Debate público, pretexto que restrasará más las obras
Carlos Fernández-Vega
Y ahora con ustedes…. la refinería de discurso, la nueva infraestructura petrolera de saliva, la inexistente obra pública que salvará a la patria, la primera en su tipo desde hace tres décadas, aunque sea virtual, la que permitirá al país "superar la dependencia", etcétera, etcétera. Así es. "Gracias y felicidades" (Calderón dixit), y el que tenga dudas, es su problema.
Tres veces anunciada a lo largo de 12 meses, un año de espera para conocer la decisión y más de media hora de discurso ayer en el 71 aniversario de la expropiación petrolera, y nada. Flanqueado por los próceres de la democracia Carlos Romero Deschamps y Mario Marín, el inquilino de Los Pinos consumió poco más de 30 minutos para no decir absolutamente nada, puro caldo y nada de carne, lo cual si bien no es novedad sí logró desesperar a varios de los que, tambores redoblados como música de fondo, ansiosamente esperaban el anuncio formal de la ubicación de la tan cacareada nueva refinería, la primera que se construiría en el país desde 1979.
Justo un año atrás y dada la urgencia, Calderón anexó a su de por sí abultado inventario de promesas –incumplidas la mayoría de ellas– la de construir una nueva refinería con una capacidad de 300 mil barriles por día. El 18 de marzo de 2008, así lo anunció: "es urgente tomar acciones para reducir esta creciente dependencia. Es por ello, que en este momento giro instrucciones a la Secretaria de Energía y al director general de Petróleos Mexicanos para que, sin dilación, inicien los estudios y analicen la factibilidad técnica, financiera y logística que nos permita construir una nueva refinería en el territorio nacional. Una nueva refinería en el territorio nacional, con el fin de disminuir nuestra dependencia energética del exterior. Iniciar los trabajos que nos permitan contar en el futuro cercano con esta nueva refinería, es una buena manera de celebrar el 70 Aniversario de la expropiación petrolera. Lograrla requerirá, como muchos otros desafíos de Pemex, que cada quien ponga su parte: el gobierno, la administración, el sindicato, los trabajadores, para lograr las mejores condiciones económicas, técnicas, financieras, laborales y ambientales, que nos permitan aumentar la capacidad de refinación de Pemex con esta nueva instalación. El lograr este conjunto de condiciones, definirá el tamaño y el alcance de este nuevo proyecto".
Nada pasó, pero en octubre de 2008, junto con el supuesto paquete "anticíclico", de nueva cuenta anunció, como novedad, la construcción de la citada refinería. En febrero del presente año el director general de Petróleos Mexicanos aseguró que "en este mes" se conocería la ubicación de la planta, lo que tampoco sucedió, y apenas 24 horas antes del 71 aniversario aseguró que "el 18 de marzo habrá bastante información" sobre el tema. Y nada.
Lo que sí se ofreció fue un nuevo retraso en la decisión, ahora disfrazada de "decisión de todos los mexicanos" y vestida de "foro democrático" en el que "todos participen" (Calderón dixit), algo que por lo demás no deja de llamar la atención, porque fue el mismo gobierno calderonista quien aseguró que en materia petrolera las decisiones las toman quienes "saben" del tema, porque "es un asunto de especialistas" y no se puede dejar a la elección del populacho.
Ahora modifican el discurso, y, entre porras de petroleros acarreados, Calderón anuncia que la nueva refinería se construirá (tambores redoblados)… "donde más convenga", porque “se trata de una decisión que implica montos significativos y es del mayor interés nacional. Pemex ha revisado alternativas, propuestas, presupuestos y escenarios… la decisión del lugar obedecerá a criterios estrictamente técnicos y no políticos”, o lo que es lo mismo lo que dijo un año atrás, en el anuncio original.
