A Puerta Cerrada / Marcela Gómez Zalce
• El war room de EU en México
• Felipe y su leyenda urbana
Miami, Florida.- Un problema deja de serlo, mi estimado, cuando no hay solución. Finaliza la agitada semanita con el bullicio bilateral sobre el tsunami de violencia que amenaza la seguridad nacional de los Estados Unidos desencadenando estrategias, tácticas, planes, tenebras y maniobras, mientras detrás de bambalinas la realidad dice más que mil palabras, sobre todo cuando en Chihuahua entró un comando fuertemente armado para rescatar de un hospital privado al célebre narcotraficante Crispín Humberto Borunda, quien ya tenía orden de extradición así que, al mal paso darle prisa.
La fuga, my friend, fue no sólo excelsa en el timing sino devela que por más pirotecnia diplomática, tableros siderales de coordinación, importantes negociaciones, perdón, capturas con tufo electoral para emular (la goliza) éxitos y frívolos sonsonetes discursivos emanados por los genios del Gymboree, el problema de México y sus instituciones es la corrupción. La que ocupa y preocupa a Estados Unidos y que fue abordada con precisión y claridad en las conversaciones de Hillary Clinton con Felipe (el de la banda… presidencial); Eduardo, el procurador (con minúsculas), y Genaro (el de la millonaria casita).
La inquietud, como lo demostró el cochinero de la Operación Limpieza son los cañonazos de dólares en los más altos niveles del (des)gobierno y la absoluta falta de coordinación, compromiso y eficiencia entre el mentado gabinete de seguridad, que hace lunas se da hasta con la cubeta y que ahora, con la entrada en escena del asesor mega chingón Jorge Tello Peón (A.K.A la leyenda urbana) como el ¡tercer! secretario ejecutivo (develando el monumental caos en la estrategia federal ) del CNSP, el ambientito interno estará mucho más tensionado y con mayores índices de desconfianza.
No sólo por sus divertidos y muy conocidos choques con Fernando Gómez Mont, Genaro García Luna, Eduardo Medina Mora y el alto mando castrense (o sea, con los protagonistas del reventón de la seguridad nacional), sino porque Jorge no cuenta con el liderazgo para fungir de coordinador... de nada, mucho menos para delinear una política pública en seguridad pública. Y en el colmo de la pena ajena, my friend, la radiografía de este desmadre mexicano lo tiene muy claro Janet Napolitano quien, contrario al rol de sonrisas y apapachos diplomático esbozado por Clinton, desplegará una presión marca ACME para que los recursos destinados a la mal llamada guerra contra la organizada delincuencia lleguen a su destino. Y de paso para ponerle el punto final a la fiesta de la corrupción en el infiltrado Estado mexicano…
Por eso el atractivo anuncio, sin demasiados detalles (to avoid pissing in the diplomatic visit) sobre la apertura de una oficina (copia calca del polémico Plan Colombia) para el análisis y la coordinación de la lucha antinarco. Léase como que ahí se tomarán las decisiones. Ahí se desarrollará la verdadera estrategia con un blindaje de sus miembros para evitar espléndidas filtraciones. Ahí comenzará la otra cadena… la de mando. De ahí saldrán y se controlarán los recursos y el uso (para evitar el abuso) de los maravillosos gadgets contemplados en la Iniciativa Mérida… que, de seguir la escalada de violencia ya advirtieron será profundizada (whatever the fuck this means) ¿contra el terrorismo?, sobre todo cuando en este rubro ya están categorizados los cárteles mexicanos. Ahí se decidirá el timing para la ración de flit que amenaza ya a funcionarios del (des)gobierno de Calderón.
Ahí, mi estimado, estará el verdadero war room.
Faltará que se incorporen prospectivas serias sobre la delicada situación económica nacional que, si con cifras oficiales, hay 450 mil mexicanos en las filas del crimen y este año habrá más de 750 mil en el desempleo, la lógica es escalofriante, sobre todo cuando hay informes de la existencia de listas de espera para entrarle al ilícito negocio de ganar unos pesos en volátiles tiempos de crisis.
Mientras tanto, y para continuar documentando el catastrofismo de las consecuencias de haber emprendido una aventura militar contra los cárteles sin una estrategia integral, en el otro cuarto de guerra, el de los organizados traviesos, ya se miden los efectos del estupendo laboratorio desarrollado en tierras de Natividad González Parás: el de la negociación para vivir mejor. El de la unión hace la fuerza. El de si nos dividen, nos vencen.
El del verdadero peligro para México y Estados Unidos…
¡Adiós!
