De todos los diagnósticos, sólo el de Calderón ve pronto el regreso de las vacas gordas

De todos los diagnósticos, sólo el de Calderón ve pronto el regreso de las vacas gordas

Una encuesta del BID y la Felaban señala que la crisis será superada en uno a tres años

Carlos Fernández-Vega


Uno de los mayores temores que provoca la actual crisis económico-financiera es su duración, porque nadie sabe a ciencia cierta qué tanto se extenderá, cuántos años será necesario soportar la precaria situación, hasta dónde llegará la sacudida y el sacrificio ni el costo que tendrá al final de cuentas. A estas alturas del partido el único adivino que le ha puesto fecha final a la zarandeada es el inquilino de Los Pinos, quien asegura –a saber con base en qué– que en el próximo verano a México regresa la temporada de vacas gordas.

Pero más allá del pésimo chiste que Calderón contó el día de la Marina, la mayoría de banqueros que operan en México y el resto de América Latina consideran que la crisis económico-financiera tardará de uno a tres años en superarse en la región, de acuerdo con una encuesta divulgada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban).

El sondeo recabó las opiniones de más de cien ejecutivos de bancos grandes, medianos y pequeños en 19 países latinoamericanos y caribeños a finales de 2008, cuando se intensificaron los efectos de la crisis financiera en la región. Así, dos de cada tres de los encuestados opinaron que la crisis afectará a los mercados financieros de sus países entre uno y tres años. Los ejecutivos de bancos mexicanos se mostraron algo más optimistas que sus colegas en América Central y América del Sur, pero por lo que se observa en pleno mes de marzo de 2009 estaban rotundamente equivocados.

De acuerdo con la encuesta, entre las consecuencias de la crisis seis de cada 10 banqueros anticiparon una escasez de financiamiento para sus instituciones. Otros efectos esperados son menores ingresos de remesas a la región y una disminución en las operaciones de comercio exterior, pero en cuanto a la superación de la crisis los resultados fueron los siguientes: 51 por ciento de los entrevistados consideró que tendrá una duración de uno a dos años; 11 por ciento de dos a tres años; 3 por ciento más de tres años; 17 por ciento de plano no se animó a fijar una fecha en el calendario; 2 por ciento ofrecieron pronósticos un tanto estrambóticos y sólo 16 por ciento consideró que en un año se resolverá el problema. Calderón no fue encuestado, pero hasta ahora es el único que jura que en menos de seis meses el asunto no sólo se resuelve, sino que inicia una temporada de riqueza generalizada (algo así como sus "cifras históricas" en empleo).

El BID explicó que la encuesta, que en años previos se llevó a cabo para conocer la predisposición de la banca comercial para financiar a la pequeña y mediana empresa (pyme), encontró que los banqueros prevén que habrá menos crédito y tasas de interés más altas para tales empresas. A pesar de ello, el 90 por ciento de los encuestados manifestaron que las instituciones que representan continúan interesados en mantener o incrementar su apoyo a este segmento empresarial, el gran generador de empleo en México y el resto de América Latina. La crisis ha impactado de distintas forma a la banca latinoamericana. De acuerdo con el BID, algunas instituciones han fortalecido su liquidez y su capitalización, pero otras registran severos problemas.

Las rebanadas del pastel

En este 2009 de crisis, las Afore han optado por "rasurar" los informes que, por ley, están obligados a entregar detalladamente dos veces al año a sus cuentahabientes. En el correspondiente al segundo semestre de 2008 (el de las multimillonarias "minusvalías", como le llaman a las pérdidas) tales informes sólo incluyen el saldo y el porcentaje de comisión. Nada más. El ahorrador deberá calcular el quebranto y consultar su bola de cristal para conocer cómo quedó el saldo de ahorro y a cuánto asciende el de vivienda. Parece que a la Consar –el organismo gubernamental que, se supone, supervisa a las administradoras privadas– esta violación legal le pasó de noche, porque hasta ahora no se sabe de ningún correctivo, si es que en realidad está interesada en proceder. Por ello, los lectores reclaman: "a las Afores se le ha de hacer mucho entregar al menos dos estados de cuenta al año, como lo marca la ley porque lo que vienen entregando es un Estado de Cuenta simplificado. ¿Esto qué significa? Simple y llanamente no entregar la información necesaria a los trabajadores sobre el manejo de su fondo para el retiro, y así poder ocultar sus triquiñuelas. Debe de costarles mucho trabajo hacer tantos cálculos (como si no existieran las computadoras) porque la Consar les da 60 días para entregar el estado de cuenta de los movimientos del semestre. Y los 60 días se los toman. Yo recibí mi estado de cuenta" el 3 de Marzo pasado. ¿Qué información trae el inútil estado de cuenta que envían? Aparte de los datos generales del trabajador, trae solamente 2 datos numéricos: el porcentaje que cobró la Afore como comisión por el manejo (sic) de los fondos de los trabajadores y el importe total de lo ahorrado, en donde va revuelto el dinero que manejan las Afores con el dinero que tiene en su poder el Infonavit. ¿Cuánto fue el importe de las comisiones cobradas? ¿Cuál fue la tasa y el importe que se está ganando (o perdiendo)? ¿Cuál es el saldo inicial? ¿Cuánto importaron las aportaciones patronales y del trabajador durante el semestre? Ninguna de esta información viene en el estado de cuenta. Dirán las Afores que se puede consultar en línea esa información. Acabo de intentar consultar mi estado de cuenta en la página de ING Afore, con la sorpresa de que lo que puedo consultar es el estado de cuenta del primer semestre del 2008. El segundo semestre aún no está disponible. Los adelantos en tecnología de la información parece ser que no existen para las administradoras de nuestro dinero. No cabe duda que esta falta de información a la que tenemos derecho como cualquier otro usuario de un servicio financiero es totalmente tramado para ocultar el robo de que estamos siendo objeto todos los trabajadores en nuestro patrimonio. El gobierno espurio en contubernio con las Afores son los responsables del atraco del siglo” (Alfredo García Marín, alfredo.garciamarin@gmail.com).

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