No sólo eso, sino que “dada la importancia, esta decisión más que llevarla hacia adentro de las propias oficinas de Pemex debe ventilarse pública y transparentemente. Que los legisladores, los gobernadores, los trabajadores, los medios de comunicación y los mexicanos, que somos todos dueños del petróleo, tenemos derecho a saber las razones puntuales que expone cada quien y que públicamente sean despejadas las dudas y que se hagan las aclaraciones necesarias. Es por ello que ante ustedes instruyó a la Secretaría de Energía y a Petróleos Mexicanos a que antes de tomar y anunciar una decisión definitiva sean conocidos de manera pública y abierta las propuestas formuladas por los estados interesados, que se convoque a una sesión pública (un foro, pues, para que) la decisión que se realice no sólo sea informada y sustentada, sino de manera transparente, de forma tal que desahogadas las propuestas de los gobiernos locales, los servidores de Pemex expliquen su punto de vista de los sitios propuestos…. Que se desahogue a más tarde el 15 de abril que se dé a conocer el sitio de la nueva refinería”. Todo lo anterior, dado que "este es un proceso inaplazable", hasta que el inquilino de Los Pinos de nueva cuenta lo aplace.
A "debate público", pues, la ubicación de la nueva refinería, o lo que es lo mismo el "asunto técnico" y "no político" que decidirían los que "sí saben", según el inquilino de Los Pinos, quien a todas luces no soportó las presiones políticas de los aguerridos gobernadores que exigen para su tierra el río de dinero que representa la realización de dicha obra petrolera.
Bienvenidos, pues, al gran show de la nueva refinería, en el que se esperan todo tipo de resbalones, pastelazos, puntapiés y, sobre todo, prolongado cuan costoso retraso en la construcción de una planta productiva que no sólo es de urgencia, sino, especialmente, de seguridad nacional.
Las rebanadas del pastel
Atrás, gringos profanadores de tratados comerciales. Tiemblen, que la "represalia" del gobierno calderonista contra su enclenque economía incluye "castigos" arancelarios a productos como árboles de navidad, salsa de soya, alimentos para perros o gatos, preparaciones para manicuras y pedicuros, champús, lacas para el cabello, papel higiénico y herrajes para cortinas venecianas (¡qué meyo!)… En un ataque de dislexia, ayer erróneamente tecleamos "liebre por gato", cuando la frase correcta es exactamente al revés, o lo que es lo mismo el gato que por liebre ayer quiso vender Calderón en el aniversario de la expropiación petrolera.
Carlos Fernández-Vega
Y ahora con ustedes…. la refinería de discurso, la nueva infraestructura petrolera de saliva, la inexistente obra pública que salvará a la patria, la primera en su tipo desde hace tres décadas, aunque sea virtual, la que permitirá al país "superar la dependencia", etcétera, etcétera. Así es. "Gracias y felicidades" (Calderón dixit), y el que tenga dudas, es su problema.
Tres veces anunciada a lo largo de 12 meses, un año de espera para conocer la decisión y más de media hora de discurso ayer en el 71 aniversario de la expropiación petrolera, y nada. Flanqueado por los próceres de la democracia Carlos Romero Deschamps y Mario Marín, el inquilino de Los Pinos consumió poco más de 30 minutos para no decir absolutamente nada, puro caldo y nada de carne, lo cual si bien no es novedad sí logró desesperar a varios de los que, tambores redoblados como música de fondo, ansiosamente esperaban el anuncio formal de la ubicación de la tan cacareada nueva refinería, la primera que se construiría en el país desde 1979.
Justo un año atrás y dada la urgencia, Calderón anexó a su de por sí abultado inventario de promesas –incumplidas la mayoría de ellas– la de construir una nueva refinería con una capacidad de 300 mil barriles por día. El 18 de marzo de 2008, así lo anunció: "es urgente tomar acciones para reducir esta creciente dependencia. Es por ello, que en este momento giro instrucciones a la Secretaria de Energía y al director general de Petróleos Mexicanos para que, sin dilación, inicien los estudios y analicen la factibilidad técnica, financiera y logística que nos permita construir una nueva refinería en el territorio nacional. Una nueva refinería en el territorio nacional, con el fin de disminuir nuestra dependencia energética del exterior. Iniciar los trabajos que nos permitan contar en el futuro cercano con esta nueva refinería, es una buena manera de celebrar el 70 Aniversario de la expropiación petrolera. Lograrla requerirá, como muchos otros desafíos de Pemex, que cada quien ponga su parte: el gobierno, la administración, el sindicato, los trabajadores, para lograr las mejores condiciones económicas, técnicas, financieras, laborales y ambientales, que nos permitan aumentar la capacidad de refinación de Pemex con esta nueva instalación. El lograr este conjunto de condiciones, definirá el tamaño y el alcance de este nuevo proyecto".
