Las mujeres liberarán en cultura, ¿son hombres en política?

Pedro Echeverría V.

1. Casi todos los políticos y gobernantes del mundo han sido hombres. Antes de 1960 quizá sólo el uno por mil fueron mujeres y a partir de entonces comenzó a aumentar el número de éstas hasta llegar a 20 por mil. La realidad es que la política, con todas sus transas, acuerdos bajo el agua, etcétera, tal como la conocemos, no es un oficio de mujeres. Y si algún día o en algún siglo pudiera cambiar, no lo harán las mujeres con la mentalidad y comportamiento político de los hombres, sino será productos de profundas revoluciones culturales y hasta violentas. Los hombres hicieron la política, la construyeron de acuerdo a sus intereses y la adaptaron a sus necesidades; por eso las mujeres políticas actúan como hombres.

2. En la cultura podrían ser otra cosa; allí las mujeres pueden transformar el mundo si son capaces de liberarse de la dependencia de las tradiciones (feudal/burguesa) impuestas desde la familia, la escuela, la iglesia y la sociedad. ¿En última instancia qué cultura heredan hombres y mujeres sino no es la cultura de la clase dominante en cada momento de su historia? Sin embargo ha habido diferentes formas de asimilarla y ponerla en práctica. Los hombres, al sentirse dueños del mundo la han asumido con autoritarismo y despotismo llevándoles a asumir conductos de dictadores. Las mujeres, por el contrario, al ser dominadas, han asumido las ideologías con humildad, sumisión y hasta con servidumbre.

3. Milenios de dominación hicieron a los hombres violentos, dictadores, guerreros, crueles, torturadores. El hombre aprendió a ser agresivo, a no retroceder, a no arrepentirse y no llorar. Durante miles de años se buscó que el hombre posea una gran fuerza física, una enorme agilidad y valentía. ¿Cómo entonces pensar que deba ser amable, respetuoso, humilde, que sepa escuchar y dar la razón a quien la tiene? Pareciera que ese “don” del respeto, de la solidaridad, del cariño sólo es un privilegio de las mujeres que durante toda su vida han sido pacientes y aguantadoras. ¿Será inclusive el motivo por el que las mujeres pueden imprimirle humanismo, equidad, bondad a esta sociedad cada vez más despótica y violenta?

4. Recuerdo que un día se reunieron con la prensa nacional, alrededor de “la primera dama”, es decir, de la esposa del entonces presidente Vicente Fox, las mujeres más destacadas de la política mexicana; allí estuvieron las mujeres panistas que la acompañaban, las priístas Beatriz Paredes y Esther Gordillo y la perredista Rosario Robles. Sin rubor, sin vergüenza, esas mujeres privilegiadas política y económicamente, hablaron de la liberación femenina, de “empoderar” a la mujer, las exhortaron para participar más en política y cínicamente (ellas) hablaron de las injusticias contra la mujer. Pasados unos años aquellas mujeres se hicieron más poderosas y las mujeres pobres de sus discursos, se convirtieron en miserables.

5. Martha Sahagún, junto con su marido (el presidente Fox) y sus hijos, se hicieron multimillonarios al concluir el sexenio de gobierno (2000/06) La Paredes es hoy presidenta nacional del PRI y aspirante a presidenta de México; la Gordillo sigue siendo cacique del SNTE y de la SEP y, al mismo tiempo, un poderoso pilar del gobierno del panista ilegítimo de Felipe Calderón, ¿y la Robles?: después de enredarse con un agente de la CIA y vagar por el mundo sin fe, se puso al servicio de las empresas televisivas. Todas esas mujeres, como se puede ver, fueron “triunfadoras” y hasta dignas de envidia para casi todas las mujeres que están en la política electoral. “Un modelo a seguir y dignas de aplauso”.

6. Pero muchos no opinan lo mismo y se preguntan: ¿Las “Primeras damas” como la Thatcher, la Meir, la Indira, la Aquino, la Chamorro, la Bachelet, la Fernández habrán sido o son más corruptas que nuestras destacadas mujeres políticas mexicanas? Esas primeras ministras o presidentas de la República quedan, al parecer, muy pequeñas frente a nuestras “primeras damas”. ¿Qué les parece, entonces, el comportamiento de las primeras damas mexicanas como "la compañera Esther de Echeverría", la "tigresa Romano de López Portillo", la "santa Paloma de De la Madrid", la "abandonada Ochelli de Salinas", la "aterrorizada Nilda de Zedillo", la legionaria Martha de Fox o la hermana Margarita de Calderón, la de los hermanos incómodos?

7. La poderosa Martha Sahagún de Fox como "Primera dama" se colocó por encima de todas las esposas de Presidentes de México; fue la única que (sin mérito alguno) quiso ser presidente de la República sucediendo a su marido. Fue una mujercita que contó con todo el apoyo de los Legionarios de Cristo y de su principal dirigente mundial, el pederasta Marcial Maciel; además contaba con el impulso y la bendición del papa Juan Pablo II. Estuvo a punto de ser Presidenta de México porque había acumulado varios miles de millones de pesos en un negocio que abrió, llamado "Vamos México", que le permitió recibir cuantas "donaciones" quería entre los hombres más ricos del mundo y entre los funcionarios de gobierno dependientes de su marido.

8. La sagaz la Martha Sahagún, además de su discurso del "empoderamiento de la mujer", en 2002, con un "decretazo" de su marido, le devolvió a Televisa y TV Azteca el derecho de no pagar ya el 12.5 de impuesto que estaban obligados a entregar en tiempo al Estado por la gran riqueza que obtenían como concesionarios televisivos. Con ese paso iba creando condiciones para su campaña política. Además su enorme inteligencia en los negocios, con los consejos de sus asesores, se dedicó a triangular muchas operaciones con la Lotería Nacional, con la línea de autobuses Estrella Blanca y otras empresas que "donaban" a Vamos México miles de millones de pesos a cambio de contratos y demás negocios.

9. Todas las “primeras damas de la nación”, incluso la única política Esther Zuno, tuvieron que desempeñarse a la sombra de su marido presidente. Sin embargo la Martha de Fox, quizá pensando en que si su marido había llegado a presidente entonces cualquiera lo podría ser, se dedicó a construir su candidatura. Fox puso todo su gobierno para construir la candidatura de su esposa, pero las reacciones en contra (motivadas por la enorme corrupción de la pareja presidencial) fueron tan grandes que ya no pudo más que retirarse de la contienda. Esa señora era una experta en manipulación. Usaba joyas, vestidos elegantes en cada acto presidencial, mismos que tuvo que rematar para librarse de las denuncias en su contra. ¿Habrá alguna mujer que la defienda por ser mujer?

pedroe@cablered.net.mx

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