No se percató Calderón en su desempeño (jejeje) como titular de Energía de que, como lo explica el experto Mario Hernández Samaniego, ahora mismo y en teoría hay capacidad instalada para producir diesel, gasolinas y otros petro-productos, nada más que en la práctica "hay una refinería perdida".

Apunta Hernández Samaniego: "Según registros oficiales, Pemex-Refinación tiene capacidad instalada en el país para procesar 1 millón 684 mil barriles diarios. Suponiendo que se aprovechara esa capacidad al 92% que promedian las refinerías norteamericanas, procesaría 1 millón 550 mil barriles diarios. Sin embargo, la triste realidad es que sólo procesa 1 millón 300 mil o un poco más. ¿Qué significa esto? Simple y sencillamente que tenemos en México una refinería de 250 mil barriles diarios totalmente pagada, y se supone con gastos al corriente y cabalmente tripulada, pero sin producir una sola gota de gasolina o diesel."

El juego de la nueva refinería fue demagógico y populista. Se sustentó en la malograda campaña publicitaria realizada hace justo un año –para justificar la por fortuna también fallida reforma a Pemex, con la que se pretendía entregar a particulares la refinación y transporte de petróleo y derivados-- en la que se presentaba al joint venture de Pemex con Shell como el peor de todos los males, aunque es gracias a la refinería que las empresas pública y privada mantienen en Deer Park, Texas, que en el país hay un suministro constante de combustibles. Esta refinería, por cierto, es la única que produce ganancias a la paraestatal. Mínimas, como el resto de este tipo de negocios, pero cuando menos no pérdidas como las que generan todas las que Pemex opera directamente.

El juego siempre fue demagógico y populista. Peor aún cuando se trataba de embarcar a las deterioradas finanzas del país en un proyecto que costaría miles de millones de pesos y que seguro serían financiados a una alta tasa de interés por algún banco extranjero, que tendrá en ello la oportunidad de resarcir las pérdidas que le ha dejado la actual crisis mundial.

¿Para qué endeudar al país, señor Calderón?

Peor de demagógico y populista, además, fue el hecho de prácticamente poner a pelear a los gobiernos estatales por la instalación de una refinería en territorios de cada cual.

Producir crudo y exportarlo es un negocio que reditúa recursos al país.

Refinar el crudo, en cambio, representa echar dinero bueno al malo.

Índice Flamígero: Falta de mantenimiento preventivo, correctivo, herramientas e incluso, equipo para hospitales de la paraestatal, fueron denunciadas ayer por el líder sindical Carlos Romero Deschamps. Un accidente industrial de dimensiones mayúsculas en la primera industria nacional pareciera estar a la vuelta de la esquina.

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