RAMONA, una de mis diez mujeres.

Parte de mi muy humilde homenaje a lo que serán las 10 mujeres de más peso en mí, en este mes en el que el mundo les honra, debiendo honrarles siempre.


Una mujer de estatura pequeña pero grande en el acontecer político
nacional, que cargaba en su piel ese tono moreno, como el color de la
tierra; su esencia era tal que fué siempre el corazón del Ejército
Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), donde fué siempre La
Comandanta Ramona.

Descrita comunmente como Una mujer
indigena tzotzil, tejedora de historias, soplido del caracol marino,
viento que canta y va del centro del universo indígena a los costados
del alma planetaria, de la resistencia a la organización, del silencio
que habla a la palabra que calla.

Murió
su cuerpo un 6 de Enero, pero aquello que parió sigue y seguirá vivo:
el espíritu de lucha, la conquista del sueño desde la luz que emanaba
de los rostros cubiertos por el pasamontañas; el acto de fe, la
creencia en cambiar todo, la vida al hilo, el ¡ya basta! que sacudió
las conciencias de los pobladores de nuestro México. La insurrección.

Fué
un Octubre de 1996 cuando ella se plantara ante decenas y decenas de
miles de personas en la capital del pais, y con voz enfática gritara
desde el micrófono: “Llegamos hasta aquí para gritar, junto con todos, los ya no, que nunca más un México sin nosotros”, frase que hiciera grande a la dignidad indígena de nuestro tiempo.

Caminó
sus últimos 12 años amenazada por la muerte como resultado de haber
crecido pobre, de haber nacido indígena y de ser del olvidado sureste
mexicano. Pero pese a ello lucho siempre por un mejor mañana para
quienes venian detras de ella.

Impulsó los derechos de las mujeres y fue una de las arquitectas de la Ley Revolucionaria de las Mujeres.

Sus restos descansan en San Andres Sakamch'en de los Pobres, en Chiapas,
desde un 8 de enero, pero sus ideas, sus bromas y su lucha continuan
entre nosotros.

¡Gracias Ramona!

“el mundo perdió a una de esas mujeres que paren nuevos mundos,
y México perdió a una de esas luchadoras que le hace falta”
-Sub Comandante Marcos, Enero 2006

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