Guadalupe Cruz Jaimes (CIMAC)
La reforma laboral que propone el Gobierno federal, encabezado por Felipe Calderón Hinojosa, no favorece a las mujeres trabajadoras, que en el Distrito Federal (DF) representan el 42.5 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA); por el contrario, disminuye la los derechos laborales a la estabilidad en el empleo, el acceso a la salud, salarios dignos y seguridad social.
Así lo refirió Benito Mirón Lince, titular de la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo (STyFE) capitalina, en conferencia de prensa, convocada por la organización civil, Unión de Juristas de México, con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
“Las reformas a la Ley Federal de Trabajo, que impulsa el gobierno federal, en nada soluciona la problemática que enfrentan las mujeres trabajadoras, porque flexibiliza los derechos de las y los trabajadores y pretende legalizar prácticas como el “outsourcing”. Sigue teniendo un contenido regido por la ideología neoliberal cuyo principal objetivo es abaratar la mano de obra para que eso sea un ingrediente atractivo a los inversionistas”, aseguró el funcionario.
Y añadió que es necesaria la creación de políticas públicas con perspectiva de género que busquen mejorar las condiciones de trabajo de las mujeres ya que persiste la discriminación, el acoso sexual y la diferencia salarial entre los sexos a trabajo igual.
Datos preocupantes
En la Ciudad de México las mujeres representan el 42.5 por ciento de la PEA, es decir un millón 745 mil 704 mujeres, las cuales se ocupan principalmente en el comercio, alrededor de 390 mil 570 laboran es este sector, en micronegocios en los cuales no gozan de las garantías como el acceso a la salud.
Ello, a decir de Mirón Lince, “es un dato preocupante” ya que sólo 778 mil 903 tienen acceso a la salud mientras que 849 mil 872 no tienen acceso a este servicio.
Los sectores que le sigue respecto a la ocupación de las capitalinas es el de servicios sociales, donde laboran 289 mil 39, servicios diversos con 241 mil 585 trabajadoras, la industria manufacturera con 171 mil 559 y restaurantes y servicios de alojamiento donde se ocupan 142 mil 467 mujeres, informó el funcionario.
Además, dijo, que alrededor de 89 mil 176 mujeres no perciben ingresos, 186 mil 412 reciben de 2 a 3 salarios mínimos, 231 mil 531 perciben de 3 a 5 y sólo 216 mil más de 5 salarios.
Asimismo, recordó que la tasa de desocupación abierta en el DF, durante el cuarto trimestre de 2008, era de 5.8 por ciento, es decir 238 mil 504, de los cuales las mujeres desocupadas son 101 mil 679, el 42.3 por ciento. De la población femenina desocupada 42 mil 832 tienen educación media y superior, 41 mil 330 completaron la secundaria, 13 mil 318 primaria y 4 mil 199 no concluyó la educación básica.
Este panorama se agudizaría con la reforma laboral, que impulsa Calderón, pues pretende anular aspectos básicos para la estabilidad en el trabajo y las garantías mínimas de las que deben gozar las y los trabajadores, a través de modificaciones como “fomentar multifunciones para aumentar la productividad, incorporar la contratación individual y mejoras salariales a través de la productividad”.
Al fomentar que las y los trabajadores llevan a cabo multifunciones para incrementar la productividad, aumenta también “la explotación laboral” y disminuye los gastos del patrón al contratar menos personas, aseveró el funcionario.
De igual modo, sostuvo que incorporar la contratación individual, “de temporada, a prueba, a destajo, rompe con los derechos de estabilidad en el empleo, seguridad social, flexibilizar más permite que la crisis recaiga sobre las y los trabajadores”.
En tanto, “mejorar el salario a través de la producción, refuerza los conceptos de productividad y competividad” que se centran en el aumento de ganancias y dejan de lado “la distribución de la riqueza” y los derechos laborales de las y los trabajadores.
Por ello, instó a las diferentes organizaciones civiles y sindicales “a luchar para que no pase” la reforma laboral. Y afirmó que una solución, en tiempo de crisis, “en este sistema de injusticia”, son los proyectos de “economía solidaria”, como las cooperativas y el seguro de desempleo.
Pues, aunque reconoció que debe haber algunas modificaciones a la Ley Federal del Trabajo, indicó que no están dadas las condiciones para que se apruebe una reforma progresista porque la presencia mayoritaria de “la derecha” en el Congreso de la Unión.
