José Mario Zavaleta
Hoy más que nunca el tiempo está a favor de los pequeños, Mauricio Funes ha sido electo presidente de El Salvador, luego de extenuantes y prolongadas jornadas que por más de un año hicieron del Pulgarcito de América el centro de la lucha y la perseverancia. Y así, los salvadoreños viven una experiencia inusitada, al fin la izquierda llega al gobierno luego de casi doscientos años de vida republicana.
Al momento de redactar esta nota, con el 99.38 % de las actas escrutadas, el candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) logró 1,349.142 votos, correspondientes al 51,3 %, frente a 1,280.995 votos, que corresponden al 48,7% de los sufragios conseguido por Rodrigo Ávila de la gobernante ARENA.
Al anunciarse los primeros resultados a eso de las 7 y 30 minutos de la noche, San Salvador se cubrió con el rojo del FMLN y se convirtió en una fiesta ante un hecho histórico que ha puesto fin a 20 años de gobiernos de la derecha.
El candidato de ARENA, Rodrigo Ávila, ha admitido su derrota en los comicios de este domingo, mencionando que en una democracia se tiene que reconocer cuando no se logran los objetivos, en medio de sus simpatizantes que vieron frustrados los preparativos de una fiesta que siempre consideraron segura.
Por su lado el nuevo presidente de El Salvador, Mauricio Funes, al proclamarse triunfador en una conferencia de prensa realizada en un hotel capitalino, ha pronunciado un discurso de reconciliación, tendiendo la mano a al partido opositor para llevar a cabo una transición tranquila, y la formación de un gobierno de unidad; indispensable ante un País que recibe inmerso en una crisis procedente de veinte años de políticas neoliberales, y ahora sumada las afectaciones de la debacle financiera y económica mundial.
Además, Mauricio ha agradecido el apoyo de los que vencieron el miedo y apostaron por el cambio y la esperanza; por un nuevo El Salvador. Luego afirmó que dicho respaldo ha demostrado al mundo entero que El Salvador está preparado para la alternancia.
Mientras este evento se realizaba, ya eran miles de alegres salvadoreños que se congregaban a la celebración convocada por el partido, sólo que en esta ocasión no iba a ser en los lugares acostumbrados cerca del centro histórico de la capital, sino en la cúspide de la exclusiva colonia Escalón, en las cercanías del redondel Masferrer, un sitio muy cercano a la residencia presidencial.
La plenitud de esa inusitada concentración popular se evidenció cuando se hizo presente la fórmula presidencial del FMLN, el vicepresidente electo Salvador Sánchez Cerén, y el mismo Mauricio Funes. Previamente habían hablado a la multitud representantes de los diferentes sectores sociales y políticos que acompañaron la candidatura del pueblo, entre ellos el ex candidato del Partido de Conciliación Nacional, Tomás Chévez, y José Napoleón Duarte, hijo del ya fallecido líder y fundador de la Democracia Cristiana salvadoreña.
Este acto tan memorable no fue cubierto por las cadenas de radio y televisión nacional, pero pudo ser seguido por emisoras de radio alternativa y señales de video por internet; pero sin duda quedará muy grabado en la memoria de los salvadoreños, y por supuesto, de los demás pueblos del mundo, que han presenciado también esta epopeya realizada por este aguerrido y estoico pueblo, que ha honrado a sus caídos en la lucha, y evocado a sus héroes y santos, siendo Schafik Hándal y monseñor Oscar Arnulfo Romero los representantes de una lista que hubiera sido interminable mencionar. A todos ellos el pueblo ha dedicado esta merecida victoria.
Hoy más que nunca el tiempo está a favor de los pequeños, Mauricio Funes ha sido electo presidente de El Salvador, luego de extenuantes y prolongadas jornadas que por más de un año hicieron del Pulgarcito de América el centro de la lucha y la perseverancia. Y así, los salvadoreños viven una experiencia inusitada, al fin la izquierda llega al gobierno luego de casi doscientos años de vida republicana.
Al momento de redactar esta nota, con el 99.38 % de las actas escrutadas, el candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) logró 1,349.142 votos, correspondientes al 51,3 %, frente a 1,280.995 votos, que corresponden al 48,7% de los sufragios conseguido por Rodrigo Ávila de la gobernante ARENA.
Al anunciarse los primeros resultados a eso de las 7 y 30 minutos de la noche, San Salvador se cubrió con el rojo del FMLN y se convirtió en una fiesta ante un hecho histórico que ha puesto fin a 20 años de gobiernos de la derecha.
El candidato de ARENA, Rodrigo Ávila, ha admitido su derrota en los comicios de este domingo, mencionando que en una democracia se tiene que reconocer cuando no se logran los objetivos, en medio de sus simpatizantes que vieron frustrados los preparativos de una fiesta que siempre consideraron segura.
Por su lado el nuevo presidente de El Salvador, Mauricio Funes, al proclamarse triunfador en una conferencia de prensa realizada en un hotel capitalino, ha pronunciado un discurso de reconciliación, tendiendo la mano a al partido opositor para llevar a cabo una transición tranquila, y la formación de un gobierno de unidad; indispensable ante un País que recibe inmerso en una crisis procedente de veinte años de políticas neoliberales, y ahora sumada las afectaciones de la debacle financiera y económica mundial.
Además, Mauricio ha agradecido el apoyo de los que vencieron el miedo y apostaron por el cambio y la esperanza; por un nuevo El Salvador. Luego afirmó que dicho respaldo ha demostrado al mundo entero que El Salvador está preparado para la alternancia.
Mientras este evento se realizaba, ya eran miles de alegres salvadoreños que se congregaban a la celebración convocada por el partido, sólo que en esta ocasión no iba a ser en los lugares acostumbrados cerca del centro histórico de la capital, sino en la cúspide de la exclusiva colonia Escalón, en las cercanías del redondel Masferrer, un sitio muy cercano a la residencia presidencial.
La plenitud de esa inusitada concentración popular se evidenció cuando se hizo presente la fórmula presidencial del FMLN, el vicepresidente electo Salvador Sánchez Cerén, y el mismo Mauricio Funes. Previamente habían hablado a la multitud representantes de los diferentes sectores sociales y políticos que acompañaron la candidatura del pueblo, entre ellos el ex candidato del Partido de Conciliación Nacional, Tomás Chévez, y José Napoleón Duarte, hijo del ya fallecido líder y fundador de la Democracia Cristiana salvadoreña.
Este acto tan memorable no fue cubierto por las cadenas de radio y televisión nacional, pero pudo ser seguido por emisoras de radio alternativa y señales de video por internet; pero sin duda quedará muy grabado en la memoria de los salvadoreños, y por supuesto, de los demás pueblos del mundo, que han presenciado también esta epopeya realizada por este aguerrido y estoico pueblo, que ha honrado a sus caídos en la lucha, y evocado a sus héroes y santos, siendo Schafik Hándal y monseñor Oscar Arnulfo Romero los representantes de una lista que hubiera sido interminable mencionar. A todos ellos el pueblo ha dedicado esta merecida victoria.
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