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Los intensos debates de economistas de 45 países reunidos en esta capital concluirán hoy con el sello de desarrollarse, durante una semana, con diversidad de criterios y enfoques sobre la crisis económica global.
Cada jornada del XI Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo motivaron intervenciones coincidentes y divergentes en relación con los negativos impactos económicos, sociales y ambientales de la actual depresión que vive el mundo.
La urgente necesidad de rediseñar la arquitectura financiera internacional y el desafío que entraña avanzar en la integración regional centraron los análisis de las comisiones y trabajos en plenaria.
También, el derecho de América Latina y el Caribe de hacerse sentir en los escenarios y debates que buscan una salida a la presente situación.
Para la jornada final están previstas discusiones acerca de la respuesta de los bancos de desarrollo a los problemas del contagio de la crisis, el banco de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y el Banco del Sur y la inevitable relación entre economía y ecología.
La clausura contará también con una intervención especial del Premio Nobel de Economía 2003, el estadounidense Robert Engle, quien disertará sobre la volatilidad financiera en mercados emergentes, para luego pasar a la relatoría final del cónclave.
Desde el pasado lunes la actual crisis financiera y los fenómenos recesivos en diversas partes del planeta fueron el plato fuerte de la reunión de personalidades políticas, economistas, sociólogos, juristas, escritores, dirigentes de fuerzas políticas y movimientos sociales.
Incluso no faltaron intervenciones encontradas con representantes de organismos internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, acusados de ser responsables de los negativos impactos de la actual situación, particularmente en Latinoamérica y el Caribe.
A esas voces se sumaron las de los presidentes de Honduras, José Manuel Zelaya, y de República Dominicana, Leonel Fernández.
Los intensos debates de economistas de 45 países reunidos en esta capital concluirán hoy con el sello de desarrollarse, durante una semana, con diversidad de criterios y enfoques sobre la crisis económica global.
Cada jornada del XI Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo motivaron intervenciones coincidentes y divergentes en relación con los negativos impactos económicos, sociales y ambientales de la actual depresión que vive el mundo.
La urgente necesidad de rediseñar la arquitectura financiera internacional y el desafío que entraña avanzar en la integración regional centraron los análisis de las comisiones y trabajos en plenaria.
También, el derecho de América Latina y el Caribe de hacerse sentir en los escenarios y debates que buscan una salida a la presente situación.
Para la jornada final están previstas discusiones acerca de la respuesta de los bancos de desarrollo a los problemas del contagio de la crisis, el banco de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y el Banco del Sur y la inevitable relación entre economía y ecología.
La clausura contará también con una intervención especial del Premio Nobel de Economía 2003, el estadounidense Robert Engle, quien disertará sobre la volatilidad financiera en mercados emergentes, para luego pasar a la relatoría final del cónclave.
Desde el pasado lunes la actual crisis financiera y los fenómenos recesivos en diversas partes del planeta fueron el plato fuerte de la reunión de personalidades políticas, economistas, sociólogos, juristas, escritores, dirigentes de fuerzas políticas y movimientos sociales.
Incluso no faltaron intervenciones encontradas con representantes de organismos internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, acusados de ser responsables de los negativos impactos de la actual situación, particularmente en Latinoamérica y el Caribe.
A esas voces se sumaron las de los presidentes de Honduras, José Manuel Zelaya, y de República Dominicana, Leonel Fernández.
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