Reuters
* Temores crecen en EEUU por guerra contra el narco.
* México espera que turismo amortigüe caída en economía.
A pesar de las advertencias por la violencia del narcotráfico, miles de estudiantes de Estados Unidos están comenzando su habitual fiesta "spring break" en las playas mexicanas, cargados de dólares que ayudarían a la vapuleada economía local.
Con la depreciada moneda local que hace de México un destino de bajo costo este año, el Gobierno apuesta a la continua llegada de visitantes a sus soleadas playas y ciudades coloniales, pese a la recesión de la economía global.
El flujo de turistas a México creció un 6 por ciento en el 2008, a 22.6 millones de visitantes.
No obstante, en la vital industria a algunos les preocupa que el aumento de la violencia por el narcotráfico, que ha desatado advertencias para viajeros de Estados Unidos y Canadá en días recientes, pueda ahuyentar a los extranjeros justo cuando el país está más necesitado de divisas.
El temor en Estados Unidos está creciendo por la guerra del narcotráfico que dejó en México más de 6,000 muertos en 2008.
En Cancún -un paradisíaco balneario que alberga cientos de hoteles y numerosas discotecas normalmente llenas de estudiantes estadounidenses festejando su graduación- es común ver tropas en el aeropuerto o retenes de revisión a lo largo de su calle principal.
Una vasta mayoría de los crímenes del narcotráfico ocurre lejos de los balnearios turísticos, pero un militar retirado fue asesinado brutalmente en las afueras de Cancún el mes pasado, después de que fue designado jefe de un nuevo comando de élite para combatir al crimen organizado.
Una pareja de Baltimore estaba maravillada por haber encontrado un paquete de viaje muy barato a Cancún, hasta que sus amigos les advirtieron de la violencia.
"Cuando dijimos que íbamos a Cancún, nos dijeron que tuviéramos cuidado", dijo Ed Connolly, de 22 años, cuya madre le contó historias de secuestros a turistas en el lugar.
Los hoteleros en el balneario aseguran que sus reservaciones están a tope.
"Hasta ahora, todo va bien", dijo Richard Sykes, dueño del restaurante El Pez Vela en Playa del Carmen, un balneario cercano a Cancún. "Ahora tenemos que esperar y ver qué pasa", agregó.
Sin embargo, en el centro del país las cosas son distintas: Susan Cordell, dueña de una casa de huéspedes en la ciudad colonial San Miguel de Allende, dijo que la cobertura de la prensa de la guerra del narcotráfico podría estar detrás de la drástica caída en las reservaciones.
"Están difundiendo con las malas noticias una vibra que se extiende por Estados Unidos y el resto del mundo porque mi clientela europea definitivamente ha colapsado", dijo.
ESCENARIO PESIMISTA
México necesita del turismo para compensar la caída en los ingresos por remesas, las exportaciones de petróleo y bienes manufacturados que van en mayoría a Estados Unidos.
El Gobierno calcula un aumento del 2.5 por ciento en los ingresos por turismo este año y espera que eso amortigüe el impacto de una recesión en México.
Pero el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, fue más catastrófico esta semana al advertir que la turbulencia económica podría llevar a los viajeros estadounidenses a cancelar sus planes.
Vanessa Quiroga, analista de Credit Suisse, proyecta para este año una baja del 5 por ciento en el número de viajeros a México.
La temporada vacacional alta en México comienza en marzo, cuando los "spring breakers" llegan, y concluye en el fin del otoño boreal.
Usualmente, los cárteles mexicanos de la droga no tienen a civiles o a extranjeros entre sus objetivos, pero la escalada de sus enfrentamientos ha deteriorado la imagen del país.
La Oficina en Estados Unidos para el Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos ha advertido a los estudiantes que eviten los poblados en la frontera norte de México y dejen sus armas en casa.
El jefe de la oficina para el desarrollo turístico de México minimiza las advertencias.
"Nos señalan como si estuviéramos en Beirut o en la Franja de Gaza y no es así. Jamás ha habido un tiroteo en alguna zona turística del país, pese a la ola de violencia", dijo el jefe de Fonatur, Miguel Gómez Mont, al Congreso el mes pasado.
Otros ven a México mejor que otros destinos ya que la caída del peso permite precios más baratos en dólares.
"La buena noticia para México es que están superando a cualquier otro lugar", dijo Tim Mullen, vicepresidente de mercadotecnia de la firma estadounidense Apple Vacations.
Los estadounidenses notan la bonanza ya que ahora por un dólar reciben 15 pesos y no 11 pesos, como hace un año.
"Europa es realmente caro ahora", dijo Brent Spinacolo, un turista de Seattle. "Venir acá (a México) es mucho más barato", agregó.
(Reporte adicional de José Cortázar en Cancún y Geraldine Downer en San Miguel de Allende. Editado por Silene Ramírez)
* Temores crecen en EEUU por guerra contra el narco.