Nada pasó, pero en octubre de 2008, junto con el supuesto paquete "anticíclico", de nueva cuenta anunció, como novedad, la construcción de la citada refinería. En febrero del presente año el director general de Petróleos Mexicanos aseguró que "en este mes" se conocería la ubicación de la planta, lo que tampoco sucedió, y apenas 24 horas antes del 71 aniversario aseguró que "el 18 de marzo habrá bastante información" sobre el tema. Y nada.
Lo que sí se ofreció fue un nuevo retraso en la decisión, ahora disfrazada de "decisión de todos los mexicanos" y vestida de "foro democrático" en el que "todos participen" (Calderón dixit), algo que por lo demás no deja de llamar la atención, porque fue el mismo gobierno calderonista quien aseguró que en materia petrolera las decisiones las toman quienes "saben" del tema, porque "es un asunto de especialistas" y no se puede dejar a la elección del populacho.
Ahora modifican el discurso, y, entre porras de petroleros acarreados, Calderón anuncia que la nueva refinería se construirá (tambores redoblados)… "donde más convenga", porque “se trata de una decisión que implica montos significativos y es del mayor interés nacional. Pemex ha revisado alternativas, propuestas, presupuestos y escenarios… la decisión del lugar obedecerá a criterios estrictamente técnicos y no políticos”, o lo que es lo mismo lo que dijo un año atrás, en el anuncio original.
No sólo eso, sino que “dada la importancia, esta decisión más que llevarla hacia adentro de las propias oficinas de Pemex debe ventilarse pública y transparentemente. Que los legisladores, los gobernadores, los trabajadores, los medios de comunicación y los mexicanos, que somos todos dueños del petróleo, tenemos derecho a saber las razones puntuales que expone cada quien y que públicamente sean despejadas las dudas y que se hagan las aclaraciones necesarias. Es por ello que ante ustedes instruyó a la Secretaría de Energía y a Petróleos Mexicanos a que antes de tomar y anunciar una decisión definitiva sean conocidos de manera pública y abierta las propuestas formuladas por los estados interesados, que se convoque a una sesión pública (un foro, pues, para que) la decisión que se realice no sólo sea informada y sustentada, sino de manera transparente, de forma tal que desahogadas las propuestas de los gobiernos locales, los servidores de Pemex expliquen su punto de vista de los sitios propuestos…. Que se desahogue a más tarde el 15 de abril que se dé a conocer el sitio de la nueva refinería”. Todo lo anterior, dado que "este es un proceso inaplazable", hasta que el inquilino de Los Pinos de nueva cuenta lo aplace.
A "debate público", pues, la ubicación de la nueva refinería, o lo que es lo mismo el "asunto técnico" y "no político" que decidirían los que "sí saben", según el inquilino de Los Pinos, quien a todas luces no soportó las presiones políticas de los aguerridos gobernadores que exigen para su tierra el río de dinero que representa la realización de dicha obra petrolera.
Bienvenidos, pues, al gran show de la nueva refinería, en el que se esperan todo tipo de resbalones, pastelazos, puntapiés y, sobre todo, prolongado cuan costoso retraso en la construcción de una planta productiva que no sólo es de urgencia, sino, especialmente, de seguridad nacional.
Las rebanadas del pastel
Atrás, gringos profanadores de tratados comerciales. Tiemblen, que la "represalia" del gobierno calderonista contra su enclenque economía incluye "castigos" arancelarios a productos como árboles de navidad, salsa de soya, alimentos para perros o gatos, preparaciones para manicuras y pedicuros, champús, lacas para el cabello, papel higiénico y herrajes para cortinas venecianas (¡qué meyo!)… En un ataque de dislexia, ayer erróneamente tecleamos "liebre por gato", cuando la frase correcta es exactamente al revés, o lo que es lo mismo el gato que por liebre ayer quiso vender Calderón en el aniversario de la expropiación petrolera.
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