La reforma laboral que propone el Gobierno federal, encabezado por Felipe Calderón Hinojosa, no favorece a las mujeres trabajadoras, que en el Distrito Federal (DF) representan el 42.5 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA); por el contrario, disminuye la los derechos laborales a la estabilidad en el empleo, el acceso a la salud, salarios dignos y seguridad social.
Así lo refirió Benito Mirón Lince, titular de la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo (STyFE) capitalina, en conferencia de prensa, convocada por la organización civil, Unión de Juristas de México, con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
“Las reformas a la Ley Federal de Trabajo, que impulsa el gobierno federal, en nada soluciona la problemática que enfrentan las mujeres trabajadoras, porque flexibiliza los derechos de las y los trabajadores y pretende legalizar prácticas como el “outsourcing”. Sigue teniendo un contenido regido por la ideología neoliberal cuyo principal objetivo es abaratar la mano de obra para que eso sea un ingrediente atractivo a los inversionistas”, aseguró el funcionario.
Y añadió que es necesaria la creación de políticas públicas con perspectiva de género que busquen mejorar las condiciones de trabajo de las mujeres ya que persiste la discriminación, el acoso sexual y la diferencia salarial entre los sexos a trabajo igual.
Datos preocupantes
En la Ciudad de México las mujeres representan el 42.5 por ciento de la PEA, es decir un millón 745 mil 704 mujeres, las cuales se ocupan principalmente en el comercio, alrededor de 390 mil 570 laboran es este sector, en micronegocios en los cuales no gozan de las garantías como el acceso a la salud.
Ello, a decir de Mirón Lince, “es un dato preocupante” ya que sólo 778 mil 903 tienen acceso a la salud mientras que 849 mil 872 no tienen acceso a este servicio.
Los sectores que le sigue respecto a la ocupación de las capitalinas es el de servicios sociales, donde laboran 289 mil 39, servicios diversos con 241 mil 585 trabajadoras, la industria manufacturera con 171 mil 559 y restaurantes y servicios de alojamiento donde se ocupan 142 mil 467 mujeres, informó el funcionario.
Además, dijo, que alrededor de 89 mil 176 mujeres no perciben ingresos, 186 mil 412 reciben de 2 a 3 salarios mínimos, 231 mil 531 perciben de 3 a 5 y sólo 216 mil más de 5 salarios.
Asimismo, recordó que la tasa de desocupación abierta en el DF, durante el cuarto trimestre de 2008, era de 5.8 por ciento, es decir 238 mil 504, de los cuales las mujeres desocupadas son 101 mil 679, el 42.3 por ciento. De la población femenina desocupada 42 mil 832 tienen educación media y superior, 41 mil 330 completaron la secundaria, 13 mil 318 primaria y 4 mil 199 no concluyó la educación básica.
Este panorama se agudizaría con la reforma laboral, que impulsa Calderón, pues pretende anular aspectos básicos para la estabilidad en el trabajo y las garantías mínimas de las que deben gozar las y los trabajadores, a través de modificaciones como “fomentar multifunciones para aumentar la productividad, incorporar la contratación individual y mejoras salariales a través de la productividad”.
Al fomentar que las y los trabajadores llevan a cabo multifunciones para incrementar la productividad, aumenta también “la explotación laboral” y disminuye los gastos del patrón al contratar menos personas, aseveró el funcionario.
De igual modo, sostuvo que incorporar la contratación individual, “de temporada, a prueba, a destajo, rompe con los derechos de estabilidad en el empleo, seguridad social, flexibilizar más permite que la crisis recaiga sobre las y los trabajadores”.
En tanto, “mejorar el salario a través de la producción, refuerza los conceptos de productividad y competividad” que se centran en el aumento de ganancias y dejan de lado “la distribución de la riqueza” y los derechos laborales de las y los trabajadores.
Por ello, instó a las diferentes organizaciones civiles y sindicales “a luchar para que no pase” la reforma laboral. Y afirmó que una solución, en tiempo de crisis, “en este sistema de injusticia”, son los proyectos de “economía solidaria”, como las cooperativas y el seguro de desempleo.
Pues, aunque reconoció que debe haber algunas modificaciones a la Ley Federal del Trabajo, indicó que no están dadas las condiciones para que se apruebe una reforma progresista porque la presencia mayoritaria de “la derecha” en el Congreso de la Unión.
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