• El war room de EU en México
• Felipe y su leyenda urbana
Miami, Florida.- Un problema deja de serlo, mi estimado, cuando no hay solución. Finaliza la agitada semanita con el bullicio bilateral sobre el tsunami de violencia que amenaza la seguridad nacional de los Estados Unidos desencadenando estrategias, tácticas, planes, tenebras y maniobras, mientras detrás de bambalinas la realidad dice más que mil palabras, sobre todo cuando en Chihuahua entró un comando fuertemente armado para rescatar de un hospital privado al célebre narcotraficante Crispín Humberto Borunda, quien ya tenía orden de extradición así que, al mal paso darle prisa.
La fuga, my friend, fue no sólo excelsa en el timing sino devela que por más pirotecnia diplomática, tableros siderales de coordinación, importantes negociaciones, perdón, capturas con tufo electoral para emular (la goliza) éxitos y frívolos sonsonetes discursivos emanados por los genios del Gymboree, el problema de México y sus instituciones es la corrupción. La que ocupa y preocupa a Estados Unidos y que fue abordada con precisión y claridad en las conversaciones de Hillary Clinton con Felipe (el de la banda… presidencial); Eduardo, el procurador (con minúsculas), y Genaro (el de la millonaria casita).
La inquietud, como lo demostró el cochinero de la Operación Limpieza son los cañonazos de dólares en los más altos niveles del (des)gobierno y la absoluta falta de coordinación, compromiso y eficiencia entre el mentado gabinete de seguridad, que hace lunas se da hasta con la cubeta y que ahora, con la entrada en escena del asesor mega chingón Jorge Tello Peón (A.K.A la leyenda urbana) como el ¡tercer! secretario ejecutivo (develando el monumental caos en la estrategia federal ) del CNSP, el ambientito interno estará mucho más tensionado y con mayores índices de desconfianza.
No sólo por sus divertidos y muy conocidos choques con Fernando Gómez Mont, Genaro García Luna, Eduardo Medina Mora y el alto mando castrense (o sea, con los protagonistas del reventón de la seguridad nacional), sino porque Jorge no cuenta con el liderazgo para fungir de coordinador... de nada, mucho menos para delinear una política pública en seguridad pública. Y en el colmo de la pena ajena, my friend, la radiografía de este desmadre mexicano lo tiene muy claro Janet Napolitano quien, contrario al rol de sonrisas y apapachos diplomático esbozado por Clinton, desplegará una presión marca ACME para que los recursos destinados a la mal llamada guerra contra la organizada delincuencia lleguen a su destino. Y de paso para ponerle el punto final a la fiesta de la corrupción en el infiltrado Estado mexicano…
Por eso el atractivo anuncio, sin demasiados detalles (to avoid pissing in the diplomatic visit) sobre la apertura de una oficina (copia calca del polémico Plan Colombia) para el análisis y la coordinación de la lucha antinarco. Léase como que ahí se tomarán las decisiones. Ahí se desarrollará la verdadera estrategia con un blindaje de sus miembros para evitar espléndidas filtraciones. Ahí comenzará la otra cadena… la de mando. De ahí saldrán y se controlarán los recursos y el uso (para evitar el abuso) de los maravillosos gadgets contemplados en la Iniciativa Mérida… que, de seguir la escalada de violencia ya advirtieron será profundizada (whatever the fuck this means) ¿contra el terrorismo?, sobre todo cuando en este rubro ya están categorizados los cárteles mexicanos. Ahí se decidirá el timing para la ración de flit que amenaza ya a funcionarios del (des)gobierno de Calderón.
Ahí, mi estimado, estará el verdadero war room.
Faltará que se incorporen prospectivas serias sobre la delicada situación económica nacional que, si con cifras oficiales, hay 450 mil mexicanos en las filas del crimen y este año habrá más de 750 mil en el desempleo, la lógica es escalofriante, sobre todo cuando hay informes de la existencia de listas de espera para entrarle al ilícito negocio de ganar unos pesos en volátiles tiempos de crisis.
Mientras tanto, y para continuar documentando el catastrofismo de las consecuencias de haber emprendido una aventura militar contra los cárteles sin una estrategia integral, en el otro cuarto de guerra, el de los organizados traviesos, ya se miden los efectos del estupendo laboratorio desarrollado en tierras de Natividad González Parás: el de la negociación para vivir mejor. El de la unión hace la fuerza. El de si nos dividen, nos vencen.
El del verdadero peligro para México y Estados Unidos…
¡Adiós!
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