* México espera que turismo amortigüe caída en economía.
A pesar de las advertencias por la violencia del narcotráfico, miles de estudiantes de Estados Unidos están comenzando su habitual fiesta "spring break" en las playas mexicanas, cargados de dólares que ayudarían a la vapuleada economía local.
Con la depreciada moneda local que hace de México un destino de bajo costo este año, el Gobierno apuesta a la continua llegada de visitantes a sus soleadas playas y ciudades coloniales, pese a la recesión de la economía global.
El flujo de turistas a México creció un 6 por ciento en el 2008, a 22.6 millones de visitantes.
No obstante, en la vital industria a algunos les preocupa que el aumento de la violencia por el narcotráfico, que ha desatado advertencias para viajeros de Estados Unidos y Canadá en días recientes, pueda ahuyentar a los extranjeros justo cuando el país está más necesitado de divisas.
El temor en Estados Unidos está creciendo por la guerra del narcotráfico que dejó en México más de 6,000 muertos en 2008.
En Cancún -un paradisíaco balneario que alberga cientos de hoteles y numerosas discotecas normalmente llenas de estudiantes estadounidenses festejando su graduación- es común ver tropas en el aeropuerto o retenes de revisión a lo largo de su calle principal.
Una vasta mayoría de los crímenes del narcotráfico ocurre lejos de los balnearios turísticos, pero un militar retirado fue asesinado brutalmente en las afueras de Cancún el mes pasado, después de que fue designado jefe de un nuevo comando de élite para combatir al crimen organizado.
Una pareja de Baltimore estaba maravillada por haber encontrado un paquete de viaje muy barato a Cancún, hasta que sus amigos les advirtieron de la violencia.
"Cuando dijimos que íbamos a Cancún, nos dijeron que tuviéramos cuidado", dijo Ed Connolly, de 22 años, cuya madre le contó historias de secuestros a turistas en el lugar.
Los hoteleros en el balneario aseguran que sus reservaciones están a tope.
"Hasta ahora, todo va bien", dijo Richard Sykes, dueño del restaurante El Pez Vela en Playa del Carmen, un balneario cercano a Cancún. "Ahora tenemos que esperar y ver qué pasa", agregó.
Sin embargo, en el centro del país las cosas son distintas: Susan Cordell, dueña de una casa de huéspedes en la ciudad colonial San Miguel de Allende, dijo que la cobertura de la prensa de la guerra del narcotráfico podría estar detrás de la drástica caída en las reservaciones.
"Están difundiendo con las malas noticias una vibra que se extiende por Estados Unidos y el resto del mundo porque mi clientela europea definitivamente ha colapsado", dijo.
ESCENARIO PESIMISTA
México necesita del turismo para compensar la caída en los ingresos por remesas, las exportaciones de petróleo y bienes manufacturados que van en mayoría a Estados Unidos.
El Gobierno calcula un aumento del 2.5 por ciento en los ingresos por turismo este año y espera que eso amortigüe el impacto de una recesión en México.
Pero el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, fue más catastrófico esta semana al advertir que la turbulencia económica podría llevar a los viajeros estadounidenses a cancelar sus planes.
Vanessa Quiroga, analista de Credit Suisse, proyecta para este año una baja del 5 por ciento en el número de viajeros a México.
La temporada vacacional alta en México comienza en marzo, cuando los "spring breakers" llegan, y concluye en el fin del otoño boreal.
Usualmente, los cárteles mexicanos de la droga no tienen a civiles o a extranjeros entre sus objetivos, pero la escalada de sus enfrentamientos ha deteriorado la imagen del país.
La Oficina en Estados Unidos para el Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos ha advertido a los estudiantes que eviten los poblados en la frontera norte de México y dejen sus armas en casa.
El jefe de la oficina para el desarrollo turístico de México minimiza las advertencias.
"Nos señalan como si estuviéramos en Beirut o en la Franja de Gaza y no es así. Jamás ha habido un tiroteo en alguna zona turística del país, pese a la ola de violencia", dijo el jefe de Fonatur, Miguel Gómez Mont, al Congreso el mes pasado.
Otros ven a México mejor que otros destinos ya que la caída del peso permite precios más baratos en dólares.
"La buena noticia para México es que están superando a cualquier otro lugar", dijo Tim Mullen, vicepresidente de mercadotecnia de la firma estadounidense Apple Vacations.
Los estadounidenses notan la bonanza ya que ahora por un dólar reciben 15 pesos y no 11 pesos, como hace un año.
"Europa es realmente caro ahora", dijo Brent Spinacolo, un turista de Seattle. "Venir acá (a México) es mucho más barato", agregó.
(Reporte adicional de José Cortázar en Cancún y Geraldine Downer en San Miguel de Allende. Editado por Silene Ramírez)
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